Blog

Vuelta al Pardo …. Tres Hostias y un Pinchazo

Ruta realizada el Jueves 25/11/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
30.6 km
444 m
9 Km Distancia Madrid
5h05'
2h31'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Félix, Juanlu, Rufi

Mas detalle ruta

Descarga ruta: El-Pardo-Senderos20211125.gpx
Reproductor audio crónica:

Hace ¡¡musssso¡¡ que no escribo ni salgo. Me estoy oxidando. Y el día que por fin arranco, lo hago con  los mas fuertes, con los más bestias, con los que nunca se caen (o eso me creía yo) y con los mas competitivos. No sé que mas decir. Todo lo que se os ocurra, pero todo, todo, más que yo.

Quedamos a las 11h donde siempre, en el mítico Somontes (aparca donde quieras). Alfredo y Félix vienen como señores en su coche. Rufi y el que suscribe, en bicicleta desde casa. Rufi como todos sabéis es del Atleti y desciende de una afición inasequible al desaliento y si tiene que venir pongamos desde El Escorial, pues se viene, ¡qué cojones!. Para eso, como el del chiste que alguien me ha contado:

-Tengo los huevos cuadrados, toca toca,

-pero que coño son redondos,

-ya pero me jugué con el que estaba en la barra, que me tocabas los huevos, jajaja…

Y yo me vine desde casa, porque quería probarme y, ver de que era capaz. La última vez que salí con Pepe, me dio pajarón, y esta vez cansado y sin ayudas pude llegar a casa. Menos mal. Rufi las viejas glorias NENAZAS del Real Madrid (Waters-melon), tenemos que dar mucha guerra, pero mussssa mussssa todavía.

El primer tramo junto al río y hasta la cascada, cerca de la presa,  nos sirvió para calentar las piernas y la cabeza… No avistamos ciervos ni berrea, pero ¿para qué?

La berrea la llevábamos incorporada. Nada presagiaba lo que estaba por llegar. Y es que el Pardo es el Pardo. A partir del cementerio de Mingorrubio, no se si la momia de Franco planeaba sobre nuestras cabezas, y es que después de la subidita desde el cementerio, donde todos hacían dotes de sus fuerzas extraordinarias, o «también, esto me lo subo yo por mis cojones», al ir a subir y mirar hacia arriba, ya no estaban. Eureka estoy sólo, pues nenaza entrena. Me esperaron arriba, menos mal. Y es que El Pardo es un laberinto, en el que, en diez metros cuadrados puedes tener cinco caminos diferentes, y por eso hay que estar atento al track. Track que no llevaba, y si no hay track, hay que estar atento al último que te precede.

En fin, al bajar no quería perderlos y le di desarrollo. Sin mas preámbulos, nos encontramos con una excavadora que ocupaba todo el camino, entre grandes montones de arena que había que sortear por uno de los lados. Todos los sortearon, menos yo, que me fui al suelo haciendo un tirabuzón (muy bonita la estirada) inaugurando el palmares (primera caída u hostia).

Pero Rufi , me lo queria poner difícil. Al llegar al Palacio de la Quinta, después de una bonita bajada, comenzamos a subir y me veo a Rufi y Alfredo, inflando la bici de este último. No pasa nada, pero ¿qué hace Alfredo sin bomba y que hace Rufi que se la deja? Hay lo dejo, sin querer meter cizaña, jajaja.

Después de hinchar la rueda, cosa que va a tener que hacer cada 100 metros, porque hoy no había polvillos negros antipinchazos, consejos doy que para mi no tengo, un poquito mas arriba, Rufi se encuentra con Félix y al intentar adelantarle subiendo, le bloquea el paso y da con los huesos en el suelo. (segunda caída u hostia).

Según las malas lenguas, hoy Félix, no quería que viniera Rufi, y le ha cerrado subiendo, hasta estos extremos llevan la rivalidad,  jajaja.

Más tarde al llegar al campo de tiro, a Alfredo se le enciende una lucecita en el estómago, que está sin reservas y,  necesita llenar el depósito, así que nos lleva al galope hasta el restaurante San Francisco, a por el menú degustación 19,95 euros, y que acabamos pagando 30 euros, cosas del menú degustación del bolsillo.

Y señores al volver, desde el restaurante al aparcamiento, Rufi se nos despista con un ruidillo procedente de la carretera, y Alfredo frena porque claro ya no llevaba prisa, con el depósito lleno y Rufi está a punto de embestirle, pero en vez de eso opta por tirarse al suelo y se embiste a si mismo (tercera caída u hostia), cosa que inmortalizan al instante para  escarnio del rojiblanco.

Llegados a este punto y bromas aparte, me lo he pasado genial, con tres magníficos compañeros y espero tener el honor de volver a compartir con vosotros, no ya el tiempo perdido, sino el tiempo ganado.

Un abrazo.

Álbum de Google: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos

3 comentarios

Colmenar circular por Navacerrada, Matalpino y Manzanares. Shana Tova a la bici de Miki

Ruta realizada el Domingo 21/11/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
58.6 km
676 m
29 Km Distancia Madrid
4h43'
3h41'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Juan, Miki, Pepe, Rufi, Otros

Mas detalle ruta

Temperatura media: 11.4
Descarga ruta: ColmenarViejo-Navacerrada20211121.gpx
Reproductor audio crónica:

No estaba nada claro que fuéramos a salir hoy. Que si va a llover, que si la ruta es para nenazas y blandengues, que si la abuela fuma…. Empezaron Alfredo y Pepéneca (también conocido como Peperistóteles o Pepócrates) a calentar el ambiente y, poco a poco se fueron sumando efectivos. Juan se sumó cuando vio que la ruta estaba por encima de las 1000 calorías de consumo energético y, de hecho, se ha traído más efectivos. Miki también se sumó a última hora, lo cual ha sido una alegría porque ya llevábamos tiempo sin vernos.

El caso es que, a las 9 de la mañana nos hemos encontrado el equipo de titulares y suplentes en un sitio inhóspito, en medio de la nada. O sea, en medio de las afueras de Colmenar Viejo (que, desde mi punto de vista debería llamarse Colmenar viejo y feo). Juan se ha venido con dos suplentes que tenían unas piernas como jamones 5 jotas los animalitos. El propio Juan está echando unos pechos con eso del fit boxing, o como se llame, que ya quisiera Pamela Anderson en sus buenos tiempos. Me tienen que explicar los colegas de Juan dónde consiguen pantalones de diario que les quepan ese pedazo de jamones que calzan los muchachos.

Nos faltaba en el equipo el Capitán. El capitán Trueno, que venir no ha venido, pero sí ha lanzado su amenaza de que la ruta se nos iba a hacer larga. Y más que una amenaza ha sido una maldición, por lo que contaré más tarde.

Juan y los suplentes (llamados Rafa y Nacho) han llegado tarde y, como ya se sabe, en este grupo no se espera, así que hemos salido de najas sin esperarles. La primera parte de la ruta ha sido muy divertida porque desanda el camino del puente del Batán hasta Colmenar que, como se sabe, es una trialerita muy divertida, especialmente de bajada. Desde ahí hemos seguido la ruta en dirección a Moralzarzal y, no me acuerdo exactamente en qué momento, nos hemos reagrupado todos. Ha sido entonces cuando Pepéneca ha dicho que ya veía que a partir de ahí iba a empezar aquello de «a ver quién la tiene mas larga, etc». No entiendo esa discusión «esmeril» (que decía Gento), porque es un tema sobre el que no hay discusión posible. Yo soy el mejor dotado, claramente.

Salto de la valla, pegada a las vías del tren. El salto ha sido totalmente evitable porque había un camino estupendo al lado por el que se podría haber ido perfectamente. Pero ya se sabe que si no hacemos difícil lo fácil no somos felices. A estas alturas todavía no se nos habían unido Juan y los suplentes

Todos juntos, en amor y compañía, hemos seguido la ruta hasta llegar al embalse de Navacerrada, momento del refrigerio. Todavía nos quedaba más mili que al palo de la bandera. Los suplentes se defendían muy bien en terreno fácil, impulsados por los potentes jamones, pero hacían agua cuando la cosa se ponía más técnica, tanto de subida como de bajada.

El dream team y suplentes. Momento de la reunión del grupo completo que duró poco agrupado
Embalse de Navacerrada, a medio gas, como nuestras fuerzas a esa altura del partido

Antes de llegar a Manzanares el Real había una zona más técnica donde hemos tenido que poner los puntos sobre las íes y demostrar por qué en este equipo hay titulares y suplentes. Que si la llanta tal, que si la cubierta cuál…. Al saber le llaman suerte. Ahí hemos empezado a perder componentes, porque se nos ha retrasado Pepe. Bueno, en realidad, antes ya habíamos dejado que salieran de avanzadilla Juan y los suplentes, pero les hemos cazado a la salida de Matalpino, haciendo una jugada genial ideada por Pepócrates.

Al llegar a Manzanares ha empezado el despropósito. Uno de los suplentes, no sé si Nacho o Rafa, ha pinchado. Como no lleva tubeless, ha tenido que cambiar la cámara, cosa que ha hecho de forma rápida y diligente. Pero el que también ha pinchado en ese mismo momento ha sido Miki, que ha intentado arreglar el entuerto hinchando la rueda y dándole cuerda a la cometa. Una vez que Rafa, o Nacho, han arreglado el pinchazo hemos seguido camino, pero la alegría dura poco en casa del pobre y, antes de llegar a la gasolinera de Manzanares, hemos vuelto a parar porque Miki iba ya en la lona. A todo esto, Pepe había hecho la secante y había pasado por la urbanización, con lo que se ha «piantado», que diría un argentino en lunfardo. Los suplentes se han pirado, que diría un madrileño cañi y Alfredo, que había seguido a su bola, viéndose solo y abandonado, ha dado la vuelta para reunirse con el equipo de mecánicos.

Miki y Juan querían arreglar el pinchazo a base de darle un «mechazo» a la rueda, por lo que han procedido a violar la cámara con diversos objetos punzantes, con escaso o nulo éxito. En ese momento Alfredo ha dicho que lo iba a arreglar echándole un polvo a la rueda (literal). Dicho y hecho, ha sacado de la mochila el instrumental médico y le ha echado a la rueda uno polvo de color (negro) que no ha servido para nada porque el aire se seguía saliendo a chorros. Al final, entre Alfredo y Juan, formato mamporreros, han metido la mecha «hasta la bola» y han conseguido cerrar el agujero. Ahí ha llegado mi contribución, prestando a Alfredo una navajita que tiene mi set de herramientas, con la que ha procedido a circuncidar a la bici de Miki, cortando el pellejito sobrante y completando la conversión de la bicicleta.

Milagrosamente, la conversión nos ha permitido seguir la ruta que, desde Manzanares y salvando la parte que bordea el embalse, se ha desarrollado toda por carretera y el carril bici que lleva a Soto del Real. Ese tramo nos ha permitido encendernos, como tenemos por costumbre, aligerando mucho la marcha y la media, lo cuál nos ha llevado al punto de partida, llegando a una hora razonable.

Buena ruta, larga como ya sabéis qué y en la que se ha manifestado la maldición de capitán Trueno. No sé si habremos ganado adeptos para futuras salidas o todo lo contrario. El tiempo dirá

Álbum de Google: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos

13 comentarios

Ríos Jarama y Henares. Entre dos aguas y el Parque Regional del Sureste

Ruta realizada el Jueves 18/11/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
58.4 km
214 m
7 Km Distancia Madrid
7h04'
4h23'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Mario

Mas detalle ruta

Descarga ruta: Puentes-y-Lagunas-del-Parque-Regional-del-Sureste.gpx
Reproductor audio crónica:

El grupo sigue diseminado en labores varias ante lo cual, Domingo y yo planificamos una jornada de paseo rápido en busca de los colores del otoño antes de que el viento se lleve las hojas hasta el siguiente año. Ni siquiera lo publicamos en el grupo de whatsapp. Mario que ha vuelto de su escapada por Europa y que viene con ganas de MTB, lanza la cuestión. Se apunta y quedamos a la hora del marqués: 10:30h, en los aledaños de la casa de Domingo.

Está fría y gris la mañana. Abrigados convenientemente marchamos por las calles hasta Vicálvaro para llegar a Coslada por el único sitio que Domingo encuentra. Recorrido feo y peligroso por ser una carretera que discurre por el polígono industrial hasta cruzar la Cañada Real Galiana que se extiende desde San Fernando de Henares hasta más allá de Rivas-Vaciamadrid llegando al límite del Parque Regional del Sureste donde el Río Jarama lo interrumpe. Unos quince kilómetros de longitud de poblado inconcebible de podredumbre y miseria donde el trapicheo y el submundo de la droga campa a sus anchas para vergüenza de la Comunidad de Madrid. Lugar infestado de gentes que en su mayoría no aportan ingresos a las arcas públicas, que ocupan terrenos que son de todos y usan para su beneficio, que se lucran con negocios fraudulentos e incluso fuera de la ley pero exigen derechos y servicios como el resto de los ciudadanos a los que parasitan desde hacen muchas décadas. ¿Quién le pone el cascabel al gato? ¿Blancanieves?

A lo que vamos. Cruzamos San Fernando de Henares cuyo nombre despista pues el río más cercano es el Jarama. Nos acercamos al Henares y recorremos un espacio donde aún han llegado los interminables bloques de edificios. Cruzamos el puente de Casa Quemada sobre el Jarama. El hedor nos recuerda que hay una estación de depuración cercana.

Las aves deben tener poco olfato

Sorprende el caudal del Henares y la vegetación parcialmente verde y amarilla, sorteada de numerosos tarayes también llamados tamarix (lo he tenido que buscar en Google porque ninguno sabíamos como se llama este arbusto que abunda por la ribera de ambos ríos). Retornamos en un punto donde hay una especie de presa que no sabemos que objeto tiene y que parece que trata de facilitar el ascenso de peces mediante escalones. No me imagino salmones saltando en estas turbias y malolientes aguas contaminadas.

En una mínima cuestita tenemos el percance habitual de las últimas salidas. Unos gritos de Domingo nos alerta de que algo le ha pasado. La cadena se ha salido e incrustado en el cuadro una vez más. Después de varios intentos tan suaves como infructuosos, se pasa a la fuerza bruta y al fin sale la dichosa cadena. Mario revisa el posible motivo de la recurrente avería y determina que el desviador está desplazado. Lo coloca y «mano de santo». Seguimos un sendero nuevo por la ribera del río en busca de algún puente. Y lo encontramos. Pero hundido. No queda otra que salir por el maloliente puente de Casa Quemada.

Seguimos en busca del río cruzando por tierras de labor. Alcanzamos el objetivo y reaparecen los árboles de ribera a veces con hojas y a veces no. Los chopos son los primeros en echar hojas en primavera y en tirarlas en otoño.

Oteamos en el alto la ermita del Cristo de Rivas. Esta parte es muy entretenida y bonita por lo que dedicamos tiempo a pesar de ciclar en algunos tramos a moderada velocidad. La temperatura va subiendo e incluso sale el sol, lo que aprovechamos para aligerarnos de ropa. Llegamos a las Lagunas del Raso y nos sorprende la cantidad de patos, ánades, algunos cormoranes e incluso milanos que vemos por el recorrido. Lástima que las aguas estén aún sucias porque la vida es sumamente persistente y esto podría ser un espectáculo de naturaleza.

Nos vamos dando cuenta de que enredamos y se nos hace tarde para comer. Aceleramos hasta llegar a la Laguna del Campillo sin entrar a rodearla, para llegar al restaurante habitual en Rivas a eso de las tres y media.

La vuelta no tiene historia. Cogemos el camino más rápido cruzando Rivas. Hay una miríada de chalets y bloques de edificios que me sorprende, así como la gran cantidad de autocaravanas que han aparcado en la misma calle. Nos damos prisa para evitar que se nos haga de noche por carreteras transitadas de camiones y sin iluminación. La comida va dando botes en el buche a cada pedalada. Llevo la paella y la carrillada bien agitadas más cerca del esófago que del intestino delgado.

Esto parece el laberinto del Minotauro. Unas veces por orientación, otras por el GPS y otras por experiencias anteriores, nos permite salir hasta una carretera un tanto peligrosa mientras que el sol se va recostando por el oeste. Los rayos del sol van cayendo con el consiguiente riesgo de que algún coche o camión con el parabrisas sucio, se deslumbre y no nos vea a pesar de que mi indumentaria es bastante chillona y de que Mario lleva una tenue luz roja trasera.

Llegamos al destino poco antes de que anochezca dando por concluido el recorrido con casi sesenta kilómetros y un desnivel ridículo. El que más ha sufrido ha sido el culo y es que los sillines de las bicis son inmisericordes. Aún la tecnología no ha avanzado lo suficiente es este aspecto. Hago un llamamiento a nuestro inventor-filósofo Peperistóteles para que invente un sillín que conjugue un peso ligero y con gran comodidad para nuestros veteranos y curtidos culos.

Álbum de Google: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos

3 comentarios

El Escorial

Ruta realizada el Domingo 07/11/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
30.9 km
418 m
41 Km Distancia Madrid
3h42'
2h27'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Pepe, Rufi, Raquel

Mas detalle ruta

Descarga ruta: 2021-11-07-1005__20211107_1005.gpx
Reproductor audio crónica:

Lo contamos rapidito por no aburrir a los «pro», que los otros pasamos una mañana estupenda. Podría haberlo titulado «de dominguero con Domingo», pero luego se queja teki que si los metadatos, que si los criterios de búsqueda… ¿Y quién lo va a buscar? si allí no se pierde nadie. Es camino de paseo, de chaquetón pijo y, si me apuras, en algún tramo hasta tacones.

¿A qué hora salen los domingueros? Pues a las 10h, como unos señores (y señora… puto sexismo), con el sol ya levantado, las nieblas disipadas y cada árbol en su sitio.

Salimos de ca’Domingo y recogemos a Fer en el pueblo. Nos espera en lo alto de San Lorenzo, asomado a la primera puta cuesta de asfalto, con la sonrisa en la boca, como diciendo «Pepe, que las ausencias se pagan» y es que llevo un mes casi sin subirme y me quema el pecho a la mínima.

Saludos y parabienes, presentaciones formales de Raquel y Rufi, que no se conocían, y nos ponemos en marcha.

No subimos Malagón, ni siquiera al arboreto. Lo hacemos todo por abajo, facilito, eligiendo los senderos así como buscando otoño. Hace frío, pero sin viento y con sol se lleva muy bien.

Abandonamos el pueblo hacia la carretera de la Cruz Verde y pasamos junto a los casoplones antiguos, de estilo casi palaciego, con cierto aire francés y tejados de rigurosa pizarra negra. Por si os interesa, uno de los más chulos está venta, por no entretenernos no paré a preguntar. Y ahí seguimos, despotricando, que si no serán prácticos, que si el mantenimiento, que muy aislados, en definitiva: no las quiero, están verdes.

Parece ser que hay una carreta por la zona. señalizada, con sus asistentes y su guardia civil. Bicis como las nuestras, pero con jinetes más flacos y más rápidos. Les dejamos ir, que como no llevamos numerito igual se sienten mal si les pasamos.

Así pasamos la zona de La Silla y seguimos a salir a la vía. Eso es lo más lejos que fuimos, además evitando grandes subidas, Una atención de mis amigos que no quisieron verme arrastrar con cara de pena.

El regreso lo hacemos con un poco de pista y luego ese sendero que me gusta tanto, estrecho, de vegetación variada y dificultad moderada. En primavera es la hostia, pero ahora tampoco está mal. En estas fechas debiera estar encharcado a tope y, sin embargo, nada de agua. El otoño -so far- está viniendo seco. Lo hace más manejable, pero también quita encanto.

Ya casi estamos en el pueblo, que no se trataba de enredar mucho más. Entrada triunfal por las huertas y dirección a una terraza cervecera. Al sol se está bien, sentados en la calle comentando la jugada y el resto de chascarrillos que nos habíamos dejado pendientes.

Una ruta en la que todos hemos seguido a Raquel, como humildes corderitos, sin levantar la voz ni hacer alardes, que en cada cuesta nos esperaba arriba, con sonrisa y sin sorna, lo que es de agradecer

Pues eso, que así fue, sin más enredo ni dificultad, ni siquiera rompimos el desviador, que está tan de moda.

5 comentarios

El Tiemblo-Pozo de La Nieve-Castañar- Trialeras y la maldición del desviador

Ruta realizada el Jueves 04/11/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
40 km
1138 m
67 Km Distancia Madrid
5h49'
4h19'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix, Rufi, Mario

Mas detalle ruta

Temperatura media: 7.4
Descarga ruta: 2021-11-04-Tiemlo-pozo.gpx

Después de 5 averías seguidas con en el desviador en tres componentes del grupo, empezamos a sospechar la aparición de una nueva maldición que se confirmó en la ruta con la sexta avería. Tras análisis sesudos de los socios fundadores , hemos llegado a la conclusión de que probablemente el causante de la maldición sea Peperoteles ya que se ha «desviado» del grupo y ha decidido concentrarse en sus clases de Filosofía. La maldición no se romperá hasta que Pepe vuelva al redil los jueves (que no será antes de Enero del 2022).

La ruta comienza en el Tiemblo con un frio de narices que obliga a tres componentes del grupo a ponerse la yayo braga para calentar las orejas.

Rufi venía exultante pensando que la ruta sólo tenía 600 m de desnivel. Cuando le explicamos que había elegido la ruta de 1.100 metros de desnivel casi se nos da la vuelta y no paró de refunfuñar en toda la subida a pesar de que en todo momento tiró del grupo.

El primer tramo bordeamos el pantano hasta llegar a la presa del embalse de Burguillo con un sube y baja mas que aceptable.

Y luego seguimos bordeando el pantano para entrar en la senda del enebral con una visita circular en un puente de madera con unos hornos de brea muy curiosos y una ermita adjunta.

Hasta aquí todo bien, pero enseguida empezó los 10km de cuestón hacia la senda del pozo de la nieve donde paramos a mitad de camino en la casa de los Lamos a repostar y tomarnos el aquarius.

Finalmente llegamos al inicio de la senda del pozo de la nieves, después de 900m de desnivel acumulado, que se convirtió en un calvario por varios motivos:

  1. Porque había muchas piedras y era difícil ir montado
  2. Porque una de esas piedras arrancó mi desviador
  3. Porque se acercaba la hora de comer y todavía nos quedaban 20 km

Al inicio del sendero vimos un montón de buitres negros y la explicación resultó ser un ciervo muerto.

A los 500 metros de empezar la senda, me arranqué de cuajo el desviador con una piedra que saltó lateralmente de la rueda. Pude recortar la cadena y funcionar con un sólo cambio (plato mediano y piñón 2) y chuparme los 300 m de desnivel que quedaban sin apenas bajarme de la bici.

Las vistas desde el sendero eran bonitas , pero nos tocó empujar las bicis en bastantes tramos.

Hasta llegar al pozo de las nieves , que lo habían reconstruido y estaba en perfecto estado.

Acto seguido , casi a las 14:00 nos fuimos al castañar con algún error de ruta que otro. El bosque estaba tan bonito como siempre. Aproveché para grabar con la GoPro por delante y por detrás.

Unas Yayas que estaban en el castañar y tenían ganas de relacionarse nos hicieron la foto de postín y a cambio les explicamos lo que era sacar una foto en gran angular. Además nos pidieron una foto con ellas donde Félix y Rufi no dudaron en apuntarse.

La ruta aún no había terminado , nos quedaban las trialeras que Mario nos había anticipado. El inicio estuvo muy bien, pero el tema se fue complicando y tras un error tonto (al final del video abajo o el segundo video si no quieres esperar) rematé mi jornada con un buen revolcón.

Finalmente casi a las 15:30 fuimos a comer a Casa Mariano y como era mas tarde de las 15:00 nos quedamos de nuevo sin menú (siempre que venimos al Tiemblo no llegamos al menú, ¿será otra maldición?).

Con un par, Rufi y el lesionado nos pedimos un chuletón, Félix un solomillo, y Domingo y Mario un Cordero todo aderezado con patatas fritas, pimiento, ensalada , una cazuela de níscalos y de postre una tarta de la casa , cafés doble y chupito. La broma nos costó 30€ por cabeza y necesitamos 20 horas para hacer la digestión.

Yo aproveché la vuelta para dejar la bici en MiBicio donde José la recibió con alegría, ya que últimamente es su segunda casa, y a ver si hay suerte y encuentra el recambio de patilla para antes del 2022. Al final llegué a casa a las 19:30.

P.D. al día siguiente recibí un pelotazo de golf en el pecho que me complementó mis pupas del día anterior. ¿estaré yo también bajo alguna maldición desconocida?.

Álbum de Google: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos

7 comentarios

Ezcaray, el «cólera de dios»

Ruta realizada el Miércoles 27/10/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
22.6 km
242 m
221 Km Distancia Madrid
2h27'
1h55'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix

Mas detalle ruta

Temperatura media: 8
Descarga ruta: 20211027-dia3-Ezcaray-Posadas.gpx
Reproductor audio crónica:

Tercer y por lo que veremos, último día en Ezcaray. Los caparrones (judías pintas) o los pimientos rellenos de engrudo que nos comimos en Valgañón en el restaurante de una desagradable señora mezcla de bruja de Zugarramurdi y Lola Gaos, creo que han sido los responsables. La noche ha comenzado ventosa. A eso de las 2 de la mañana ha empezado el apresurado y tumultuoso desfile al baño. Una semilíquida diarrea de mayor a menor espesor, del color de los caparrones y con olor nauseabundo, se ha ido evacuando de mi ser a lo largo de 4 horas. En seis intentos, de los cuales el cuarto y el último han sido amenizados con vómitos cuan lava volcánica de La Palma, parece que he conseguido eliminar gran parte, si no la totalidad del veneno. No sabré si la responsable ha sido la comida en La Parra, pero sólo por lo desagradable que es la impresentable que atiende, le he puesto un comentario elocuente en Tripadvisor.

Con tan sólo una hora de descanso, me suena el despertador. Continúo con náuseas y muy flojito. Aviso a mis compañeros de que no bajaré a desayunar y que me voy a pensar si ir de ruta o no. Me jode mucho perderme la mañana hecho un ovillo en la cama y además el trastorno que les hago a ellos. Decido que me visto y que sea lo que sea. Saludo a Juan, el amable responsable del Hostal El Trueno (el nombre es elocuente esta noche más que nunca), y me sugiere que si queremos abandonar las habitaciones antes de tiempo, por su parte no hay problema. Es un tipo encantador. También Domingo apunta la posibilidad, lo que agradezco porque en estas circunstancias no estoy para grandes desniveles y la ruta que queda para el jueves es de tomo y lomo.

El día está frío a primera hora, así que me pongo todo el equipamiento sabiendo que vamos a llanear por un cañón al que apenas le entra el sol y donde no cogeremos temperatura. Cruzamos Ezcaray y cogemos la carretera hacia Posadas. Hace un frío de pelotas. Domingo avisa que tampoco se encuentra bien y parece sentir que el «cólera» le está también afectando. Calladitos y dando sufridamente pedales avanzamos por una carretera apenas transitada sorteando peraltas de vaca, sin nada destacable más que el frío y los envidiados rayos del sol que vemos por la ladera derecha. El río Oja está absolutamente seco. Alguna presa más al sur debe estar reteniendo el escaso caudal de agua. Quizás donde la Central Hidroeléctrica que no llegamos a ver.

A la salida de Ezcaray el puente sobre el río Oja

Voy arrepintiéndome de haber salido. Me duele la cabeza, el cuello, los hombros,… y estoy pasando frío. Lo que estamos viendo no justifica tales molestias. Los kilómetros se me están haciendo muy largos a pesar de que llevamos un ritmo bastante rápido. Hemos pasado el desvío a Valdezcaray y sus instalaciones de esquí.

A partir de aquí ya no hay tránsito pues la carretera no tiene salida. Llegamos a Posadas que no tiene nada que ver. Me pongo en un rayito de sol a descongelarme mientras Domingo y Alfredo hacen unas fotos a una antigua empresa serrería.

Apenas hemos cruzado palabras en todo el camino. La vuelta la hacemos por un camino lateral que descubrió Alfredo para hacer senderismo. Muy agradable. Más protegidos del frío, con el sol salpicando entre las hojas de los arces y avellanos la cosa cambia. El camino está tapizado de hojas multicolores y es una delicia. Pasamos varios pueblos sin interés hasta que unas obras nos cortan el paso. Nos indica un obrero que debemos salir a la carretera. Lo sorteamos y hacemos caso omiso a sus voces para saltarnos varias vallas hasta conectar de nuevo con el sendero.

Sólo alguna cuestita se interpone en el camino para recordarme la noche toledana que he pasado. Mis fuerzas están al límite y la avería en la bici de Domingo le obliga a ir en el plato grande, así que nos bajamos un par de veces a empujar en esas pequeñitas cuestas mientras Alfredo no pierde ocasión de rememorar el momento con fotos.

Domingo, jugando con una vaca a que le traiga el palito

Ya muy cerca del pueblo a la vista de otra de las cuestas, decidimos que tomamos la carretera y abandonamos a Alfredo.

Llegamos al Ezcaray y vamos a mirar las famosas mantas que todo el mundo tenemos en casa para ver la tele. Entro en la tienda y un señorita me dice que no todas tienen precio. Dice que las fabrican allí. Pregunto el precio de una que me agrada. 300 euros. Le digo que ya hemos acabado. Intenta mantenerme en la tienda con el sugerente argumento de que en Nueva York o Londres alcanza precios de 500 euros y que hay algunas de mantas de 250 euros. ¿Algo más barato? Las de 100 son de lana de pelo corto muy vulgares. Le digo que tengo mejor forma de gastar 300 euros que en una manta y zanjo la conversación. Recuerdo que hace unos cuantos años compré aquí varias mantas y ya eran caras, pero se les ha ido la cabeza. Entonces ya me dijeron que no las hacían allí, lo cual es lógico. Yo no vi cabras en algún sitio. Recuerdo que hace 30 años trabajaban en un antiguo telar de madera que tienen en la puerta, pero que ya no lo usan. Sospecho que se limitan a comprar en la India (Cachemira) y ponerles la etiqueta.

Nos despedimos de Juan y le digo el nombre de nuestra web. Nos encaminamos hacia Madrid en el Hondita que se porta como un campeón. Alfredo va conduciendo mientras Domingo y yo damos breves cabezadas. Sólo paramos para que coma algo Alfredo que ya sabemos lo pesado que se pone cuando tiene hambre. Llegamos a las 5 a casa. Damos por concluido el viaje otoñal con sabor agridulce aunque sabemos que se borrará y recordaremos solamente los hermosísimos paisajes de estas tierras en ese breve espacio de tiempo que nos regala el otoño.

Os dejo la música Golden Autumn Day de Van Morrison.

Álbum de Google: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos

3 comentarios

Ezcaray – Valgañón-Hayedos – día 2: Caramba con las cuestas y el desviador

Ruta realizada el Martes 26/10/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
30.7 km
1050 m
218 Km Distancia Madrid
5h21'
3h26'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix

Mas detalle ruta

Descarga ruta: Valganon-hayedos-20211026.gpx
Reproductor audio crónica:

Comenzamos el segundo día en Ezcaray levantándonos a las 8:30 con un desayuno frugal de yayos consistente en; café con leche, bizcocho casero, pan con aceite, jamón york, queso curado, yogur con bífidos y uvas de la tierra. Yo por mi parte conseguí procesar las judías pintas a la espera de una nueva remesa que ya contaré.

Con la sandía llena, cargamos el coche con las bicis para acercarnos a Valgañón y ahorrarnos 2×5 km que nos supo a gloria al terminar la etapa. Como era de esperar, no había nadie en Valgañón y salimos tranquilamente a subir los primeros 500m de desnivel. Félix (y Juan el del hotel Trueno) nos advirtió que el inicio tenía tela.

Nos pasamos con el uno-uno los 3 primeros kilómetros con una media del 15% de desnivel. Los yayos que se pusieron ciegos a desayunar (como en los viejos tiempos) no pudieron transportar la sandía y no tardaron en poner pie. A Domingo incluso se le revolucionó el marcapasos.

Los Yayos y las puñeteras cuestas

La verdad es que los primeros kilómetros no pudimos apreciar la belleza del monte, pero al llegar a la primera cima disfrutamos como enanos con la niebla despejándose y todos los colores en su plenitud.

Aprovechamos también para sacarnos la foto de grupo que será la portada del viaje.

Y a pasear a retortijón que ya quería volar

El resto de la ruta tuvimos una pendiente razonable y pudimos contemplar la belleza de los árboles y vegetación de la Rioja. Para muestra una selección:

En el kilometro 14 en el collado de los cargadores nos salimos de la pista y creímos que íbamos a entrar en una de nuestras famosas caminatas Cross country, pero afortunadamente tras pasar algunos árboles de la Dana de la Rioja enlazamos por un sendero espectacular

Al final del sendero nos topamos con unos cazadores que se estaban dando un homenaje a base de vino y carne que se habían colocado en medio del camino con caravana, barbacoa con gas y todo tipo de bebidas. Nos ofrecieron incluso algo de vino, pero no vimos ninguna paloma capturada (vamos que de cazar poco).

El resto del camino mezclamos senderos con pistas con unos colores y texturas impresionantes.

Todo transcurría perfectamente hasta que se rompió el cambio de Domingo. Su desviador dejo de tensarse y tuvo que usar el plato grande para no dejar la cadena colgando. Afortunadamente, ya sólo quedaba la cuesta abajo hacia Vagañón, pero como las malas noticias nunca vienen solas, el camino de bajada previsto en el track era impracticable por lo que tuvimos que volver por otra pista y enlazar con la que habíamos subido al principio. Resulta que también tenía subidas y añadimos 150 m de desnivel extra que a Domingo le sentó muy bien con su plato grande.

Y por su puesto, encontramos el árbol en el que Félix por fin pudo encaramarse.

Yayo encaramado

Al final llegamos a Valgañón sobre las 3 pm y decidimos quedarnos a comer en el pueblo, concretamente en el restaurante La Parra. Juan del Hotel nos avisó que la dueña era especial (un eufemismo de muy especial) y prohibimos a Félix que interactuara con la susodicha. Al final nos dio de comer, pero dentro (afuera no servía) y que dejáramos las bicis fuera que no se la iban a llevar nadie, que había venido uno con una bici de 15.000 € y que la dejó fuera todo el día sin problemas. La conversación en el restaurante fue kafkiana, la señora entendió que yo era constructor de alto postín y estuvo toda la comida regañándonos con que no se iban a llevar nadie las bicis.

A pesar de todo, comimos razonablemente unas judías pintas y unos pimientos rellenos todo por 15€ por cabeza.

Los yayos con la sandia llena , nuestras bicis a la derecha y la bici de 15.000€ que nadie se lleva a la izquierda

Mi segundo plato de judías en dos días tuvo efectos demoledores. Pasé de una fase efusiva a estromboliana con una transición hawaiana. El grupo me estuvieron analizando los gases para poder estimar cuando terminaría el proceso.

Finalmente, volvimos al hotel Trueno y empezamos la visita turística a Haro, Sajazarra y Cellorigo, pero eso es otra historia.

Álbum de Google: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos

3 comentarios

Ezcaray – Bonicaparra – dia 1: cuando todo iba bien

Ruta realizada el Lunes 25/10/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
17.8 km
500 m
221 Km Distancia Madrid
2h21'
1h52'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix

Mas detalle ruta

Temperatura media: 12.6
Descarga ruta: 20211025-dia1-Ezcaray-Bonicaparra-.gpx
Reproductor audio crónica:

Por fin había llegado el día de la gran escapada Esta salida ha sido costosa. Una vez más no hemos ido a Cantabria, a la zona de Bárcena Mayor, como habíamos previsto en un principio. Está claro que está gafada. Y por distintas causas sólo éramos tres los integrantes del equipo los que nos habíamos apuntado al evento.

En cualquier caso, como siempre con puntualidad prusiana, empezamos nuestra aventura a las 6:30 del lunes, la mar de animados. Salimos de Madrid sin problemas. Los problemas los tuvimos para encontrar un sitio donde desayunar porque las gasolineras estaban, o lejos de la autopista, o cerradas. Por fin dimos con un sitio de nuestro gusto. Valió la pena esperar porque nos metimos un pincho de tortilla king-size que nos duró todo el día. Alfredo lloraba de la emoción.

Alrededor de las 10:30 llegamos a Ezcaray. Juan, el dueño del hotel del Trueno donde nos hospedamos, se quedó sorprendido cuando nos vio llegar tan pronto. También se esperaba unos tíos más mayores y decrépitos, por sus comentarios (pensaría que éramos jubilados al uso). Amablemente, al vernos tan hermosos y atléticos, decidió cambiarnos las habitaciones sencillas por unas dobles sin sobrecoste, porque «no íbamos a caber» bien en las otras. Después de este subidón de moral, no le íbamos a decepcionar y nos cambiamos a toda pastilla, listos para iniciar la primera ruta.

Y así, en paralelo los tres, moviéndonos a cámara lenta y con una luz refulgiendo sobre nosotros (igualito que en «Elegidos para la gloria«), salimos del hotel a las 11:15. Empezaba nuestra primera andadura.

El recorrido lo había elegido Félix con la idea de hacer una cosa suave para ir habituándonos al terreno y no acabar descojonados el primer día. Salimos del pueblo por el puente Canto, medieval pero muy restaurado, que pasa sobre un rio Oja, decepcionantemente seco.

Apenas nos mantenemos 100 m. por la carretera, desviándonos hacia la izquierda por un camino asfaltado al que no se puede llamar carretera y que lleva al pueblo de Turza. Ya empezamos con el 1:1 que no nos abandonó durante un buen rato. Muy pronto nos encontramos sumergidos en un bosque precioso, justo lo que andábamos buscando.

Y subiendo, dejamos a un lado el desvió de Turza, al que no nos planteamos visitar en ningún momento porque no era cuestión de hacer cuestones gratis y abandonamos el asfalto, metiéndonos de lleno en un precioso hayedo. Al cabo de un rato, llegamos a nuestro destino, el cerro de Bonicaparra, en donde había un refugio tomado por las vacas. Allí hicimos demostración de nuestra habilidades taurinas y aprovechamos para deshacernos de nuestros platanitos.

Realizamos el descenso por el otro lado del monte, un poco más abierto al principio, pero que luego se cerró en un hayedo repleto de colores.

La pista iba a dar de nuevo al puente que nos metía de nuevo en el pueblo. Nos duchamos y cambiamos para hacer senderismo (todo del tirón, que anochece pronto) y nos fuimos a comer a la casa Masip, en la plaza de la Verdura, donde Alfredo tuvo su primer encuentro con los caparrones, la alubias rojas de la zona. Félix y yo fuimos más conservadores y pedimos bacalao a la vizcaína. La idea era compartir pero a la perola de alubias apenas llegamos con unas tristes cucharadas. Alfredo arrasó. ¡Qué tarde nos esperaba…!

Álbum de Google: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos

1 comentario

Ezcaray – Ermita de Santa Bárbara – dia 1: senderismo

Ruta realizada el Lunes 25/10/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
7.5 km
235 m
220 Km Distancia Madrid
2h58'
2h03'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix

Mas detalle ruta

Temperatura media: 25.1
Descarga ruta: 20211025-dia1-Ezcaray-Ermita-Senderismo.gpx
Reproductor audio crónica:

Después del café en casa Masip, nos dimos una vuelta por el pueblo y, antes de que nos diéramos cuenta, ya nos habíamos salido.

Santa María la Mayor, con el mismo nombre que otras 800 iglesias en España

El terror de los caparrones fuera de control

Atravesamos algunos campos y pronto empezamos, como no, una subida que nos fue llevando poco a poco hacia la ermita, que estaba en obras y sin tejado. Desde allí había unas vistas espectaculares de la zona. Menos mal porque lo que es la ermita…

Después de esto ya si que volvimos al hotel, para descansar un rato. Creo que fueron 45 min. porque había que salir a cenar. Nos fuimos a la plaza del Quiosco y allí tomamos algo ligero (incluso Alfredo). Nos acostamos pronto que mañana sonaba diana a las 8:30. Esto es un sin dios …

Álbum de Google: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos

2 comentarios

Los senderos malditos de Perales del Tajuña

Ruta realizada el Jueves 21/10/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
42.6 km
618 m
37 Km Distancia Madrid
4h45'
3h29'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix, Mario

Mas detalle ruta

Descarga ruta: Perales-de-Tajuna-Ruta-Hoochstrate-2021-10-21.gpx
Reproductor audio crónica:

Ya sabemos que las rutas que elige Mario con tanto esmero, no nos van a decepcionar. Y esta vez de nuevo nos sorprende. La zona es bastante árida y completamente desaconsejable en los meses de calor. Combina un terreno arcilloso y por lo tanto imposible de recorrer cuando haya llovido recientemente, con zonas pedregosas calizas y otras cuajadas de yesos relucientes al sol.

Salimos con una temperatura inesperadamente baja. Al poco de comenzar, Alfredo se da cuenta de que le falta el móvil y en previsión de que a la vuelta ya no esté en su sitio decide volver al coche. Mario le acompaña mientras Domingo y yo iniciamos una larga cuesta que nos quita el resuello y el frío simultáneamente.

Llevo las ruedas más hinchadas de lo habitual y en las bajadas siento la bicicleta muy nerviosa en un terreno seco y de piedras sueltas que me hacen tomar precauciones. En una pronunciada pendiente de bajada me hace un extraño en la rueda de atrás que a pesar de ser su estreno no ha podido sostener la posición debido a la elevada presión y por lo tanto, menor superficie de contacto. El resultado es un doloroso golpe en la gónada izquierda que me hace retorcerme mientras Domingo me alcanza.

Llegamos a una pequeña finca donde habita un variopinto conglomerado de fauna donde nos recibe un coro de irritantes ladridos. Hay un cerdo vietnamita o similar, más parecido a un jabalí enano que a un cerdo doméstico, unas cuantas cabras enanas, gallinas enanas y un nutrido grupo de perros histéricos que se lanzan contra la valla mientras se desgañitan y que no nos dejan apenas oír las explicaciones de su dueña. Se trata de una muchacha de aspecto algo hippie que amablemente nos contesta a mi solicitud de hacerle una foto al cerdo-microjabalí, mientras el animal parece darse por aludido y se esconde. Nos explica que los insólitos animales son enanos -como su extraña casita según sus propias palabras- y que su único objetivo es tener compañía y darles cariño puesto que son veganos. Yo me sorprendo de tan exigua utilidad y no puedo dejar de imaginar uno de esos cabritos al horno con patatas panaderas.

Continuamos la marcha hasta llegar aun arroyo donde cogemos una cuesta de asfalto que facilita el ascenso. Hace la temperatura suficiente como para quitarnos ropa. Al poco se oye por detrás a Alfredo que nos da unas voces. Juntos ya los cuatro vamos llaneando por un curso que en otro tiempo fuera un vía de tren y ahora se ha reconvertido en vía verde. Nos desviamos por unas bajadas donde vuelvo a sentir que me falta control con la bici. Un tanto descontrolado y con los pies fuera de las calas, sorteo una caída. Domingo no tiene tanta suerte y quizás por verme en situación tan despendolada y comprometida pierde la confianza en su técnica. Oigo por detrás un ruido junto a un lamento que más tarde me confirma Domingo que ha sido por una caída leve con sanguinolentas consecuencias para su rodilla izquierda. Eso me convence de que debo quitar algo de aire a las cubiertas y efectivamente la conducción mejora ostensiblemente. Esto es otra cosa.

Recorremos estrechos senderos bordeados de vegetación que no dan tregua al despiste. La pendiente, las piedras y la estrechez dificulta el precioso recorrido por los pequeños barrancos. Algunos tramos más llanos están llenos de una verde y amarilla vegetación que recoge la humedad que se descuelga de las paredes del barranco. En una nueva bajada técnica, Domingo decide que le ha sabido a poco la caída anterior. De nuevo hace un escorzo con tirabuzón y desaparece de mi vista con una voltereta en la que sólo logro advertir la rueda trasera en la lontananza. Nuevos reproches y lamentos, pero sin graves consecuencias . Eso sí, otro pequeño raspón en la rodilla derecha da una imagen de homogeneidad que antes no tenía. ¡Vaya día que llevamos!

Llegamos a la sorpresa del día que tan misteriosamente nos anunciaba Mario. Se trata de un atrezzo de piscinas ubicadas en el fondo del barranco que según nos cuenta, montó un avispado aristócrata con la aviesa intención de engañar a los crédulos futuros compradores de un terreno superior en una urbanización que nunca se construyó. Aún siguen reclamando el dinero. Pobres y engañados, son una buena muestra de las víctimas que a lo largo de la historia han ido dejando los arrimados al poder que seguirán impunes. Ya sabemos que la justicia está hecha para los robagallinas.

En uno de estos barrancos pedregosos y en ligero ascenso tenemos que poner pie en diversos puntos. Y es aquí donde de nuevo se parte la patilla del cambio recién estrenada.

Vuelvo a desmontar el cambio y a quitar la cadena ayudado por Domingo, mientras Mario ha regresado a ver que sucede. Ambos subimos empujando las bicis hasta donde se encuentra Alfredo. Afortunadamente estamos cerca de una carretera a la que decidimos acudir. Mario y Domingo se van en sus bicis a recoger mi coche y el de Mario, mientras Alfredo y yo nos dejamos caer hasta la carretera. En los tramos llanos me agarro al hombro de Alfredo y me arrastra con su potente pedaleo.

Estamos cerca de un pueblo, así que decidimos que allí los esperaremos. Es Morata de Tajuña y al buscar un lugar donde tomar una cerveza descubrimos el magnífico restaurante El Mesón del Cid. Tiene terrazas, salones, piscinas y aparcamiento además de un sobrio menú por 10 euros. Allí nos tomamos unas voluminosas jarras de cervezas mientras esperamos a los sufridos pedaleantes. El hambre va haciendo mella en Alfredo y así se lo hacemos saber a la predispuesta camarera que nos pone un aperitivo con un abundante plato de aceitunas y un posterior plato de queso con curritos de pan que hacen más llevadera la espera.

Aprovecho para llamar a Mibicio. Le explico lo ocurrido con el cambio y quedamos en que le lleve la bici. Le pido que me ponga un cambio nuevo SLX o XT, una cadena, los cables y fundas; y por supuesto la patilla. Me va a costar otros 150 euros como mínimo, a añadir los 45 del día anterior. Y que le vamos a hacer. Sarna con gusto, no pica. Al menos podré ir a Ezcaray el próximo lunes.

A los tres cuartos de hora llegan Domingo y Mario.

Finalmente comemos un cumplido menú sin alaracas, pero en un sitio agradable donde ponemos el punto final a la jornada. Mario se va en su coche mientras subimos las bicis a mi coche para ir al punto de inicio en Perales del Tajuña.

Álbum de Google: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos

4 comentarios