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Colmenar del Arroyo – Fiasco – Colmenar del Arroyo

Ruta realizada el Domingo 10/10/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
21.5 km
301 m
42 Km Distancia Madrid
1h55'
1h39'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Pepe

Mas detalle ruta

Temperatura media: 16
Descarga ruta: activity_7633906231-1.gpx
Reproductor audio crónica:

Somos pocos y, como se verá, desafortunados.

Creo que nunca habíamos salido de Colmenar del Arroyo. Es un pueblo de apariencia pintona, sin casas que desentonen mucho, ni monumentos que obliguen a la visita. Aun así, tiene una plaza coqueta y sin estropear, una iglesia de piedra sin pretensiones y un complejo deportivo campo de fútbol de hierba artificial y piscina.

Es ahí donde quedamos a las 9h, que la zona es amplia y se aparca bien. Llego pronto y monto la bici, Alfredo más justo, pero antes de las campanadas. Luego me explicaría que hubo de detenerse en un solar por imperativos físicos ¡joder! podía avisarlo antes de darle la mano, que le hubiera besado con gusto.

Nos ponemos en camino con una ruta del Nano, que promete ser un paseo entretenido, con sus 40 Km y sus 750 mts de desnivel. Suficiente. Yendo dos y permitiéndolo el trazado, vamos más de charla que otra cosa. Salimos por donde dice la flechita que hay que salir y dejamos el pueblo en suave ascenso al cementerio. Metáfora fácil de nuestra cuesta en la vida, pero no es el momento, nosotros pasamos de largo y vamos pisando dehesa de retama y encina.

El paisaje es parecido al de Guadalix, tan mesetario, tan sobrio, pero con su puntito de encanto y sus puertas. Sí, muchas, grandes, pequeñas, de las de somier, giratorias, con alambres, coquetonas de madera. Recordemos que la próxima vez que acometamos este trazado hay que llevar portero de darle propina, que la merecerá sobradamente.

Nos asomamos de nuevo al asfalto junto a Navas del Rey, pero no hay miedo, sin pisarlo pasamos junto a la ermita del Ángel ¿cuál? ¿San Gabriel? No, que ese era arcángel ¿El caído? Quita, a esos homenajes solo se atreve El Retiro. Bueno, pues ni ermita ni na. El plano pone un puntito, pero no hay na de na.

Seguimos camino hacia la estación de seguimiento de satélites, desde donde España notificó al mundo los datos del Apolo XI en su ruta a la Luna, anda que no debieron presumir los del pueblo, pero han pasado más de cincuenta años y las grandes paelleras siguen allí, sin protagonismo pero con sus funciones de seguimiento. No sabemos si son las mismas, si añadieron alguna o si solo han cambiado los componentes obsoletos, pero siguen siendo unos chismes enormes, con su valla alrededor y el cartel de la NASA a la entrada, que sigue fardando un montón.

Otra ermita, la de Navahonda. Ya hemos estado aquí, varias veces, pero parece que hoy llegamos desde otro punto y eso hace casi nuevo el oratorio. Volvemos a colarnos, que no Alfredo, que no hay salida… Es verdad, seguimos. Lo de esta virgen tiene su guasa. Fue segoviana, desaparecida y chaquetera, pues cuando la intentaron volver a su tierra, hizo que las acémilas se negaran a avanzar y quedó en el pueblo ad etenum.  Lo de la religión tiene su puntito, cuentos y fábulas que dejan soso al mejor comic.

Seguimos ruta y cruzamos la carretera, cruzamos fincas, pasamos puertas… todo bien, pero hasta aquí.

En una parada técnica para quítarme los pegotes de la última mierda de vaca que hemos peinado, observo en la arrancada que la cadena de Alfredo cuelga pendulona. Parada, revisión, intento, pero no… falta un muelle. Algún resorte que deja el desviador trasero caído, sin carácter, sin solución. Aun así intentamos seguir un poco, pero no es posible, es que casi toca el suelo y nos queda la mayor parte de la subida y de los kilómetros.

En estos casos es mejor ponerle buen humor y aceptar el destino. Retrocedemos a la última carretera que hemos cruzado y ponemos rumbo al origen considerándonos afortunados, pues esta avería en un sitio comprometido nos hubiera regalado una caminata jugosa.

Dan las once en la plaza del pueblo mientras nos tomamos un café. Comentamos la jugada e iniciamos la recogida. Otro día será, porque la ruta es chula y tiene tramos que no conocemos. El pueblo es agradable, para procurar que nos coincida la comida allí y el ambiente muy ciclista, varios grupos nos saludan ufanos al cruzarse.

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Alcobendas-Vuelta Soto Viñuelas el Rencuentro

Ruta realizada el Sábado 02/10/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
40.2 km
547 m
15 Km Distancia Madrid
2h52'
2h25'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Félix, Juan, Miki, Pepe, Rufi

Mas detalle ruta

Temperatura media: 17.6
Descarga ruta: Alcobendas-sotp20211002.gpx
Reproductor audio crónica:

Después de 4 meses de veraneo y moñigueo, el grupo vuelve a reencontrarse para iniciar la temporada 2021-2022. Aunque, todo hay que decirlo, la cosa no pinta bien; tenemos a un nuevo filosofo (Pepe) que le gusta mas las clases de la complu que coger la bici, dos golfistas (Rufi y Alfredo) que están enviciándose con el golf y no sueltan el palo, y una máquina (Juan) que si no se sube 2500 m de desnivel no coge la bici.

En cualquier caso, hoy nos hemos juntado en una ruta sencilla , poco exigente , pero como siempre la hemos convertido en intensa aumentando la velocidad media.

Tras el abrazo y los besos de la vuelta al cole, iniciamos la ruta hacia el Monte de Valdelatas con el skyline de Madrid al fondo y un tiempo espectacular.

Todo fluía correctamente hasta que enganchamos el carril bici hacia Tres Cantos. En ese momento el trio calatrava (Juan , Rufi y Alfredo) empezó a pedalear como si nos fuera a pillar la lava del volcán de La Palma. Tuvimos que esperar varios minutos en Tres Cantos hasta reagruparnos. A estas alturas Rufi ya nos estaba informando de que le dolía el pecho (pero en ningún momento bajó el ritmo).

Seguidamente, cogimos el sendero que va por el borde oeste del Soto de Viñuelas con un ritmo que al pobre Pepe no le dio tiempo a pensar ningún aforismo filosófico (excepto el de «pedaleo luego existo»), y donde ya empezamos a intuir que la etapa terminaría antes del tiempo estimado.

Al llegar al extremo Norte del Soto de Viñuelas , hicimos la parada de repostaje que aprovechó juan para enseñarnos las coreografías de fitboxing que está haciendo (como si el pobre apenas entrenase). Rufi estaba indignado con el entrenamiento de Juan que nos dejaba a todos como unas nenazas.

Obsérvese como se ajusta el mallot en el brazo a Juan y Miki. A partir de aquí pueden pensar lo que quieran.

El ultimo tramo del Soto de Viñuelas hacia Ciudalcampo transcurre por un sendero muy divertido que por supuesto lo tomamos a toda velocidad y en Fuente del Fresno nos tiramos por una trialera de cierto nivel donde Rufi se encontró a un ciclista acojonado por la cuesta que le obligó a cambiar la trazada y casi el cuesta una caída (y a Juan que lo seguía). Yo fui por la izquierda que tenía incluso mas pendiente y a punto estuve de caerme también. Félix viendo el percal no dudó en poner el pie. Las Nenazas Pepe y Miki decidieron ir por camino fácil y esperarnos abajo.

En el ultimo tramo, Juan decidió imponer su ritmo, Rufi con el dolor en el pecho y a 175 ppm intentó seguirlo pero al final se le escapó y el resto nos lo tomamos con calma. En la dehesa Boyal nos reagrupamos y como llegamos a las 12 a Alcobendas, decidimos tomarnos una cerveza al lado de la casa de Miki para celebrar el reencuentro y desearnos un feliz fin de pandemia

El del casco blanco no se ha enterado que ha terminado la ruta.

Un beso a todas y hasta la próxima.

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Colmenar Viejo – Dehesa de Moncalvillo

Ruta realizada el Martes 28/09/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
41.2 km
828 m
29 Km Distancia Madrid
4h36'
3h45'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix

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Descarga ruta: 2021-09-28-Colmenar-Viejo-Dehesa-Moncalvillo.gpx
Reproductor audio crónica:

Después de tener planeado un día sin mayor aliciente que dar una vuelta rutinaria al Pardo, lo cambiamos en el último momento por esta ruta diseñada por Félix. Había que aprovechar el espléndido día e ir a un sitio con algo especial. Y desde luego que lo fue. Parecía más primavera que otoño.

A las 10:30 empezamos en el aparcamiento habitual que está al lado del restaurante La Cabaña de Vetton, cerca del polideportivo Martín Colmenarejo. Siempre es incómodo salir de Colmenar por el tráfico pero en 5 minutos ya estábamos en el campo.

Pronto, a unos 3 kms, llegamos a la meca del cine en Colmenar Viejo, los estudios Aroztegui, donde se rodaron, entre otras, «La muerte tenía un precio» (1965) y «El bueno, el feo y el malo» (1966). Si queréis saber más sobre este lugar, aquí tenéis un enlace donde cuenta su historia: https://www.colmenarviejo.estudiosaroztegui.com/index.php/historia.

Por una agradable bajada llegamos hasta una bifurcación que nos mete en una subida que nos lleva de cabeza a un pedregal que no se lo salta un galgo. Por suerte es corto y acabamos en una pista que tiene el pequeño inconveniente de tener ondulaciones, lo que hace que Félix pruebe a fondo su mallot nuevo «made in France».

En las Cercas de Barajas cogemos la Calleja del Cabrero (desde luego el entorno es de lo más rural) y por el camino Bajo de Pedrezuela acabamos de morros en la entrada de la Dehesa de Moncalvillo.

La verdad es que esta dehesa es un espectáculo. Estaba impresionante. No sé que va a dejar para la primavera, la verdad.

**** ATENCIÓN no existe el video 20210928_121758.mp4 en el álbum de Google de la crónica
Ciclista sin GPS

El descanso del guerrero lo hicimos en nuestra lagunita preferida que ahora estaba sin flores (hubiese sido ya la leche).

Iniciamos desde este punto la vuelta. En cuanto salimos de la dehesa se empezó a complicar la cosa. Hacia el kilómetro 25 (cerca del cerro Confiteras, que tiene narices el nombre porque está de dulce…) entramos en una senda con subida fuerte y llena de piedras intratables que nos hicimos a pie como está mandado. En una de estas rampas Félix se cayó pero por suerte solo se hizo unos raspones en el codo.

Finalmente salimos de tan inhóspito sendero en el cerro de la Carmocha, retomando la pista ondulada. Esta parte del camino es coincidente con la ida por lo que nos volvimos a encontrar con las piedras que nos hicieron bajarnos la primera vez y que allí estaban esperándonos, sin moverse ni un ápice.

Poco después se me averió mi desviador trasero. Y ya van 2 veces con el jodido XTR (también se le ha jorobado una vez a Alfredo, lo que me hace dudar de su fama). Por suerte, con el plato mediano y el piñón grande conseguimos llegar a Colmenar sin problema, porque todavía nos quedaban unos kilómetros…

Comimos regulín en La Cabaña del Vetton y así acabamos este día estupendo a pesar de estos problemillas. Por supuesto, le levó la bici directamente a Jose, que se alegro de ver de nuevo a una de las viejas Trek.

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Torrelodones-Hontanillas-Hoyo-Cascada Covacho-Peregrinos-Machorras-Berzosa-Fortín Lince

Ruta realizada el Jueves 23/09/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
43 km
828 m
25 Km Distancia Madrid
3319h24'
3h52'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Pepe, Mario

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Reproductor audio crónica:

Un viejo blues para una clásica ruta: Rockin’ Twist de B.B. King

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Se nos acabó el verano, y con ésta comenzamos las bonitas rutas otoñales.

No es el caso de hoy, la zona de Hoyo-La Berzosa-Torrelodones está prácticamente igual todo el año y además la tenemos ya muy vista, pero siempre se disfrutan sus lentos kilómetros y sus bonitas trialeras. Como dice el bueno de Nacho (Nano Flojo) «esta zona es un parque de atracciones para la bici».

Comienzo la mañana con una grata sorpresa, Pepe me hace entrega del nuevo maillot «oficial» de AquíHayQueVenirLlorao. Ya me siento más parte de este genial grupo.

Al rato aparecen Félix y Domingo, saludos tras el largo período estival, preparamos los trastos, un poco de charla y Pepe ya se arranca. Tiene cole por la tarde y no se lo quiere perder.

Arrancamos por un revirado y entretenido sendero que nos saca de Torrelodones. Félix tuvo que echar a voces a un perro que se entretenía en seguir su bici. Situación molesta pues no sabes si el animal se conformará siguiéndote a ladridos o te echará un «bocao».

Dejamos las urbanizaciones y nos adentramos en el campo. Llegando a la finca El Pendolero comienzan los cuestarros hasta llegar a Las Hontanillas.

LLegamos a la Academia de Ingenieros donde hizo la «mili» Domingo.  Avanzamos y cruzamos la carretera de Hoyo de Manzanares para rodearlo, visita a La Torca donde se oían cercanas series de disparos, los aprendices de la Academia practicando tiro. Esto hizo que la conversación versara sobre el Cetme Hispano (alias Chopo), que si era tal o cual modelo y esas cosas.

Antes de comenzar una serie de «bonitas» subidas decidimos parar un rato para quitarnos el peso del plátano de la mochila. Seguían oyéndose ráfagas de nuestro clásico fusil de asalto y claro, surgieron las historias de «la puta mili» jajaja

Continuamos por la senda de Las Cañadas y Picazos contemplando las curiosas formaciones rocosas hasta llegar a la abandonada mina de pórfidos (roca de magma apreciada por su dureza, superior al granito) ahora anegada de agua.

Avanzamos rodeando El Picazo, bonita peña, llegamos al Cuchillar y antes de bajar a la Cascada del Covacho (hoy totalmente seca) Pepe se buscó un atroche para volver a tiempo de comer en casa e ir a la «uni», que si le ponen falta le mandan una carta a casa y se entera su señora. Nosotros nos encaramos con la gran losa que subimos a pata recordando viejos tiempos en que subíamos hasta la mitad jajajaja

Por fin un buen rato de disfrute bajando la rápida, pedrolera y serpenteante trialera de Peregrinos. Más bajada rápida, ahora por pista, hasta la Berzosa. Quisimos rellenar los botes pero la fuente que había al finalizar la pista, junto al aparcamiento, está desmantelada.  Con los bidones medio vacios iniciamos la subida a Las Machorras e hicimos una breve parada en su mirador natural. ¡Qué vistas!

Ya con terreno llano llegamos al enclave del desaparecido «Golden City», decorado de western que incluía poblado y fuerte en el que se rodaron varias películas en los años 60 y 70. Ya solo nos queda bajar al Berzalejo y llegar a Torrelodones, no sin antes visitar la Posición Lince. Es un pequeño fortín construido por el bando Republicano como observatorio por sus buenas panorámicas de la carretera de La Coruña y de la zona del Monte del Pardo.

Y ahora ya toca comer, nos acercamos al Zeppelin donde el amable camarero nos dejó aparcar las bicis en la entrada y tenerlas a la vista. Muy cerquita de aquí hice el curso de guía de bicicleta de montaña y, claro, este bar era nuestro centro de operaciones jajaja, cuantas cervezas y cafés han caído en su terraza. Comimos bastante bien (el tópico de no-ha-venido-Rufi jajaja) de su amplia carta de menú y encima nos «invitaron» a una ronda de cervezas, jeje  

Al final nos salieron 43 km y 826 de desnivel, no está mal para un jueves en esta zona en que los kilómetros son realmente densos.

¡Nos vemos en la próxima!

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De El Boalo al Presidio en tren

Ruta realizada el Martes 21/09/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
46.9 km
440 m
39 Km Distancia Madrid
5h02'
3h29'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix

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Reproductor audio crónica:

Una vez pasado el calor y empezar la temporada otoñal tenía que ir a El Boalo para recoger el router y dar de baja la línea de internet. Así que mi propuesta era salir de allí teniendo en cuenta que hoy el tiempo es excepcionalmente agradable para dar pedales. Con las bajas de los que andan de vacaciones o jugando al golf y los que andan de médicos sólo responde Domingo con el pero de que está sin coche por un fallo de los que no es aconsejable ignorar. Por lo tanto, me acerco a recogerle.

Una vez en su casa antes de lo convenido, observo en el móvil que el fóllón en la M-30 es de consideración y Google Map me avisa de que hay un accidente en la M-40 por lo que la retención es de 25 minutos para llegar a El Boalo. Como no tenemos prisa ni quién nos la meta, decidimos pasar la hora punta tomando un café. Pasada media hora decidimos coger la M-40 siguiendo el consejo de Waze y de Google map.

A las 10:20 llegamos a la puerta de la urbanización y en 10 minutos estamos en marcha camino de Manzanares El Real por la cañada. Bordeando el embalse Santillana, la pituitaria nos anuncia la cercanía de la estación de depuración de aguas residuales (EDAR), donde tomamos el camino hacia el norte que te lleva a la Hoya de San Blas. Antes de llegar al depósito de Soto del Real nos desviamos hacia el pueblo. Cómo la ruta que llevo en el GPS se nos iba a los 53 kms, decidimos que de ahora en adelante vamos improvisando acortando para aligerar el kilometraje que aunque es muy llano, hoy hemos venido en plan paseíto mañanero aprovechando que hace un tiempo espectacular.

Saliendo de Soto, cogemos un camino asfaltado, pero con poca circulación que bordea El Rebollar y que siguiendo la dirección de la ruta original nos encamina por la vía del tren que tantas veces nos hemos encontrado por distintos puntos de la sierra madrileña. Viene de Colmenar Viejo y pasando por Soto y Miraflores se adentra en el valle de Lozoya pasando por Braojos, Buitrago, Gascones… etc., para cruzar por el túnel del Alto de Somosierra antes de conectar con la provincia de Segovia. Es la antigua vía de Madrid-Burgos que se construyó en 1968 y que debido a los derrumbes en 2011 del túnel de Somosierra, Adif decidió dejar de dar el servicio dado el escaso número de viajeros. Durante algún tiempo estuvo infrautilizada para el transporte de mercancías hasta que definitivamente quedó en desuso. Aquí os dejo un enlace para más información.

El camino por el lateral de la vía férrea es muy agradable. Tiene tramos que te encuentras encañonado por los muros de piedra que tuvieron que excavar para mantener la ligera pendiente que permite este tipo de vías.

Sin embargo, otras partes del recorrido nos permite ir viendo por el oeste el Cerro de San Pedro y por el noreste, desde el Pico de la Miel en La Cabrera; toda la Pedriza, el Embalse de Santillana, La Maliciosa y La Bola del Mundo o alto de las Guarramillas. El cielo está nítido y azul.

En uno de los claros podemos observar una torre de estilo dieciochesco que me recuerda la Torre de Belem de Lisboa

Al principio sospechamos que es una propiedad privada de alto standing, hasta que nos damos cuenta de que lo que parece el muro de una fortaleza es el dique del embalse de Santillana.

Salimos de la vía del tren para empalmar con la trialera que viene de Colmenar y que nos lleva hasta el Puente Medieval que cruza el Manzanares.

Allí cogemos el archiconocido camino que nos retorna a Cerceda en un ligero y constante ascenso. Llegamos al pueblo donde nos acordamos que comimos muy decorosamente en la terraza de El Ibón, así que decidimos repetir. Y de nuevo acertamos. Coincidimos que de primero será las Verdinas con Marisco. Muy buenas. El postre también es objeto de coincidencia pues ambos pedimos el Hojaldre de nata y crema (sorprendentemente es nata de verdad y no el odioso chantilly). Para que no me pese en la sandía y la conciencia, el café con leche será endulzado con sacarina.

Subirse de nuevo a la bici para acabar los escasos kilómetros que nos quedan, nos parece totalmente superfluo, pero no existe alternativa.

Así pues, llegamos a nuestro punto de partida donde recogemos el router y enfilamos la carretera para casita con la satisfacción de haber hecho un recorrido sin mucho esfuerzo y muy agradable para esta época del año.

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Tres Cantos – Vertedero

Ruta realizada el Domingo 19/09/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
35.8 km
509 m
20 Km Distancia Madrid
3h17'
2h32'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Félix, Miki, Pepe

Mas detalle ruta

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Reproductor audio crónica:

Los tres en Tres Cantos antes de la hora fijada ¿está cerca? ¿son las ansias? El más valiente Miki, que se presenta montado desde casa, con lo que hará de una ruta simplona un recorrido destacable, el muchacho se va a los 60 km hoy.

Saludos y abrazos correspondientes para ponernos en marcha y quitarnos el frío, que el otoño llama a la puerta y las mañanas ya empiezan a ser otra cosa ¡qué bien! Empieza la época molona para la bici.

Tramo suave y mayormente en bajada hacia el soto de Viñuelas. Para iniciar la primera subida nos quedamos en riguroso uniforme de verano despojándonos de:

  • Félix los manguitos de Hilda
  • Miki del cortavientos
  • Yo del windstoper nuevo

Llama la atención la cantidad de coches que pasan seguidos en este punto. Es una zona que combina pistas del canal y cañadas, no es horario de bodas en el castillo y no sabemos de evento próximo, sin embargo son un montón dirigiéndose a ningún sitio para molestar (poco) a los ciclistas.

En un ratito llegamos a la urbanización el Rondelo. Ya me llamó la atención antes, con sus casas hechas con prisa, el poste eléctrico y transformador sin que le lleguen cables de alimentación (eso que se ahorran), puerta de entrada cerrada… este sitio es raro. Pues sí, raro no, ilegal. Aquí os lo dejo  RONDELO. Que sepáis que hay parcelas en venta, por si estáis interesados.

Seguimos hacia la cuesta más significativa de la ruta, unos rampones de mucha pendiente, pero sin dificultad técnica. Como el gordito ya nos pasó antes sin despeinarse, los subimos sin presión mediática.

Nos acercamos al vertedero y paramos un rato a observar las rapaces. Están menos activas que en primavera y las cigüeñas se han largado con viento fresco. Decían que hace años que no emigran y ya ves, la Filomena las animó a coger el pendengue y largarse a Marruecos.

Luego ya, la vuelta a Tres Cantos es un paseo, pista facilona con llaneo y algún repecho corto. A la entrada al pueblo nos despedimos de Miki, que engancha el carril de vuelta a casa. Félix y yo nos tomamos una cervecita, que no todo va a ser follar.

PD: No os quedéis en casa. Si os da pereza, un rulito corto aunque sea a por el pan, que siempre merece la pena y si es con amigos, más.

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San Agustín de Guadalix-Azud del Mesto-Pedrezuela

Ruta realizada el Jueves 16/09/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
39.4 km
612 m
30 Km Distancia Madrid
4h29'
3h14'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Pepe, Rufi

Mas detalle ruta

Descarga ruta: 2021-09-16-San-Agustin-de-Guadalix-Azud-del-Mesto-Pedrezuela.gpx
Reproductor audio crónica:

Empezamos la nueva temporada después del verano. Un día genial para montar, con un cielo de nubes algodonosas y una temperatura perfecta. Momento de reencuentro aunque esta vez sólo hemos sido cuatro los que nos hemos enfrentado a esta ruta. Los días anteriores llovió a mares por lo que era imprescindible buscar una ruta con el menor barro posible. La zona de Guadalix es ideal para estas ocasiones por lo que decidimos hacer este clásico que ya nos sabemos de memoria (bueno, unos más que otros…).

Aparcamos enfrente del tanatorio de San Agustín. Esta vez preferimos sustituir nuestro clásico aparcamiento en el polígono por este lugar lleno de «tranquilidad». Quitando los aspectos luctuosos del sitio, la verdad es que está genial para aparcar, recoger y limpiar las bicicletas.

Quedamos pronto, a las 9, para que Pepe pudiese asistir a sus clases filosóficas de la tarde. Llegamos todos a la hora, celebramos el reencuentro (sin mariconadas ni cosas griegas de esas) y nos pusimos al tajo.

Hay días tontos y este fue uno de ellos. Nada más empezar comprobamos la falta de comunicación que teníamos con nuestros GPS. Nos liamos un poco, sobre todo yo, que me enredé con una zarza y estuve a punto de besar el suelo. Ya tenía mi caricia gatuna nada más empezar la fiesta. Pero finalmente afinamos el tiro, siguiendo la ruta que nos llevaba al polígono, atravesando el rio Guadalix y que nos sacaba del pueblo en dirección al azud.

Esta vez no nos detuvimos para ver el salto del Hervidero. Había prisa, la teníamos muy vista y el ritmo era bastante rápido. Pronto llevamos al azud. Había charcos y algo de barro pero nada grave que perturbara las buenas sensaciones que siempre me ha dado este lugar.

Al fondo, el acueducto del Zegri

El disfrute de este recorrido tiene su precio. Para salir de azud del Mestre hay que superar una buena subidita con un estupendo firme de piedra suelta. Arriba nos espera el pueblo de Pedrezuela que atravesamos en un pis-pas.

En el embalse del Vellón (o de Pedrezuela, como dicen lo del pueblo, que es su pantano, leñe) nos paramos, como siempre, a tomarnos el platanito.

El Watermelon Team, luciendo su nueva equipación banana style.

Después del piscolabis, dejamos atrás Montenebro y cogimos velocidad por las pistas que nos llevaron a atravesar el acueducto del Zegri.

Después de un rato y una pequeña trialera, nos lo volvimos a encontrar de nuevo, esta vez desde abajo.

Desde aquí, poco quedaba ya. Pronto llegamos al Guadalix de nuevo y nos plantamos en los coches con tiempo suficiente para que Pepe pudiese ir a la universidad. Rufi encontró problemas con su pasador de la rueda delantera y decidió ir corriendo al Trek de Alcobendas. Demostrando un elevado nivel tecnológico, allí le dieron la solución definitiva, cargándoselo del todo-todo.

Félix y yo nos fuimos al comer a La Kedada, aparcando en la puerta. Como siempre, no nos decepciono.

Un día estupendo con una ruta agradable y la mejor compañía. Así da gusto volver de vacaciones.

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Collado Villalba-La Jarosa

Ruta realizada el Jueves 02/09/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
44.3 km
899 m
37 Km Distancia Madrid
5h18'
4h21'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Pepe

Mas detalle ruta

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Reproductor audio crónica:

Música dedicada a Pepe, coplero como un servidor:

La rosa de Pepe Marchena, maestro de maestros del cante flamenco

Llevamos una racha nefasta entre calores tórridos y lluvias torrenciales, que ahora se llaman DANA según los meteorólogos. DANA debe ser el acrónimo de Diluvia Agua como Nunca Antes. ¡Qué se lo digan a los de los pueblos de Toledo que vieron como el agua se llevaba sus coches calle abajo!

El caso es que ayer tuvimos que cancelar porque cayó una tromba de madrugada. Y menos mal que cancelamos porque se montó un monumental atasco. Luego abrió y quedó una mañana magnífica. Hoy la cosa parecía mucho más factible, así que de nuevo ponemos los despertadores. Cuando estoy subiendo la bici al coche a eso de las 8AM, suena un trueno ensordecedor y empieza a llover como el día anterior. Ya no hay vuelta atrás.

Un cuarto de hora antes de lo convenido ya estamos los tres en el punto convenido de Collado Villalba. Entre las vacaciones y compromisos varios, echamos de menos a Juanlu, Rufi, Mario y Alfredo, destacados e ilustres jubiletas. El resto de miembros laborales parece que tienen la noble misión de evitar que las exhaustas arcas de la Seg. Social toquen fondo y finalmente tengamos de nuevo que ponernos a programar COBOL, 40 años después.

El cielo se ha ido abriendo. Unas blancas esponjosas nubes destacan en el azul del cielo, pero no amenazan lluvia. Cruzamos el pueblo llaneando unos kilómetros con una temperatura muy agradable que contrasta con los rigurosos calores sufridos en las últimas semanas. En suave pendiente vamos cruzando Alpedrete hasta rozar las últimas urbanizaciones de Guadarrama para llegar hasta Los Molinos. Muchísimas construcciones han degradado enormemente la sierra. No es de extrañar los interminables atascos que se montan en la A6 de entrada a Madrid.

Algunos charcos se cruzan por los caminos. Busco una alternativa para no hundirme en uno de ellos y entro por un estrecho sendero, donde me engancho con el manillar en las ramas de un arbusto que me empuja en dirección contraria hacia las ramas de una pequeña encina, que se ensaña con mi brazo produciéndome lesiones de diversa consideración. De nuevo, tendré que explicar que no me he follado al gato.

Llegamos al embalse de los Irrios, -aquél que hace poco visitamos en dirección contraria-, y su característico bocado. Empezamos a bajar por unos senderos cómodos en paralelo a la autopista hasta cruzar por un oscuro túnel donde empieza la verdadera subida de la mañana.

Por el cerro del Horcajo en pronunciado ascenso, admiramos el hermoso cielo azul y las cargadas nubes blancas. Al llegar al Cerro del Cebo del Lobo dejamos la pista para coger una intransitable y descarnada trialera llena de piedras sueltas con raíces húmedas a causa de las violentas lluvias de estos días. Sin pensarlo mucho, vemos una estupenda oportunidad para bajarnos de la bici dando un respiro al maltratado culo que va dando síntomas de gangrena.

Aquí es donde nuestros compañeros más avezados hubieran hecho algunos de sus valientes alardes. Un friki con ebike de enduro y casco nos pasa con soltura con ruedas de al menos 2,60″. Yo ya tengo bastante por hoy con el rasguño. Domingo y Pepe lo tienen igual de claro.

Alcanzamos la pista que nos lleva de un tirón al embalse de La Jarosa que rodeamos y donde se observa la colosal Cruz del Valle de los Caídos entre los azules del embalse de la Jarosa, los verdes de la vegetación y un cielo espectacular. De ahí en un pis-pas de nuevo en Guadarrama para empalmar con el mismo camino que nos trajo.

El restaurante propuesto por Mario está cerrado. Deben haberse hecho un lío, porque en la puerta tienen un cartel que dice que los lunes se cierra. Si hubiera llevado un boli les habría puesto un mensaje aclarando que hoy es jueves. Así que después de unas consultas al Gran Oráculo Google, encontramos un restaurante de nombre bastante pretencioso: «Esencias de España – Gourmet Experience», del que no esperamos más que nos quite el hambre con modesta vianda. Gran equivocación.

Pepe impide que me dirija al dueño, pues es consciente de mi innata capacidad para cabrear al gremio y ante la tesitura de tener que buscar otro restaurante, negocia personal e infructuosamente la custodia de las bicis. Le ofrece un rincón en el exterior del bar fuera de nuestra vista. Pero zanja el ofrecimiento con un rotundo: «Ya, a 5000 euros la bici…» complementado con un gesto que le indica claramente que se pire. Con las mismas, decide ir a buscar el cable gordo y el supercandado al coche, mientras el dueño del restaurante nos reserva una mesa desde donde divisaremos a duras penas las bicis. Domingo y yo nos tomamos mientras una cerveza.

Y así terminamos la jornada con una agradable comida bien elaborada antes de despedirnos temporalmente porque tanto Domingo como yo, nos vamos la semana próxima de vacaciones.

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Cerceda, Navacerrada, Mini-Anglirú, Mataelpino

Ruta realizada el Jueves 26/08/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
33.9 km
836 m
37 Km Distancia Madrid
4h21'
3h12'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Juanlu, Pepe, Mario

Mas detalle ruta

Descarga ruta: Cerceda-28-08-2021.gpx
Reproductor audio crónica:

Amenizado por Mungo Jerry y su genial «In The Summertime»

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Tras los calores del estío por fin llegó el día de subir al monte y saludar a los amigos. ¡Qué ganas!

Aunque el día no comenzó bien, tras desayunar y vestirme voy a coger la bici para arrancar y… llanta delantera en el suelo ¡Glubs! El día anterior había cambiado la cubierta, todo bien, montada y talonada con presión correcta. Antes de acostarme lo vuelvo a revisar y todo Ok.

Imaginé que podía ser el obús, ya que lo desmonté para meter el líquido sellante y pudo quedar flojo o con alguna mierdecilla que no lo dejaba estanco. Afortunadamente tenía uno de repuesto, apreté un pelo la válvula y lo cambié. Ha aguantado bien la presión hasta hoy, problema resuelto.

Lamentablemente perdí demasiado tiempo en la operación y salí con la hora más que pegada. En agosto no hay mucho tráfico, menos mal, y pisando el acelerador un poco más de la cuenta tiro para Cerceda. Cuando llego a la rotonda de entrada recibo la llamada de Pepe que, en lugar de preguntar si me ocurre algo, me dice que si he dormido bien… si he parado a desayunar… que ya están listos para salir… Afortunadamente solo me retrasé diez minutos y me libré de invitar al aperitivo, jajaja

Arrancamos y tras cruzar el casi seco arroyo de Fuentidueña llega la primera tontería del día. Cruzamos una puerta que absurdamente no cierra nada y además se puede evitar a poco que te fijes. Pero como salíamos tan «alobaos» y con fe ciega en el GPS, pues eso. Lo he quitado del Track por vergüenza, jaja

Tras un senderillo inicial tomamos brevemente la Cañada Real Segoviana, calentamiento de piernas antes de afrontar la durilla subida al Mirador de Moralzarzal.

Ya empieza a notarse el calor y tras disfrutar un ratito de la vista iniciamos bajada a Moralzarzal, lo rodeamos  y enfilamos una entretenida pista que nos acercará a Navacerrada. Entretenida hasta que llegamos a la pista de cemento en la ladera de Matarrubia, ¡vaya subidita con sus curvas de herradura!. Superada la subida entramos en un bonito sendero que pica para abajo y se disfruta mucho.

Paradita en el embalse, que a estas alturas ya ha perdido mucha agua, y enseguida parada en el pinar para avituallar. Qué bien se está, a la sombra y con un airecillo refrescante. Momento de descanso y comer lo que lleves.  Apareció un caminante acompañado de un bonito Beagle, o tal vez un Foxhound (no sé, no sé) al que dimos un poco de charla hasta que el animal empezó a ladrar como diciendo «anda, vámonos que estos te están dando la chapa y ya empiezo a aburrirme» jajaja

Recogemos y continuamos por una subidita (que tras comer y con el calor se hace muy agradable, jeje) que nos lleva a la nacional que une Navacerrada con Moralzarzal.

Al cruzarla nos topamos con una bonito sendero/ trialera de bajada que hoy haremos de subida. Aquí tuvo un ligero percance Juanlu, que en una mala pisada en la traidora cuneta cayó de lado haciéndose daño en una cadera. Con su natural bravura continuó pedaleando como un campeón, pero la lesión le impidió mantener la cabeza del grupo. Superado el primer y descarnado tramo el resto se hace bastante bien y resulta divertido serpentear cuesta arriba hasta llegar a Los Almorchones.

Encontramos la cascada bastante seca, así que sin parar a mirarla comenzamos la pista de subida hasta el pequeño embalse de la Maliciosa. Durante la subida nos llamó la atención ver un helicóptero de acá para allá, «a qué andarán estos» pensamos. Hacía calor y el Sol nos aplastaba la espalda, llegar a la Fuente Baceilla fue como llegar a un pequeño oasis. Allí encontramos un par de simpáticas caminantes y un curioso jato que se acercó a ver qué hacíamos por sus dominios. Yo me lo hubiese llevado a casa, pero no creo que Ana lo aceptase como mascota. Tras un ratito de charla (con las chicas, sobre todo con Félix, jaja) nos refrescamos a gusto, rellenamos bidones y continuamos subiendo, ya queda poco.

Al llegar a la barrera de acceso al embalse nos sale al encuentro uno de los bomberos de un nutrido grupo que resultó estar allí de maniobras. Con mucha educación y cordialidad nos aconsejó mantenernos juntos y alejarnos de la zona, estaban haciendo ejercicios con el helicóptero y podía resultar peligroso para nosotros y generar estrés al piloto. Nos quedamos un rato viendo como bajaban del helicóptero colgados del «winchi», es un espectáculo.

Tras las fotos y vídeos de rigor nos tiramos por la super-bajada (afortunadamente no super-subida, uff) del «mini-Anglirú» que cae casi en picado hasta Vista Real. Yo lo he subido (a tramos) muchas veces, pero hoy lo he bajado con una gran sonrisa.

Dejamos la pista para meternos en por esos entretenidos senderos «sigle-track» de sube y baja hasta llegar a Mataelpino. Allí decidimos acortar, nos empezábamos a ir de hora y «la caló» nos aconsejaba volver a Cerceda y amorrarnos a una cervecita bien fresca.

Así, nos olvidamos de la zona de Samburiel y ponemos rumbo a El Boalo para llegar a una buena hora a la «meta» del restaurante.

Entrada en la meta al sprint

El Ibón, sitio recomendable. Cómoda terraza, buena atención y rico menú. Y con las bicis en la mesa de al lado, jaja. Estábamos tan a gusto que por un pelo no cayeron los chupitos jajaja.

Una mañana espléndida de BTT y un reencuentro muy deseado, lo disfruté un «güevo», gracias.

Se me queda alguna anécdota, pero bastante me he enrrollado ya, ¿verdad?.

¡Nos vemos en la próxima!

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Guadarrama Los Molinos Los Leones La Jarosa

Ruta realizada el Martes 17/08/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
35.2 km
911 m
43 Km Distancia Madrid
4h58'
3h26'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Pepe, Rufi

Mas detalle ruta

Descarga ruta: Guadarrama2021-08-17-0904__20210817_0904.gpx
Reproductor audio crónica:

Pues no, igual, igual que siempre no era. Esta ruta nos la cogimos del Wiki y la teníamos rondando por el chat hace algún tiempo, que si es muy dura, que son casi 1.200 mts, que no, que no pasa de 850mts, que la tenemos muy vista, que…

Finalmente utilizamos este recorrido para dar la bienvenida a Fernando, que vuelve de sus vacaciones delgado y fuerte. Para mí que no lo ha pasado muy bien, porque cualquier madurito que se precie vuelve gordo y rezongando, con el gesto compungido y la moral por los suelos por la vuelta al curro –que no es el caso-.

Quedamos a las 9h en el aparcamiento de la sierra de Guadarrama, junto a la plaza de toros. Félix avisa que le pilló un accidente en la autovía y llegará tarde, rápida contestación de Fernando: nosotros vamos saliendo. Al final llegaría bien antes de la hora señalada, pero la mala leche natural que nos acompaña queda servida.

Salimos por el cordel de la calleja de los Poyales (no pude resistir citarlo, el nombre mola un montón) y enseguida nos desviamos del tramo que tenemos  más manido para subir a la ermita de la Virgen del Espino. Primeras rampas duras, mucho, con trazado muy amplio, pero pendiente infernal y suelo suelto y muy seco. Si pierdes tracción, empujas hasta arriba, pues no hay quien arranque en cuesta. Las fotos del oratorio nos sirven para recuperar fuelle y seguir trepando por una ladera donde el sol ya acaricia el cogote.

La virgen enrejada

Un sendero estrecho nos lleva a la presa de los Irrios (Olé la toponimia rural), que tiene en su muro como un mordisco por el que se cuela la luz.

Bajo la vía

En este punto el trazado nos da un pequeño respiro y llanea un poco en dirección a la vía del tren, que pasamos por debajo y empujando, otra variedad que no conocíamos. Diría que esta primera parte de la ruta es casi toda nueva y bastante cabrona.

Ahora sí, enlazamos con el camino de la solana que va del puerto del León a Los Molinos. Esa puerta metálica en la que los más bajadores esperan a los más lentos sujetando la cancela y sonriendo por su gesta, mientras aún les tiemblan las canillas por las salidas de curva que acaban de superar.

Solo que esta vez no es así, nos toca subir mucho y duro. Otra vez las rampas rotas de firme suelto y con el sol que ya no acaricia, atiza unas collejas que te deshace la sesera. En poco tiempo te metes un montón de metros bastante desagradables hasta alcanzar una horizontal, que no es tal. Solo un espejismo para seguir subiendo.

Nos encontramos con un caminante guiri de patas recias, que nos dice que salió de Los Molinos y va a San Rafael y vuelta. Se le ve duro y enjuto, sufridor y parlanchín. Ya podía haberse buscado ruta con más sombra.

Si, sombra, por fin la sombra, llegamos a los ansiados pinos que nos protegen y un mar de helechos frescos que contrasta con lo que llevamos pasado. Permite un poco de charla hasta que Fernando se detiene en el desvío a derecha bajo el tendido eléctrico, con una sonrisa provocativa que claramente indica “a empujar, majetes”. Él menos, bastante menos. Este hombre ha debido pasar unas vacaciones de pena, si no, no me lo explico.

Luego la senda se hace más llevadera y cogemos metros en dirección al puerto. Es el momento parada y plátano. Aquí aparece otro individuo pedaleando. Le echo una bronca por llegar tarde y tenernos esperando, que encaja bien ¡qué remedio! Charlamos, pregunta, contestamos, duda, rectifica y se larga por el camino que traíamos. Nosotros, a lo nuestro. Coronamos el puerto por el sendero paralelo a la carretera, que tiene algún punto de duda, con un árbol caído que despista.

En procesión

Lo que queda ahora es más suave y más fresco. Solo un par de rampones y el resto un descenso recreativo hasta La Jarosa, donde recuperamos fluidos con una cervecita, para después dejarnos caer al pueblo sin más.

Aclaración: la señora del fondo no venía con nosotros

Comemos en una plaza con restaurante sombreado y humedecido, que nos salva de un sol inmisericorde. El menú es amplio, el servicio amable, los platos de buen aspecto, el sabor de batalla. Los 10€ del cartel no justifican otra cosa. Está bien.

¿Dónde vamos mañana?

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