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Hoyo de Manzanares-Moralzarzal Bis

Ruta realizada el Sábado 07/08/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
41.4 km
564 m
28 Km Distancia Madrid
3h13'
2h59'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Pepe

Mas detalle ruta

Descarga ruta: 2021-08-07-Hoyo-Manzanares-Cerceda.gpx
Reproductor audio crónica:

Me despierto con un sobresalto y un «me cago en to» al que mi esposa en su duermevela responde con un «¿Qué pasa, ¿qué pasa ?» El móvil marca las 8:15 y hemos quedado a las 9. Eso de tener dos alarmas, una para los días laborables y otra para los findes está bien, pero el problema es que los jubiletas perdemos pronto la capacidad de diferenciar ambos. Pongo un whatsapp para que sepan que llegaré a las 9:30. Mientras desayuno con prisas, recibo la lacónica respuesta de Pepe: «déjalo, luego te la contamos». Me dan ganas de mandarle ATPC y darme mus, si no fuera porque le conozco como si lo hubiera parido y sobre todo porque me pilla vestido.

Enfilo la carretera y al llegar 10 minutos antes de lo anunciado. Les llamo para preguntar irónicamente si tengo que esperar mucho. Salgo a buscarles y ahí andan en una terracita tomando café. Empieza el camino por sendas trialeras y sospecho que a Pepe le están haciendo poca o nula gracia.

El caso es que se empieza a distanciar mientras que Domingo y yo dialogamos pausadamente sobre los libros que andamos leyendo, la mecánica cuántica que tanto nos asombra y sobre las series que vemos para rellenar el natural asueto del que disponemos el esforzado y poco valorado grupo de pensionistas.

En una de estas entretenidas conversaciones nos desviamos de la ruta. Yo no llevo el GPS porque con las prisas no he descargado el track. Domingo no lleva encendido GPS del móvil. Mientras lo arranca pasan unos instantes que serían decisivos. Pepe a lo suyo, sigue avanzando.

Al llegar a la Lancha de los Machos, le distingo entre la vegetación empujando allá a los lejos con su inconfundible casco rojo . Un avezado ciclista de los de verdad, nos adelanta como si no hubiera un mañana. Observo que es un 30-30. Es decir, 30 años más joven y 30 kgrs más ligero que nosotros. Rápidamente Domingo hace la cuenta y llega a la conclusión de que según la cuarta Ley de Newton tiene un empuje 900 veces superior al nuestro. Y así lo demuestra cuando sube la Lancha como el que va comiendo pipas por la calle.

Llegamos a Moralzarzal y sin rastro de Pepe. No sabemos si está mosqueado porque la ruta es algo trialera o es que está en uno de esos momentos místicos en los que desea estar sólo con su otro yo. Concluímos que ya no le veremos.

El Yelmo o Peña del Diezmo (debe su nombre a que sólo uno de cada diez que intenta subir, lo consigue)

Pasado Cerceda propongo comernos el plátano en la zona más alta de la Cañada Real Segoviana a la sombra de una extraña construcción en la que un furtivo pintor de bote en mano, ha dejado plasmada su habitual cagada colorido-alfabética incluyendo la firma a modo de homenaje a «El Muelle». El difunto precursor de esta molesta manifestación pseudoartística en nada se parece a lo que hace Bansky. Lo recordamos con un adjetivo que no puedo plasmar en esta crónica por respeto a nuestros lectores más pequeños.

Tras unos kilómetros de bajada agradable, fresca y rápida por la cañada, llegamos al puente del Batán sobre el Manzanares. Empieza una subida suave y sin dificultad que nos va señalando la creciente temperatura. Tras unos pocos kilómetros llegamos a la carretera de Colmenar a Hoyo que nos lleva a la entrada del cuartel de Ingenieros donde Domingo cumplió con el deber hacia su patria.

Como el calor va apretando, los esfuerzos van haciendo mella y suponiendo que Pepe sigue muy por delante, propongo terminar el periplo siguiendo la carretera y hacer caso omiso del desvío que el GPS nos ofrece. Domingo acepta gustoso. Me recuerda que el tramo acortado tiene dos cuestas relevantes y alguna dificultad técnica como demostrase el hecho de que ahí, Alfredo se pegó un leñazo en uno de sus malabares malogrados. Y así llegamos al coche donde vemos a Pepe quitándose las zapatillas.

Nos explica que se ha perdido en varios puntos,-al igual que nosotros-, que ha hecho el track tal cual y que pensaba que íbamos delante. Aclarado el entuerto, les invito a unas cervezas que aceptan de buen gusto y que nos echamos al coleto en una coqueta terraza junto al aparcamiento con vistas a las bicis.

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Cabrera Bustarviejo

Ruta realizada el Miércoles 04/08/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
37 km
592 m
50 Km Distancia Madrid
3h49'
2h57'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Pepe, Otros

Mas detalle ruta

Descarga ruta: CabreraBustarviejo2021-08-04.gpx

ültimo día de asueto antes de lanzar los termómetros. Hay dudas, requiebros y tentativas, pero me agarro a la propuesta en firme de Miguel, que sabedor de la salida del pasado lunes, propone ruta desde la Cabrera a Tomás y a mi. No habiendo más participantes y en segunda convocatoria (como las juntas de vecinos), nos ponemos en marcha a las 930h, según lo anunciado. Luego habrá más protestas de los no participantes (también como en las juntas de vecinos).

Salimos por el camino del camping y el sendero que bordea la carretera, con leve bajada. En cuanto veo cómo se desenvuelve en los medios me digo: este juega en casa, se lo sabe. Dejamos el camino a Cabanillas y elegimos sendero que nos lleva a bordear el pueblo por nuestra derecha. Sobrepasamos el pueblo y seguimos por senderos conocidos. En esa zona abundan tramos con grandes rocas planas y arena suelta. Con este tiempo seco el terreno desluce bastante. Afortunadamente la temperatura es suave y el viento fresco.

En Navalafuente pido parada para hacer foto, que hay que inmortalizar el momento y, si les dejo ir, enhebran hasta el final sin un respiro.

Enseguida cambiamos de dirección y de inclinación. Empezamos la subida continuada por sendero y pista de forma alternativa, en dirección al Medio Celemín. La pista está muy deteriorada y la inclinación inicial es bastante exigente. Hay que emplearse a fondo y reducir la charla. Jadeo hasta coger la altura de la vía y cruzarla por encima del túnel, que se terminó de excavar después de la guerra, con participación de presos, como redención de pena.

Subimos hacia Bustarviejo y pasamos delante de la antigua cárcel, con sus garitas y su patio interior, que hoy parece más para guardar ganado que otra cosa. Miguel nos cuenta que antes había un cartel con detalle de su historia, desde un punto de vista que podía molestar a unos u otros. Hoy solo un panel describe lo que era cada edificio sobre un croquis.

Callejeamos Bustarviejo y ya derechos al puerto. No es mucha altura y lo tenemos casi todo hecho, pero aun así se nota la pendiente.

Bajamos buscando los rincones más frondosos y pasamos junto a la antigua mina de wolframio. Si no te lo cuentan no te enteras de lo que es, pensarías que es una gravera o similar. No sabía yo que por esta sierra pudiera encontrarse el mineral. Eso ya nos dio opción para unirlo a lo del tren excavado con reclusos, lo de la cárcel y todo lo demás. En fin, una visión histórica de un camino que tenemos más que trillado. Siempre hay algo más que saber, si aciertas con quién recorrerlo.

Dudamos varias veces por dónde concluir la ruta y al final nos dejamos caer hasta Sieteglesias. Tomás nos sube en coche a La Cabrera y rematamos con cervecita y amigos en el jardín del Machaco. Todo césped, muy agradable.

Misión cumplida y contada.

¿y mañana dónde vamos?

Cerdedilla a Fuenfría por Puricelli una vez más

Ruta realizada el Lunes 02/08/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
37.8 km
1089 m
46 Km Distancia Madrid
4h34'
3h13'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Pepe, Otros

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Reproductor audio crónica:

El verano nos vuelve perezosos hasta para buscar nuevas rutas. Claro, que tampoco es fácil estar dispuestos a arrostrar el duro sol del verano, como vimos en la última del Escorial. Aunque haya sombra, los momentos en que te enfrentas al sol te crujen. Y no está fácil encontrar rutas por bosques, no. Así que una vez más recurrimos a la archiconocida rutita por la carretera de la República. Pera esta vez no es como otras. Ha sido algo entrañable. como de andar por casa, por el barrio. Pepe ha invitado a dos amigos de su infancia. Uno, Tomás, nos ha acompañado en el recorrido, muy en forma y amenizando la subida con sus aventuras médicas y de todo tipo . El otro, José el Camborio, en la comida nos dio un master de mecánica del automóvil, saliéndole la pasión por los coches antiguos (bueno, de nuestra infancia y adolescencia) por todos los poros de su piel. Así que nuestro Pepe estaba hoy nostálgico, predispuesto a contarnos historias y aventuras de su época de chico de barrio. Y es que Pepe tuvo unos comienzos comparables en ciertos aspecto al Bola, ahí donde le vemos, tan británico él (salvando las distancias, que no ganó una moto de agua, pero hacía sus cositas con las motos; jajaja, me va a matar…). Y por todo esto esta salida ha sido especial.

Bueno, pues ésta vez di a la primera con el sitio de aparcamiento. Puntualmente salimos de la plaza de toros los 4 y atravesamos Cercedilla para tomar el camino Puricelli, que toma su nombre de la empresa que inició las obras de una carretera que habría de unir Madrid con Segovia a través del valle de la Fuenfría. Empezaron en la Segunda República pero se pararon en el 36 por motivos obvios y franquistas. Como lo cogimos por la estación, pues nos chupamos la conocida subida con escalones, con gran alegría y regocijo por nuestra parte.

Entre piedras, raíces pasamos en dirección al hospital. Después atravesamos las Dehesas, dejando detrás a nuestro amigo Cirilo y a nuestra izquierda la fuente de la Teja, empezamos la subida por la carretera de la República. Félix y yo charlando de nuestras cosas, íbamos subiendo mientras veíamos alejarse a Pepe y Tomás, que iban a un ritmo que no se correspondía a sus edades.

Como no íbamos en plan olímpico, nos detuvimos en el mirador del Poeta o de Vicente Aleixandre (depende de a quien preguntes), para tomarnos el platanito y charlar un poco sobre hemorroides, fistulas, que estábamos en un plan muy serie House, y porque son temas que no se abordan con frecuencia y tan poético lugar daba pie a ello.

En el mirador de la Reina hicimos alguna foto, como es obligatorio, enfilando ya el puerto de la Fuenfría. Seguiamos de charleta.

Félix luciendo un conjunto que va a romper este otoño con el embalse de Navalmedio al fondo

Allí optamos por ir hacia el Marichiva, pero sólo hasta que empezara la bajada (no hay que exagerar). Se habló de dar la vuelta a la Camorca, pero se hizo con poca convicción. Había pocas ganas de enfrentarse a la cuesta de subida de la Fuente de la Reina y eso se notaba.

Poco antes de darnos la vuelta, nos encontramos con nuestro futuro inmediato, es decir, un grupo de jubilatas la mar de animados que se estaban dando un buen rulo por aquellos lares, saltándose todas las normas, como corresponde a su edad.

Escandalizados nos tenía Tomás con su culotte modelo Village People…

Ya se acercaba la hora de comer (o así nos pareció a nosotros). Había que bajar así que nos abrigamos como yayos previsores que eramos (bueno, yo me puse una camiseta de Pepe, que es que no aprendo…).

¡Puff, date prisa en sacar la foto, que se arranca!

La vuelta no tiene nada digno de contar. Llegamos en un pis-pas a Cercedilla y, como viene siendo habitual, nos fuimos de cabeza al restaurante Maya, donde habíamos quedado con el otro amigo de Pepe, José el Camborio.

La comida fue muy agradable. Me divertí mucho con las anécdotas del pasado remoto de Pepe y sus amigos y además, aprendí un montón de mecánica y restauración de coches, que a mi estas cosas siempre me han tirado.

Espero que Tomás se anime a volver a dar una vuelta con nosotros. Y José, ya sabes, todas nuestras rutas acaban en un restaurante, así que a ver si nos vemos de nuevo.

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Escorial, la silla, Valmayor

Ruta realizada el Miércoles 28/07/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
44.3 km
528 m
41 Km Distancia Madrid
4h13'
3h40'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Pepe

Mas detalle ruta

Descarga ruta: 2021-07-28-0904__escorial.gpx
Reproductor audio crónica:

¡Ya no me acordaba que quedé en hacer la crónica de nuestras andanzas!

Siempre hay que dar cuenta de lo rodado y mantener nuestro cuaderno de bitácora, que es un elemento de unión digital para compensar el distanciamiento que nos pone el verano y la pereza.

Lo de ayer era simple, una vuelta conocida, unas charlas y una sudada. Si te fijas en la silueta del trazado, bien podría decirse que estábamos dando la vuelta a la isla de Mallorca, pero no, no fue así. Se trató más bien de una peregrinación esteparia, polvorienta y amarilla. Había agua, eso sí, pero nada que ver con los azules profundos y transparentes de la ínsula.

donde siempre

Salimos a las nueve de Ca’Domingo, al pinarcito, en subida, calentando piernas. Parece que ninguno llevamos demasiada prisa. El aire es fresco y al coger el tramo horizontal y sombreaado se va muy cómodo. Nos cruzamos con algunos paseantes y poco más. Luego toca un poco de senda seca y pedregosa, con subida exigente, afortunadamente corta. Elegimos la bajada trialera. Félix me miró con cara de perrillo que aun no ha meado y no me pareció bien quejarme. Total, es un tramo corto, con jaras perfumadas y dificultad moderada. Eso sí, me aseguraron que no estaba prohibida -tampoco nos cruzamos con nadie-.

Vuelta por la zona de la silla sin detenernos, restos de calzada romana sin percatarnos y camino a Zarzalejo sin tocarlo. Vamos, que ganas de enredar, las justas. El plántano, a la sombra de un árbol, sin salirnos ni un momento, que no hay necesidad. Yo creo que en este punto ya estaríamos marcando los 30ºC

Aquí hubo mojada de pie

Hay un rato de caminos muy chulos, variados, con laguna, lo que en primavera es un auténtico jardín, digamos que ahora no.

Pasamos por la ermita pija y molona junto a la urba y nos encaminamos derechitos al pantano. Hacemos el sendero cómodo que los bordea. y cruzamos el Aulencia ya procurando no entretenernos. Para próximas visitas a la zona, conviene recordar que el paso peatonal en la presa de Los Arroyos está cerrado, es ese sitio donde paramos a hacer fotos, con alguna tortuga y cormoranes. Dicen que por reparación temporal, pero han puesto una puerta de cojones que no hace suponer provisionalidad en absoluto, vamos, que pa’siempre.

La vuelta se atraganta por el calor. Domingo dice que no, pero la salida del pantano es cuesta arriba, algo sinuosa y polvorienta. Él, como se lo conoce, ya va en tiempo de descuento. Félix y yo ya vamos con cara de piscina, sin ganas de na.

Damos la vuelta a lo de la poli y enfilamos a la casilla de salida ¡qué mal llevo la última rampa! la entrada a la urbanización son 300mts, pero que ingratos.

cartel promo https://www.elconfidencial.com/empresas/2021-07-27/balnearios-imserso-plazas-coronavirus_3204343/

Eso sí, ya está, hecho, ventilao, bendecido. Ahora a la pisci con cervecita y luego estupenda comida en el kiosco próximo. Nos acompañó Raquel y eso dio oportunidad a ampliar los temas de conversación y poner color a la comida. Siempre se agradece comer con una chica guapa que dedica un rato de su tiempo a entretener a esta panda de jubilaos cansados y polvorientos.

¿Dónde vamos mañana?

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Canencia – Espartal – Los Cortados

Ruta realizada el Jueves 22/07/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
25.2 km
766 m
51 Km Distancia Madrid
4h10'
2h44'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Pepe, Gustavo

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Descarga ruta: Canencia-Espartal-Los-Cortados-20210722-1.gpx
Reproductor audio crónica:

Se preveía un día de mucho calor así que había que buscar algo fresco. Pero no íbamos a dejar de montar por esa tontada y Pepe propuso esta ruta que, por la altura y por transcurrir en gran parte por bosque, cumplía las condiciones. Como últimamente me pasa en todas las salidas, me lie con el aparcamiento y dejé el coche a 200 m. de mis compañeros. Pero a la hora prevista estábamos todos en Canencia listos para empezar.

Hacía mucho tiempo que no veíamos a Gustavo, así que empezamos a cotorrear mientras subíamos. Hablando de lo divino y lo humano, llegamos al Cerro del Cuchillo y lo sobrepasamos, sin darnos cuenta de que nos habíamos salido del track. Fue de esa manera tan tonta como nos comimos la subida por el cortafuegos a la Genciana. Bueno, o eso al menos es la versión oficial, porque 4 tíos con el track y que nadie se diese cuenta… Yo la verdad es que lo vi, pero pensé que habíamos tomado uno de esos cambios de recorrido a los que es tan aficionado Pepe.

Como no hay mal que por bien no venga, así nos encontramos con otro grupo de jubilatas que eran conocidos de Gustavo, los «Mountain Bike Club de Campo» (www.mtbclubdecampo.com). Tienen publicadas muchas rutas y parecen que son un montón, con un amplio rango de edades (incluso superiores a las nuestras, aunque con e-bike…). Este retraso nos sirvió todavía más de excusa para seguir la ruta sin acercarnos ni tan siquiera un poco a la Perdiguera.

Sin ningún tipo de remordimiento empezamos a girar, en dirección a la Peña Mingomolinera. Ahí empezaron los líos. Al poco tuve una de mis chupadas de cadena (a falta de otras…) que nos costó un buen rato resolver. Poco después, Pepe sufrió una caída al quedársele la rueda delantera bloqueada. Por suerte fue sólo el susto y alguna magulladura (y lo de siempre, el pundonor y esas cosas).

Descenso con OVNI detrás

Ya parecía que nos habíamos normalizado cuando el track nos indicó que había que cruzar una valla. Gustavo y Félix, rápidos y prestos, pasaron al otro lado, colándose por un agujero, cuando detrás de nosotros apareció el todoterreno de los forestales. Félix cruzo rápidamente de nuevo pero Gustavo se adentró entre las retamas. El forestal se fue acercando hacia donde estábamos mientras, con gran sangre fría, disimulábamos, unos silbando el Puente sobre el rio Kwai y otros La gran escapada (que ni en eso nos podemos poner de acuerdo…). Ya nos veíamos con una bonita papeleta en la boca, cuando el buen hombre paso a nuestro lado saludando y siguió hacia una vaguada donde detuvo el coche y salió en dirección a un cortado. Estuvimos allí un rato sin saber que hacer y con Gustavo escondido. Finalmente, pasamos al lado del coche, mientras Gustavo salía disparado en descubierta. Un kilometro más tarde nos juntamos de nuevo, cerca del collado del Espartal. Definitivamente lo de las prohibiciones en Guadarrama es un quebradero de cabeza. Nunca acabamos de tener claro de que lado de la ley estamos.

Después del platanito y de disfrutar de las vistas del valle del Lozoya con el embalse de Pinilla, seguimos hasta una zona muy agradable de robles (La Molinera y Los Caños). Una vez atravesadas, el calor empezó a arreciar y, para nuestra desgracia, aparecieron los temidos y largos cuestones, del 10-12% en esta caso, según el GPS de Gustavo. Así, sudorosos y acalorados, llegamos a la pista que lleva a Cabeza de la Braña, con el parking ya muy cerca.

Cuando llegué, metí la cabeza en la pila de la fuente al lado de la que había aparcado. Hay placeres que pocas veces puedes ver cumplidos. Este fue uno. Recogimos y nos fuimos a comer a Soto, como siempre a La Perola.

Un día genial y una ruta interesante, que debe ser espectacular en primavera y otoño. Aunque, como siempre, lo más importante, la compañía.

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Cercedilla: Las Trek viejas and The Watermelon Team

Ruta realizada el Martes 20/07/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
32.7 km
814 m
46 Km Distancia Madrid
5h04'
3h13'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix

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Temperatura media: 25.8
Descarga ruta: Cercedilla-Camorritos-20210720v2.gpx
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Como si de un conjunto de Rock trasnochado haciendo giras veraniegas se tratase, henos aquí los tres con algún kilito de más, desentrenados y muchos días después de la última ruta, pero dispuestos a darlo todo. ¡Qué no se diga¡ ¡A por todas! Este entusiasmo nos ha durado 500m. En la primera cuesta ya estamos preguntando internamente si en la piscina leyendo un libro, no se estará mejor.

Alfredo viene con ganas. Que tanto mar y tanto golf mola, pero la MTB se echa de menos. He elegido la ruta para que sea fresca y sin demasiado desnivel. Un desengrase, que se podría decir. El título del track en nuestra Rutoteca decía algo de Senderos y Trialeras. Quité del título esta explicación tan descriptiva para que Pepe no se diera mus. Pero se las huele. Así que nos da excusas de que si le duele el ojal, que si nos va a costar 600 euros la multa por saltarnos las prohibiciones, que si mejor hacemos senderismo, que si luego me acerco y como con vosotros… Vamos, que no viene.

Enfilamos las subidas con menos calor del que a priori se podía esperar y celebramos las sombras que nos acompañan buena parte del recorrido. Sin ser exigente la ruta, algunas partes nos recuerdan el lastre de las lorzas almacenadas consecuencia de las siestas que culminan los espléndidos ágapes veraniegos.

Recorremos buena parte del camino protegidos por los pinos y por verdes senderos apenas de un metro que intercalan traicioneras zarzas con frescos helechos. Algún que otro enganchón nos deja huellas sangrientas. Unas trialeras en descenso nos hace poner más atención de lo habitual para no salir de boca. Las piedras y las raíces se alían para poner dificultad al camino. Algún que otro derrape y algunas situaciones comprometidas que solventamos con bajadas de la bici cuando el instinto lo aconseja. Alfredo se para, cámara en ristre, en los sitios donde comprende que puede haber voltereta y así inmortalizar el momento. Hoy sin suerte.

Subiendo por la carretera, detrás nuestro viene el coche de la autoridad. En el aparcamiento de Casa Cirilo vemos que el coche de los municipales o forestales cruzan una valla para continuar por una pista. Tiene toda la pinta de que van a poner la red para cazar incautos ciclistas. Así que seguimos subiendo hacia la Fuenfría con la consigna de que ya hemos quebrantado la ley por hoy haciendo bastante sendero y que a partir de ese momento no vamos a tentar la suerte no vaya a ser que le tengamos que dar la razón a Pepe.

Paramos en el mirador del Vicente Aleixandre, que dicho sea de paso es un poeta incomprensible al menos para mi. Intenté leer Espadas como labios cuando yo apenas tenía veinte años. Imposible. Hago unas fotos y vuelta para Cercedilla. Nos bajamos por la pista mirando de soslayo el sendero trialero y muy divertido que cerca de allí sale a nuestra izquierda y que en otra época no hubiéramos dudado en tomar.

Bajamos muy despacio Domingo y yo. Charlando. Alfredo desbocado, nos espera en un par de puntos y de repente nos pasa un colega. Alfredo no puede más. Eso que le adelante alguien en ascenso ya le calienta la sangre, pero que le adelanten también de bajada no lo soporta y se lanza como un poseso para darle su merecido, mientras Domingo y yo le achuchamos con júbilo.

No desviamos por otros senderos que conocemos de cuando se subimos por el Puricheli y tentando la suerte salimos al asfalto justo cuando pasa la Guardia Civil que no se percata de nuestra presencia.

Ya estamos en el Maya. Son las 13:15 y comemos en la misma mesa de la última vez sin perder de vista las bicis que no hemos podido atar porque aún nuestro artesano Pepe, no nos ha regalado uno de esos cables que fabrica con acierto y esmero.

Misión cumplida. Alfredo llegará de sobra para que le vacunen de la alergia y de paso nos quitamos las horas de mayor calor que empiezan en ese momento.

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Lozoya Navafría Nevero

Ruta realizada el Domingo 18/07/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
40.3 km
1219 m
60 Km Distancia Madrid
4h36'
3h27'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Pepe, Rufi

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Descarga ruta: Lozoya-Navafria-Pico-Nevero-2021-07-18.gpx
Reproductor audio crónica:

-Hola, este parking lo gestiona el Ayto de Lozoya y son tres euros

-Solo llevo tarjeta y billetes grandes

-No tengo datafono y a esta hora tampoco cambio

-He quedado aquí ¿qué hago?

-Igual aun encuentras un hueco por el pueblo

….

-Fernando, que estoy en el pueblo porque no llevaba suelto y en el parking cobran

-Pues yo tampoco, voy al pueblo

-Ya hace calor, a la sombra aún se aguanta

-Horrible, esperemos que subiendo un poco cambie

….

-Nos han dejado solos, “again”

-¿qué le pasa al jefe?

-Volvió a hacer una de sus clásicas (véase imagen)

Un clásico de nuestra literatura digital

….

-Bueno, vamos, esto será “to p’arriba”

-Si no recuerdo mal, empezaba por un sitio que se llama la calle de las cuestas

-Mira, ahí lo pone, qué memoria.

A partir de aquí ya no hay diálogo que valga. La pendiente nos inspira un recogimiento monástico y nos cierra a cada uno en la celda de nuestros pensamientos, que para hablar ya no hay fuelle.

La subida es inclinada y calurosa. Muyyy inclinada y muyyy calurosa. Enseguida dejas el asfalto y vas saltando curvas de desnivel como el que salta a la comba. Tenemos las primeras vistas del valle entre los robles, con el embalse al fondo. Con la excusa de una foto, aprovecho para recuperar el resuello.

Primeras vistas y primeros sudores
Aquí aun hacía calor

Dejamos el roble para entrar en la zona de pino y caigo en la cuenta de que noto menos moscas que otros años, las hay, pero menos. No es esa plaga que te cubre la camiseta y vacilan delante de los ojos, como descojonándose de lo mal que vas y bañándose en el abundante sudor que gotea por la nariz hasta el cuadro de la Orbea.

Tomamos aire alguna vez más hasta llegar a “la horizontal”, Fernando por esperarme, yo por sobrevivir. Luego ya no hay calor, sopla aire fresco, el trazado es llano y disfrutamos de un paseo reparador hasta salir al puerto de Navafría.

Aquí hay mucha bici de carretera, equipos, coche de soporte, paseantes y pernoctantes en caravana. Se supone que teníamos que iniciar bajada por sendero hacia el pantano, pero visto cómo está tiempo abajo, sugiero dar un paseíto corto en altura, “na”, lo que es hasta el mirador que tantas veces hemos visitado.

Foto cortesía de Rosalía

En ese punto coincidimos con Rosalía y compañía. Una pareja que se prestan a hacernos unas fotos conmemorativas y a un poco de charla (esperamos sus comentarios en nuestra web).

Bueno, pues vamos a seguir un poco más, solo por asomarnos a las pista y las rampas duras de subida, en cuanto se ponga chungo nos volvemos –dice Fernando- que el chico no quiere los 400 mts de desnivel que faltan a la cumbre.

Sale delante y, así, sin intención, le pregunta a una muchacha que cuál es la pista que sube al Nevero y, como va delante, pues se mete en faena.

Bueno, ya parará, que vamos los dos con todo el hierro metido y la cosa no ha hecho más que empezar.

En el gran rampón no le veo y pregunto a una pareja “oye, el de delante va empujando ¿verdad?” no, no –responden ufanos- iba subido, dándolo todo ¡qué cabrón!

Yo sí me lo empujo y vuelto a montar cuando puedo. Voy pedaleando y me adelanta andando la chica que nos indicó la pista. Vergüenza y deshonor, pero adelante.

Me espera Fernando en otra de las rampas infernales, pedregosa, larga, con viento y me dice que si ya, que si volvemos que… ¡unos cojones! Aquí se corona aunque sea a gatas.

jodidos pero contentos, como la canción

Pues sí, allí arriba, con frío y mucho viento, hoy 18 de julio, conmemoramos nuestro glorioso alzamiento, el nuestro, el de Fernando, que ha conocido una cumbre nueva para él –sin poner pie- y el mío, que me recuerda rutas legendarias con nieve, bota de vino y muchas risas.

Reventado (yo) y contentos (los dos) iniciamos la vuelta, que nos permite apreciar los rampones que nos hemos tragado.

de bajada

De nuevo en el puerto toca coger el sendero de bajada, pero es tarde y vemos en el trazado que tiene cuestas que superar. Hacemos un intento y en la primera descabalgada nos inspira la sensatez y Fernando desiste, quiere carretera y yo se lo agradezco infinito.

La bajada del puerto es una chulada, son 11 km de dejarnos caer, mientras las temperaturas se empeñan en subir. En Lozoya el calor es insufrible. Nos despedimos contentos y enfilamos a casa. Félix, te la has perdido… y no pienso volver al Nevero hasta que se me olvide el sufrimiento pasado.

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Cercedilla-Fuente de la Reina-Camorca. Que poco dura…..

Ruta realizada el Domingo 11/07/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
41 km
1070 m
47 Km Distancia Madrid
4h26'
3h34'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Pepe, Rufi

Mas detalle ruta

Descarga ruta: Cercedilla-Camorca-11Julio2021.gpx

Amenazas de todo tipo sobre la climatología este domingo hacían que salir a montar fuera todo un reto. Estaban los agoreros, la mayoría, que decía que de 38 grados no bajaríamos. Pero también había algunos que decían que iba a granizar a saco o a llover la ira de los dioses

Pues, con estos augurios he cogido esta mañana el coche, mirando con miedo y cada 10 minutos la temperatura que marcaba el termómetro. Hombre, calor hacía, pero…..

La ruta se había elegido a propósito para buscar la sombra y el menor calor posible. Antes de las 9:00 Pepe ya estaba listo para ponerse en acción

Hemos subido por «Puri y Cheli», que, como Ortega y Gasset eran dos que siempre iban juntas a todos lados. La subida de las escaleras las hemos salvado con orgullo y con dos….

Tras pasar la verja metálica, un francés, que había puesto una pica en Flandes, nos ha sacado una foto a los machotes para que quede para la posteridad.

También hemos sorteado la famosa subida de las raíces, que la vez anterior nos hizo poner pie a tierra

En la subida a la Fuenfría nos han adelantado unos electricistas, empeñados en convencernos de que las eléctricas son como las nuestras y pedaleas lo que quieras. Pepe y yo hemos apartado de nosotros ese cáliz y esas ideas engañosas.

Tambien nos ha adelantado una señora, sí, una señora talludita pero enjuta que llevaba una cadencia impresionante. A pesar de que Pepe le ha hecho mención a que con una eléctrica ya se puede, la mujer, que de eléctrica nada, no se ha desestabilizado y en poco tiempo nos ha sacado muchos metros. No puedo argumentar ni juventud ni testosterona para justificar el adelantamiento. Como diría Belén Esteban «ejj lo que hay»

En el mirador de los poetas hemos parado, no porque estuviéramos cansados, sino porque hay que cumplir las tradiciones y en ese punto de la ruta se para y punto.

Del tirón hemos llegado a la Fuente de la Reina que, a esa hora, estaba como la estación de metro de Cuatro Caminos a las cinco de la tarde. Ese ha sido nuestro momento de depresión. Quitando tres «colegas» que venían de Segovia (tras una noche con alto contenido etílico, según comentaron ellos mismos), Pepe y yo éramos los más jóvenes. Aquello era el frente de juventudes, pero eso sí, todos con sus bicis normales, nada de electricistas. En fin, nos han puesto en nuestro sitio y calentitos para enfilar la Camorca. Calentitos en lo que se refiere a la moral, porque de temperatura íbamos perfectos

No recordaba yo que el inicio de la senda a la Camorca tuviera esa subida técnica tan fuerte. Mira que se me escapan a mí pocas subidas odiosas, pero de esta no me acordaba. Seguramente será porque la última vez hicimos la ruta al revés. Pepe me ha dicho que se puede subir al pico, propiamente dicho. Yo no he subido nunca, así que me lo apunto en el debe.

La vuelta toca la otra subida odiosa que va desde la Fuente de la Reina a la Fuenfría, pero hoy ha sido cómoda. La pista está más cómoda y la temperatura era muy agradable, con lo que la subida se ha hecho fácil. Nos hemos cruzado con las nuevas generaciones. Dos niños muy pequeños que, si habían llegado hasta allí es porque se habían subido la Fuenfría. Aúpa las nuevas generaciones. Hoy la cosa no estaba para arriesgarse a bajar trialeras. De hecho, cuando hemos llegado a las Dehesas estaba todo marcado por los agentes forestales y, ni siquiera hemos cometido la irregularidad habitual de subir en dirección prohibida por la carretera que lleva al inicio de la pista. Hemos sido muy disciplinados. Por ello, la bajada la hemos hecho por la carretera de la República y, para llegar a Cercedilla hemos vuelto a visitar a «Puri y a Cheli»

Como la cosa se ha dado muy bien, nos hemos regalado una cervecita (en realidad la ha regalado Pepe, que es el que ha invitado) y, repuestos los electrolitos, hemos dado la jornada por concluida.

Las bicis descansando merecidamente y demostración empírica de que a las 13:30, ya de recogida, la temperatura era más que razonable.

Buena ruta, buena temperatura (¿he dicho ya en la crónica que no hemos pasado calor?) y mejor compañía. La moraleja de esta ruta es ¡¡¡QUE POCO DURA LA ALEGRÍA EN LA CASA DE LOS NENAZAS!!!

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2021-07-08 Soto – Hueco de San Blas

Ruta realizada el Jueves 08/07/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
37.9 km
892 m
41 Km Distancia Madrid
4h34'
3h03'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Pepe, Mario

Mas detalle ruta

Descarga ruta: 2021-07-08-Soto-Hoyo-de-San-Blas.gpx
Reproductor audio crónica:

Música dedicada al septuagenario mirafloreño: Learning to Fly de Pink Floyd

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Maldito tráfico!! tan temprano y ya hay obras y gente que usa el coche para ir a trabajar. Qué barbaridad, con lo bien que se va en metro y autobús (creo, jeje). No piensan en nosotros, pobres jubiletas que hemos quedado temprano para montar en bici y no nos gusta madrugar.

Pues eso, que se nos fué un poco la hora de salida. Menos mal que hoy no venías Alfredo, llegamos a comer a las 3, jajaja, pero como Rufi tampoco ha venido hemos comido tarde, pero bien.

Hoy por fin, ya que estamos todos vacunados, nos hemos podido dar la mano como Dios manda. ¡Que emoción después de tanto tiempo chocando codos!

Con esa alegría extra iniciamos una ruta que todos conocemos bien, la clásica Hoya. Para darle otro aire introduje la visita a la chorrera del barranco de Los Eriales, pequeña pero muy bonita formación con agua del Arroyo de San Blas. También quise añadir un par de trialeras, pero lo están prohibiendo todo.

Salimos rumbo a Miraflores por vías pecuarias hata enlazar con el camino del Monte Aguirre y subir hasta el cordel del puerto de La Morcuera. Paradita a la sombra, que hemos subido mucha cuesta, y a disfrutar de la vista. Cuando ibamos a hacernos la foto apareció un caminante con gafas de punky y camiseta de Pink Floyd que se sentó a nuestro lado, tenía ganas de charla. Nos hizo la foto y sí, charlamos un rato. Un tipo simpático que si nos descuidamos nos cuenta toooda su vida, jaja, viejo rockero al que dedico la música que acompaña esta crónica y en honor a su camiseta.

Hete aquí sentado el paisano
Y aquí la cuadrilla

Toca lenta subida buscando ritmo y la chorrera, llegamos al «salto de agua». No es espectacular pero el rincón es muy agradable.

La chorrera ahora convertida en chorrito

Ahora toca bajar lo subido y rematar la subida a La Hoya. Bastantes tramos a la sombra, se agradece porque el Sol empieza a apretar. El trote cochinero nos permite charla y vacile.

Animada charla sobre golf… que no, sobre lo de siempre jajaja

Y entramos en la Hoya, luz espectacular. Traguito de agua y a seguir subiendo, que aún queda hasta la buitrera.

Y Félix haciendo la foto… se nos cayó por el barranco

La bajada tuvimos que hacerla por donde subimos, las tres opciones de trialera (heavy, media y suave) están prohibidas, maldita sea, y no hay manera de enganchar la Senda de La Abutarda. Bajamos todo lo subido hasta llegar a la casa derruida junto al final del Mostajó, allí hay una puerta que dá paso a un bonito y rápido sendero, en ocasiones trialera, que nos deja en un plis-plas junto al embalse de Los Palancares. De ahí a los coches son 15 minutos y ¡a por la cervecita!

Una estupenda jornada, gracias amigos.

Rufi, aquí Félix tampoco sale. Está felicitando al cocinero, jajaja

¡Nos vemos en la próxima!

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Cercedilla-Collado Mediano versión corta

Ruta realizada el Martes 06/07/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
33.5 km
519 m
46 Km Distancia Madrid
4h06'
3h16'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Pepe

Mas detalle ruta

Descarga ruta: Cercedilla-Collado-Mediano-corta-20210706.gpx
Reproductor audio crónica:

Bueno, no siempre salen bien las cosas… Después de una semana asfixiante, por fin anunciaban una bajada de temperaturas, y claro, decidimos aprovechar la oportunidad para realizar una de nuestras «clásicas» por la zona de Valsaín. Después de muchos dimes y diretes y con una importante participación de elementos del grupo que no iban a venir pero que no perdían oportunidad de dar la brasa (efecto Surroca + Atleti Forever), conseguimos consensuar una rutita partiendo de la Granja. Y allí estábamos, a las 9:30 con nuestra clásica puntualidad prusiana, agasajados por un caluroso recibimiento por parte de una copiosa e inesperada lluvia (aparte de los 10 graditos celsius). Nos metimos en el coche de Félix a deliberar y a hacer macramé, mientras los cristales se empañaban (para escándalo de paseantes y vecinos), trayéndome el vaho recuerdos de otras situaciones, otros momentos…

Después de media hora, en la que la lluvia arreció, decidimos que una retirada a tiempo era un triunfo y nos dirigimos a Cercedilla a propuesta de Pepe. Mientras volvíamos a retomar las revueltas en dirección a Navacerrada, iba lanzando maldiciones por nuestra imprevisión, desahogándo mi rabia en las curvas, tirando de freno de mano para derrapar con mi Xcenic Two Classic Edition.

Gracias a nuestra conducción deportiva, llegamos prontamente a la plaza de toros de Cercedilla, donde descargamos nuestras máquinas, dispuestos a pasárnoslo bien a pesar de la adversa climatología. Y seguía lloviendo, pero como si nada.

Esta ruta es una vieja conocida, reflejada en nuestra ruta-teca en varias versiones. Empieza con una agradable cuesta que nos lleva a seguir, más o menos en paralelo, al GR-10 a través de un bosquecillo, pasando por las estribaciones de Navacerrada. Aquí perdimos a Pepe durante unos minutos pero no pasó como otras veces, y nos encontramos gracias a los dioses.

Dejamos el pueblo, saliendo de su zona urbanizada, rodeándolo en dirección al embalse de Navacerrada. Ya nos habíamos calentado un poco y apenas llovía. Hasta nos permitimos el lujo de comernos el platanito.

De vez en cuando nos encontrábamos con algunos despistados que tampoco habían visto el pronostico, calados y ateridos. ¡Incluso nos pasaron dos ciclistas en MTB del sexo femenino! Pepe inmediatamente entró en un duro duelo en su afán por dejar el pabellón bien alto, pero nosotros nos pusimos a hacer fotografías en plan nenazas y malogramos este digno intento.

Poco después del salir de la zona del embalse, pasando cerca de Reajo del Roble, la bicicleta de Félix empezó a chirriar cómo sólo lo sabe hacer ella, quejándose por no encontrarse en su hábitat natural, Mi Bicio, el taller del amigo Jose, nuestro mecánico de cabecera (especialista en Trek viejas).

A la salida de la vuelta al pantano, nos esperaba la temible «Chocho verja», ya comentada en otras crónicas y terror de viajeros y expedicionarios.

Con este telón de fondo, nos dirigimos resueltamente cuesta abajo hacia Collado Mediano pero antes, al lado de la urbanización de Los Pajares, nos encontramos con un centro de interpretación (yacimiento de Miaccum) en el lugar donde se situaba una antigua posada romana pegada a una calzada y cerca de un acueducto.

Atravesamos Collado Mediano sin ningún recato y pasamos entre las urbanizaciones de La Serranilla y El Peñon, con unos agradables repechos. Bordeando Los Molinos y siempre con una suave subida entramos en la etapa «¿Queda mucho?».

Y así llegamos a Cercedilla, con gran regocijo de la bici de Félix que nos alegro con un allegro ma non troppo a cargo de su bloque de amortiguación trasera.

Buscamos descanso en la terracita del restaurante La Maya donde comimos razonablemente bien.

Al final arreglamos el día. Somos gente con recursos, además de muy majos y simpáticos. Como siempre, un día divertido, compartiendo naturaleza y amistad.

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