En Burón, los yayos sin ayas hallan un bosque de hayas

Ruta realizada el Jueves 09/06/2022

Dificultad Física
Dificultad Técnica
14.7 km
422 m
311 Km Distancia Madrid
3h07'
1h56'
Características Terreno Suelo normal (tierra con alguna piedra), sin trialeras, con dos obstáculos, no adecuado para temperaturas bajas, 1000 metros no ciclable, zona de fotografía interesante

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix, Pepe

Mas detalle ruta

Temperatura media: 22.5
Descarga ruta: Buron-Norte-20220609.gpx
Reproductor audio crónica:

La ruta de hoy es de las más cortas que hemos hecho en la historia de este grupo. Nuestra intención era múltiple: no volver demasiado cansados y que nos dejara un buen regusto después de las andanzas de los tres días anteriores; comer bien y temprano para regresar a casa pronto; y recorrer un bosque de hayas por su interior. Veremos que lo conseguimos todo.

A la hora convenida de las 8:30h estábamos desayunando. Ya habíamos hecho todos las correspondientes maletas e incluso alguno, aliviado sus necesidades fisiológicas. Unos yayos de mayor edad y envergadura nos acompañan en el desayuno. Son seis. De Burgos y vienen todos en una furgo donde meten las e-bike y el equipaje. Nos cuentan que han hecho 80kms y 1800m de desnivel por Posada de Valdeón. Ahora van a coger el teleférico de Fuente Dé y repetir buena parte de la ruta que hicimos en 2011 (Sotres, Bejes y Potes). Les aviso que no salgan al Desfiladero de la Hermida por el peligro de la circulación y que suban por el odioso Collado Pelea. Está claro que debemos ir pensando en cambiar a las bicis eléctricas.

Después de lavarse los dientes y pagar el alojamiento cogemos los coches, metemos las maletas y subimos las bicis para salir destino a Burón. Este pequeño pueblo ya le conocemos del día anterior donde comimos siguiendo indicaciones de Nadia, la camarera del bar Calleja en Maraña. Se encuentra en uno de los brazos del embalse de Riaño en dirección noroeste de Boca de Huérgano y a 18kms de nuestro alojamiento.

Llegamos a las 09:45. Dejamos el coche en la puerta del restaurante vasco Gure-Txoko, donde luego comeremos de nuevo, y enseguida salimos bordeando el embalse que aquí apenas tiene profundidad. Elegimos el sentido de las agujas del reloj porque la ruta tiene un desnivel de apenas 400m; pero concentrados en 2 kilómetros, lo que aconseja que elijamos el sentido con menos pendiente.

Todavía relamiéndose el yayo Alfredo del chuletón que se zampó el día anterior, encabeza la marcha hacia el valle de Mirva en una moderada subida que nos permite disfrutar del entorno mientras nos acercamos al bosque de hayas que observamos con pavor. Hasta ahora casi todo el bosque que hemos visto ha sido lateralmente dado el enorme desnivel en donde se hallan las masas boscosas. Entendemos que los prados han sido anteriormente bosques que antaño fueron talados y que lo que queda es por la gran dificultad que representaba su explotación con los medios de la época que no eran sino acémilas y otros semovientes para el arrastre de madera.

Al llegar al inicio del hayedo se acabó el cachondeo. En el km 4,7 nos recibe un cuestaco imposible de tramos con pendientes superiores al 20%, llegando al 28%. Dudamos que con e-bike se pueda subir. Desde luego con piedras sueltas y con nuestras piernas sólo nos queda que empujar ese kilómetro de la Muerte. Los hombros están cansados de empujar, pero los gemelos me estallan completamente contracturados.

Finalmente llegamos a un prado denominado El Hedo donde sobresale una torre de vigilancia de incendios extrañamente situada, donde nos subimos para hacer unas fotos y volar el Retortijón.

Las calcáreas montañas de Picos de Europa se ven brillar al fondo.

En dirección Este nos internamos en el bosque; pero esta vez en descenso muy pronunciado. Mucho mejor. Las hayas son de tamaño medio, pero la obscuridad se adueña de la luz y la temperatura baja unos grados. En algunos puntos es complicado permanecer en la bici.

Poco después de atravesar una barrera de madera surge un desvío que Alfredo propone seguir y que baja al pueblo de Retuerto. Su objetivo es alargar la ruta. Me lo pienso y decido que no hay necesidad de pegarse otro subidón para enlazar de nuevo con el track original. Arranco e inicio una pendiente que alcanza el 11% que no supone mayor problema después de lo anterior.

Ya fuera del bosque, recorremos el arroyo del Rabanal, donde se ensancha el valle y en ligera pendiente hacia abajo, llegamos a un punto donde nos sorprende un tronco de haya enorme horadado.

Alfredo hace trabajar a Retortijón que para eso carga con él. Lo pone en modo persecución haciendo las delicias de unos senderistas que nos cruzamos.

Seguimos hasta el pueblo donde llegamos pasadas las 13:00h. Nos cambiamos en las inmediaciones del restaurante haciendo un striptease en pleno pueblo aprovechando que no hay gente, salvo un obrero poco interesado en nuestros atributos. Comemos en la agradable terraza un menú muy apañado y después de un breve paseo alrededor de la iglesia cogemos los coches de vuelta a Madrid. Nos despedimos porque seguimos rutas distintas. El Waze nos sugiere seguir los pasos por la N-VI, pero Domingo y yo decidimos volver por donde vinimos para evitar la posible congestión de entrada en Madrid. Y con esto se acaba otra de nuestras divertidas e inolvidables escapadas.

Repetiremos en Octubre para ver los colores otoñales.

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¡¡¡Y van 14 🏆 Roland Garros!!! El año del 14

Ruta realizada el Domingo 05/06/2022


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Nada hacía presagiar que este año Rafa volviera a estar en lo más alto y morder de nuevo la Copa de Los Mosqueteros. Tan sólo hace cuatro semanas se retiraba del Master de Roma por los intensos dolores que le produce la osteocondritis del escafoides. Juanito nos puede contar mucho de esta lesión que también el tenis le produjo, que si no es lo mismo será algo parecido. Sin embargo, Rafa lo iba a intentar y vaya si lo ha hecho.

El primer partido serio y a la vez el más exigente de todos los disputados, fue en octavos contra el canadiense Félix Auger-Aliassime que casualmente es entrenado por su tío Toni Nadal. Le ganó en cinco set con mucho sufrimiento. No le vi con la soltura de todos estos años atrás. Estaba lento. Parecía demasiado voluminoso para un jugador de tenis. No dominaba los tiempos y si ganó, fue por su experiencia y porque mi homónimo se arrugó en el momento clave de ganar al Rey de la tierra batida. Rafa se va con un palizón en el cuerpo que me hace sospechar que no va a poder seguir este ritmo.

Ya en cuartos se encuentra con su archienemigo Novak Djokovic, Nº 1 de la ATP en estos momentos. Ambos tienen una edad similar (36 Nole y 37 Rafa) así como títulos ganados de Grand Slam. Son 20 para Nole y 21 para Rafa hasta hoy). En tierra batida hay muchas más victorias para Rafa, pero en superficie rápida es Nole quien le aventaja. El partido está muy reñido, pero la capacidad de sufrimiento de Rafa se impone a un Djokovic que se va desquiciando ante el poderío de Nadal. Al final cede en el 4 sets en un Tie-break de infarto. Esta podría y debería haber sido realmente la final.

El siguiente es el ruso Alexander Zverev, Nº3 de la ATP que con sus 1,98m de altura y sus 90 kgrs saca a una velocidad y precisión espeluznante. Ha acabado con Carlos Alcaraz en la ronda anterior en cuatro set muy peleados. Rafa y Zverev están igualadísimos. El primer set se lo lleva Rafa en el Tie-break por 10-8. El segundo set es más de lo mismo, llegando con empate al tie-break donde una tremenda torcedura de tobillo acaba con el ruso que se retuerce en el polvo de arcilla dando gritos de dolor. Mala suerte para él y un peso que Rafa se quita de encima.

Por la parte baja del cuadro llega a la final un desconocido de la escuela del propio Nadal. Un noruego llamado Casper Ruud que ostenta el Nº 5. Sólo le había visto en el partido contra Cilic.

Pero Rafa es mucho jugador. Mucho tenis para este chaval que nada más salir se arruga ante el veterano maestro de maestros. Rafa a lo suyo gana el primer set sin despeinarse. A Ruud se le hace bola cada vez que Rafa se mete en la pista y cruza la pelota de drive o de revés. El segundo set parece que se decanta para el noruego con un 3-1, hasta que Rafa se planta y enseña los dientes. Le casca 5 juegos seguidos.

Y el tercer set, es un paseo militar para Rafa. Es como pegar a una borracha. 6-0 y a tu casa chaval que ya has llegado demasiado lejos. Esto es terreno de inmortales y tu eres un simple mortal. Recoge la bandeja y aplaude a los mayores.

Y Rafa Nadal lo vuelve a hacer.

Este año es el del Nº 14. Y es que Rafa Nadal es del Real Madrid y sentía la obligación de igualar con victorias en Roland Garros, las victorias de su equipo preferido en Champions. Y vaya si lo ha conseguido.

¡¡¡Aupa Rafa y Aupa Real Madrid!!!

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¡¡¡14🏆CHAMPIONS!!! ¿Cómo no te voy a querer?

Ruta realizada el Sábado 28/05/2022


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Mucho nos ha costado llegar hasta aquí. Eliminar al PSG, Chelsea y Manchester City contra todo pronóstico ha sido todo un orgasmo. Tres partidos para ver y disfrutar. Son como esas rutas que empiezan con unas cuestas del 15% de media, con lluvia, barro, frío… y acaban en las mejores trialeras que te dejan un regusto que no olvidarás durante toda la semana. Si fuera posible te quedarías con los últimos 30 minutos. Pues lo mismo.

Y por fin a la Gran Final en París, donde aún están redoloridos por la eliminación. Con Kylian Mbappé incluído. Os lo podéis quedar para siempre, porque no os sirvió para nada. Aquí nos apañaremos con lo que hay que es mucho talento. Y aunque ya se nos están haciendo mayores, todavía tienen calidad para ganar a los mejores.

El Liverpool venía a por todas y se ha llevado un mojón. Mucho músculo, velocidad y varios talentosos en la delantera. Pero al Madrid no le doblegas fácilmente. Ahí está Courtois. Ese portero que ya sabía lo que es perder Champions contra el Madrid y que decidió aplicar aquello de «si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él». Grande y poderoso, ha parado lo imparable. MVP del partido con todo merecimiento. Una vez más Florentino acertó cuando dejó ir a Navas al PSG, para hacerse con sus servicios. Y de paso te llevas a un lesionado Ramos, que con el cojo Hazard ya tenemos bastante.

El Madrid agazapado atrás y con muchas dificultades para sacar el balón controlado. Militao sin la calidad del gran Sergio Ramos, no sabe dar pases que aligeren la presión del rival. Se limita a echarle la pelota al portero que da un patadón p´alante rifando la pelota que casi siempre se la lleva el Liverpool. El centro del campo lo domina el Liverpool que una y otra vez nos pone los pelos de punta con las llegadas del egipcio Salah. Carvajal y Alaba hacen bien su papel. Mendy es superado constantemente. Militao por alto saca algunas.

Arriba Benzemá apenas la toca. Vinicius pierde una y otra vez la pelota. Acaba la primera parte con un gol anulado a Karim en una de las pocas ocasiones que llega al área del Liverpool.

La segunda parte se nivela algo el juego, pero la iniciativa sigue del lado inglés. Valverde con mucha fuerza se fuga hacia delante e intenta un tiro rasante a puerta que va desviado. Benzemá deja pasar el balón consciente de que si la toca, le pitarán fuera de juego. Y ahí llega el rapidísimo Vinicius para empujar la pelota a gol. ¡¡¡GOL, GOL, GOOOOOOOOL!!! El Madrid sigue en racha de suerte. Es la suerte de los campeones y es la suerte que se ganan los talentos por mérito.

El Liverpool mohíno lo intenta, pero ve la sombra de lo que les pasó en el 2018. Pasan los minutos y el Madrid aplica el catenaccio, ese sistema táctico ultradefensivo inventado por los italianos y que Ancelotti conoce de primera mano.

Y por fin la gloria. Saltos de alegría de los madridistas y lamentos de los ingleses. Otros que no asimilan que el Real Madrid es el mejor de todos los tiempos, se retuercen en el sofá de su casa.

Una vez más a la vitrina la orejona.

La Orejona
Miki, tendrás que hacer otra sala de trofeos más grande porque se nos queda pequeña.

Este año contra todo pronóstico hemos ganado la Supercopa de España, La Liga y la Champions. Los dos primeros trofeos apenas cuentan.

Los madridistas somos más de CHAMPIONS.

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Huyendo del calor por el Valle del Lozoya

Ruta realizada el Jueves 19/05/2022

Dificultad Física
Dificultad Técnica
32 km
846 m
55 Km Distancia Madrid
4h27'
3h13'
Características Terreno Suelo normal (tierra con alguna piedra), sin trialeras, con un obstáculo, sin limitaciones de temperatura

Participantes: Domingo, Félix, Pepe

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Descarga ruta: Rascafria-Morcuera.gpx
Reproductor audio crónica:

Son las 18:27 y estoy entrando en el garage. Amago con bajarme del coche y una bofetada de calor me desconcierta. Miro la temperatura y 40º. No puede ser. Si tan sólo hace una hora en Rascafría estábamos sentados en la terraza de Casa Juanito a la sombra de un castaño de indias terminando nuestros cafés y estábamos tan a gusto. Tan a gusto, si no tenemos en cuenta los millares de flores que ha estado soltando durante toda la comida y que caían aleatoriamente en los platos y vasos de todos los comensales que estoicamente veíamos como revoloteaban y se entremezclaban con la comida junto a una pléyade de diversas especies de semillas de los árboles contiguos.

Vamos con la ruta. Ante las amenazas cumplidas de los mensajeros del miedo de los telediarios de los últimos días que anunciaban altas temperaturas para estos días, parecía obligatorio que la salida de este jueves fuera por las tierras quizás más fresquitas de la provincia. Así pues, Domingo nos propone dos rutas: una de trazado suave y más kilómetros; y la elegida, algo más exigente con el aliciente de ser propuesta por nuestro admirado Nano Flojo. Elegimos la segunda, que sale de Rascafría.

Llego 10′ antes de la hora convenida, al punto que Pepe nos envía por whatsapp como supuesto aparcamiento amplio y gratuito. Sorpresa. Resulta ser un punto indefinido en medio del pueblo con calles estrechas donde difícilmente se puede aparcar. Continúo y más adelante veo un hueco. Ahí lo planto con serias dudas. Ya sabemos del rigor de Pepe en estos menesteres y por lo tanto llamo para saber donde andan los demás.

Una vez juntos en el extremo opuesto del pueblo, Pepe me explica que hay un aparcamiento a tres euros por coche que aun siendo día laborable y no haber ni uno sólo aparcado, hay un «gorrilla» oficial del ayuntamiento que no duda en querer hacer caja a cuanto turista se precie. Y para invitar a que se utilice ese espacio, unos desalmados le han dicho a Pepe algo así como que donde está aparcado no es un sitio muy recomendable a pesar de estar perfectamente señalizado y legal. Y como el domingo pasado le rajaron una rueda en ese mismo sitio, deciden Pepe y Domingo que deben buscar otro lugar más alejado de semejantes gañanes por si fueran los autores de la miserable acción.

Con unos 22 grados salimos ya en dirección al Paular por un camino verde y frondoso donde aún el ataque del calor no ha hecho mella. Tras siete kms. llegamos a un desvío donde empieza la subida hacia el refugio de la Morcuera. Hace años que no subo esta cuesta y la recordaba mucho peor. Bien es cierto que las veces anteriores, la hacíamos como retorno al punto de partida después de habernos comido la subida desde Miraflores a Morcuera y haber bajado al valle del Lozoya.

Al tran-tran sin prisas ni calores vamos subiendo por el pinar mientras hablamos de nuestras cosas. Echamos en falta el ritmo que impone Alfredo en todas las rutas. Decidimos subir a nuestro aire, que no es necesario sufrir. Yo me encuentro perfectamente a pesar de haber estado contagiado con el dichoso bicho y de hacer tres semanas que no cojo la bici con los colegas.

Casi sin darnos cuenta estamos en el refugio y tiramos hacia la Majada del Cojo. Un recital de adultas ranas surge al paso por la carretera. No me deja de asombrar la persistencia de la vida. Se trata de un menudo charco con apenas agua que rebosa de plantas en flor y donde se amontonan los anfibios. No sé si se pelean o tratan de aparearse. Lo que tengo claro es que les queda apenas 15 días de vida porque ese agua no durará más y ya sabemos que las ranas adultas respiran por los pulmones y la piel, que ha de estar húmeda para poder vivir. Supongo que ese croar tan intenso se debe a la premura que además de servirle para respirar por los pulmones, es para buscar una pareja que perpetúe la especie en el mísero estanque y que el año próximo eclosionen los huevos que han de poner tan rápidamente como les sea posible.

Tras una breve subida, ya sólo queda bajar hasta Alameda del Valle. Pepe propone salir de la ruta de Nano y coger un camino más estrecho y menos cuidado. Yo hace años que no bajo por él y me encanta. Tiene unas vistas estupendas. Llegamos al pueblo y preguntamos a un lugareño con aspecto de comer abundantemente, por un restaurante. No hay más que una tasca. Un vulgar chigre que dirían los asturianos, regentado por una tan sombría señora como el local. Pepe trata de hacerla un par de bromas que no entiende y le deja por imposible. En la puerta, varios aldeanos tratan de mantener una jocosa conversación. Somos la singularidad del día en el pueblo. A falta de Alfredo, asumo su papel y trunco con rotundidad al ver la hora que ya pasa de las dos de la tarde.

Llegamos a Rascafría con intención de comer en Casa Juanito. La terraza está completa y esperamos a que los camareros con escaso interés nos hagan un sitio. Tras un buen rato que aprovecha Domingo y Pepe para echar pestes del poco tacto de los camareros, recuerdan las anteriores ocasiones en que se repitieron las mismas circunstancias. Así pues, determinamos que nunca más pararemos a comer en esta población.

Finalmente nos sirven, después de una larga espera, una comida muy vulgar y con poca capacidad de elección. Sin embargo, comprobamos que los camareros son agradables. Lo mejor es la sobremesa y a eso de las cinco de la tarde emprendemos la vuelta donde ya tenemos algo de atasco garantizado.

Un Magnum para acabar endulzados. Ninguno de los tres es asiduo comedor de helados, pero hoy hemos hecho una excepción

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Torrelodones primaveral y polifacética

Ruta realizada el Domingo 10/04/2022

Dificultad Física
Dificultad Técnica
29.9 km
364 m
28 Km Distancia Madrid
4h16'
2h45'
Características Terreno Suelo duro (pueden ser de roca o pedregoso), 15% de trialeras, con tres o mas obstáculos, sin limitaciones de temperatura, 150 metros no ciclable, con algunas fincas privadas, zona de fotografía interesante, muchas puertas

Participantes: Félix, Juanlu, Pepe

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Descarga ruta: Torrelodones-Villalba.gpx
Reproductor audio crónica:

Ya está aquí. Ya llegó. Le ha costado; pero ha explotado. Aún no en su esplendor, es verdad, aunque habrá que estar atentos porque ya sabemos que por estos lugares en un pispás te plantas en los 35º.

Hoy Pepe nos ha elegido una ruta nueva de Nano Flojo. ¿Y por qué digo polifacética? Pues porque ya sabemos como se las gasta nuestro admirado Nano eligiendo trialeras, aunque en este caso lo ha alternado con numerosos recorridos entre edificaciones y no carentes de asfalto; aderezado con algunas pistas y caminos carreteros para que haya de todo.

Así pues salimos desde la estación del tren donde se han presentado sólo Pepe (está sin coche esta semana) y Juanlu (por solidaridad). Al acercarnos al Puente de la Alcanzorla nos hemos encontrado con Ramón. Un simpático señor que ataviado de fotógrafo nos ha preguntado por el famosillo puente, mientras de reojo ya lo había divisado. Decidimos acompañarle para hacernos unas fotos y mientras bajamos, Juanlu se da cuenta de que no había estado ahí nunca. Intercambiamos unas palabras y le pedimos que nos haga unas fotos con su magnífica Sony que amablemente nos ha remitido. Nos intercambiamos una serie de disparos con los móviles y le contamos muy brevemente nuestra excelsa web que a buen seguro ya habrá visitado cuando esté leyendo estas líneas.

Apremiados por el tiempo allí dedicado y el extenso tramo que habremos de recorrer, salimos de allí con bastante desatino, lo que nos hace retroceder unos metros para ascender empujando la bici por una de las intransitables trialeras iniciales, hasta coger cierta altura donde un sendero muy técnico serpentea por la ladera. Este es uno de los varios tramos donde practicamos con ahínco con la e-bike. No es que lleváramos bicicletas eléctricas como ya sabéis. E-bike es la contracción de Empuja-bike en inglés, que suena más fino. Aprovecho para indicar que esta ruta no debe intentarse con bici eléctrica, a menos que acredites la fuerza de un albañil que te permita elevar los 25 kgrs con cierta soltura.

Yendo hacia La Navata vamos sorteando pedruscos con distinta suerte, maestría y arte, de modo que en no pocos lugares descabalgamos para superar algunos escalones que nuestra pericia no puede solventar exitosamente sin riesgo de costalada. Atrás ya, la extensa zona urbanizada atravesamos una valla de piedra porque hay una puerta con candado que nos impide progresar. No hay cartel de prohibido el paso, lo que nos plantea la duda de si ese paso no debería estar abierto. Pepe recuerda una ruta con Domingo en la que llegaron a este mismo punto.

Llegamos al embalse de las Nieves y de nuevo el terreno se empeña en que vayamos excesivamente lentos para el espacio recorrido. Apenas 12 kms y son las 12:15. Aviso a Pepe para que vaya buscando un acortamiento de la ruta porque no tengo intención de que mi santa esposa me espere para merendar juntos. Vamos orillando el embalse que tiene un aspecto infame con unas aguas turbias y malolientes aunque abundantes, sólo por las circunstanciales lluvias de los anteriores días. Una pareja se lamenta del espectáculo. Nos comenta que el olor emana de una central de depuración de aguas próxima, que obviamente está sobrepasada. Nos reiteran las continuas quejas que han presentado a varios organismos que se limitan a pasar la responsabilidad de unos a otros.

Salimos finalmente de la ribera del embalse que nos ha obligado en muchos puntos a practicar la e-bike, para llegar a otra urbanización de la miríada que hay por aquí. Se trata del Parque de la Coruña en Villalba. Allí donde comimos por primera vez y que fue la última antes de comenzar el confinamiento por el dichos virus. Recordamos que el camarero nos dijo que su jefe había hablado con el Ayuntamiento y le dijo que fuera despachando el material porque no habría reposición hasta nueva orden.

Aunque la ruta ya discurre con normalidad por zonas rápidas y sin desnivel, decidimos el acortamiento de la ruta por la zona del embalse de Valmayor.

Así que después de unas fotos en la ermita de la Virgen del Cerrillo, enfilamos hacia Galapagar. Ramón nos había dicho dos horas antes que un señor del pueblo le comentó que el origen del topónimo era debido a la existencia por la zona de tal reptil.

Paramos un ratito para ver de cerca el Canto del Peso y hacernos las correspondientes fotos.

Más urbanizaciones. Más asfalto. Otro tramo de campo. Otra Urbanización… y así hasta el final. En los huecos donde no nos abruma el ladrillo, se deja ver la belleza del campo en explosión. Las florecillas amarillas sobre el verde del hinojo, el cielo azul cuajado de nubes algodonosas en su gama de blancos y grises, las ancestrales vallas de piedra… nos recuerda la persistencia de la vida a pesar de lo difícil que se lo ponemos. Eso me recuerda la conversación con la pareja que se quejaba del olor del Guadarrama. Si tuviera la perspectiva adecuada y viera como hemos colonizado los alrededores… ¿Cómo no va a oler si hay millón y medio de culos cagando a la vez? Y todo va vertido sobre el río. ¿Qué queremos? Disfrutar de la naturaleza y vivimos todos juntitos. Pues ahí lo tenemos.

Ya sólo nos queda llegar a la estación de Torrelodones para que mis compañeros cojan el tren. Llegamos a un punto sin salida en la propia estación. Pepe con su diplomacia lo resuelve y el empleado de la taquilla amablemente nos abre la puerta para que yo me escape hasta mi coche mientras ellos se montarán en el tren que los deja cerca de casa.

Señores, la primavera está aquí. No podemos perder ni un instante de disfrute que nuestra decadente forma física nos permita.

Cortesía de Ramón Somoano (Fotógrafo)

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Una de trialeras por Colmenar Viejo

Ruta realizada el Domingo 27/03/2022

Dificultad Física
Dificultad Técnica
34.3 km
562 m
26 Km Distancia Madrid
3h24'
3h00'
Características Terreno Suelo duro (pueden ser de roca o pedregoso), mas de 40% de trialeras, con un obstáculo, no adecuado para temperaturas altas, 50 metros no ciclable, zona de fotografía interesante

Participantes: Alfredo, Félix

Mas detalle ruta

Temperatura media: 12.3
Descarga ruta: Colmenar-Viejo-Manzanares-el-Real20220327.gpx
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De nuevo ha habido espantada general. Sólo Alfredo y Félix haremos este divertido recorrido. Comentamos con jocosidad si el resto estarán usando el Mocho-kit descrito en la última crónica de Alfredo. Por otro lado, los echamos de menos y nos hubiera gustado que estuvieran con nosotros disfrutando de este magnífico día. El inicio de esta primavera está siendo muy lluvioso. Nadie lo podía prever a la vista de un enero y febrero alarmantemente secos, además de soleados. El terreno al estar húmedo de los quince días que lleva lloviendo ligeramente con apenas interrupciones, nos permitirá solventar mis carencias técnicas para recorrer esta ruta tan divertida como interesante. Todos sabemos que cuando el terreno está seco, los tacos no clavan con la intensidad debida y hay que estar sumamente atento para conservar la verticalidad.

La ruta la rescatamos de la Rutoteca con fecha de realización de noviembre del 2013. Salimos de la estación de tren y recorremos literalmente las vías. El camino está bastante encharcado por lo que nos acercamos a las vías que están ligeramente elevadas con respecto al camino adyacente lleno de charcos.

Ponemos atención por si el tren se nos acercase, cosa que no ocurre pues en apenas dos kilómetros accedemos al primer tramo de trialeras, en bajada suave. El día está húmedo con una temperatura fresca, pero no desagradable. Los primeros lances los hacemos muy toreros. Sigo la estela de Alfredo que tiene un ojo especial para meter la rueda delantera por el sitio adecuado. Alguna vez se me aleja aunque apenas tiene que esperar porque a pesar de ser un terreno bastante técnico, la bici se comporta muy noblemente.

Terminamos el primer tramo de trialeras al llegar al puente medieval de la carretera que va a Navacerrada. Observamos un grupo de ciclistas muy ataviados de endureros haciendo unas tímidas bajadas por grandes piedras. Más cerca observamos que el desnivel y la dificultad no corresponde con los sofisticados atavíos y la expectación de unos con respectos a los otros. Se trata de un grupo de globeros que están aprendiendo los primeros pasos de como bajar piedras, seguramente con algún guía contratado para el evento.

Tomamos la pista que nos lleva en dirección a Cerceda que con su suave; pero persistente desnivel de subida nos hace sudar. Antes de llegar al pueblo, tomamos un desvío que nos orienta hacia Manzanares el Real por un sendero llano y muy divertido. Las vistas hacia la sierra nublada, el valle y el embalse son estupendas.

Salimos a una pista que sube del valle. Hemos decidido que vamos a acortar la ruta original ya que baja hasta el río Navacerrada y entra en Manzanares para luego de cruzar el puente del embalse para subir por la pista que tantos sudores nos ha provocado en otras ocasiones. Este terreno es harto conocido así que conectamos con la pista de sube del embalse y nos lleva de retorno por el mismo camino hasta el puente medieval. La bajada la hacemos a mucha velocidad. Plato grande, piñón pequeño y dale pedales. Mucho mejor de bajada.

Cogemos el sendero trialero que recorre el río Manzanares y nos cruzamos con dos ciclistas vitaminados con MTB eléctricas. Se trata de un señor de considerables dimensiones abdominales, poco estético, y una supuesta niña no más atractiva por ser fémina que suponemos hija suya. Luego descubriremos que se trata de una señora que frisaba los cincuenta años.

Pasa el padre delante lo que agrada poco a Alfredo que inmediatamente los identifica como adversarios y que se frustra al comprobar como la «niña» le adelanta en una cuesta de considerable pendiente. La espeta con el comentario habitual de «claro con eléctrica…» a lo que le contesta que «pero pesa un montón». En los tramos complicados la señora da muestras de que sabe montar a pesar de su aspecto poco deportivo. Los perdemos de vista aunque no andan lejos. La zona no permite coger velocidades. Cuando el terreno se pone escarpado con escalones, nosotros solventamos el problema a base de empuja-bike y bici-al-hombro. Pero ellos no pueden con esos cacharros tan pesados y los perdemos de vista ahora dejándolos atrás. Nos cruzamos con dos motos de trial que nos atufan con sus gases. Les hago indicaciones de que por aquí no pueden ir y el gilipollas de atrás, me contesta que nosotros tampoco. Lástima de no haber estado más rápido de mente y haber hecho lo mismo que el Castañar de El Tiemblo donde falsamente les dije que había una patrulla de forestales en la dirección que iban por lo que se tuvieron que dar la vuelta.

Recorremos el tramo del río hasta la Hidroeléctrica de Navallar donde cogemos ya pista de retorno hasta el coche para después de lavar ambas bicis con mi práctico caza-fantasmas damos por concluida la divertida ruta.

Os dejo con una música sublime que he ido silbando toda la mañana. La Danza de los Caballeros del Romeo y Julieta de Serguei Prokofiev.

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El Cuadrón y vuelta al embalse de Riosequillo

Ruta realizada el Domingo 06/03/2022

Dificultad Física
Dificultad Técnica
38.1 km
739 m
58 Km Distancia Madrid
4h11'
3h11'
Características Terreno Suelo normal (tierra con alguna piedra), sin trialeras, con tres o mas obstáculos, no adecuado para temperaturas bajas, con algunas fincas privadas, zona de fotografía interesante

Participantes: Félix, Juan, Miki, Rufi

Mas detalle ruta

Descarga ruta: 2022-03-06-El-Cuadron.gpx
Reproductor audio crónica:

Para este domingo hemos decidido coger una de las 6 rutas propuestas por la magnífica App que recientemente nos ha desarrollado Alfredo (¡Ojo!, con nuestras magistrales especificaciones) y que dentro de la pestaña Rutateca, ha llamado «Recomendación de la Semana«. Yo le habría llamado «Cagarrutas«, que a riesgo de parecer un nombre despectivo, está lejos de mi intención. Pero es que además de ser un nombre muy descriptivo, resulta más abreviado y acorde con el talante del grupo.

El caso es que esta ruta la hicimos por primera vez en el 2004, cuando diseñarlas requería un buen rato de estudio de los mapas de la zona para coger caminos ciclables con pendientes asequibles, sin meternos en barrancos insufribles de los que tenemos amplia experiencia adquirida principalmente en esa época. Entonces no existía Wikiloc (2006) y menos aun Cicloide.

Llevaríamos dos años ya trasteando con los GPS. Aquellos novedosos cacharros que Alfredo nos enseñó en el 2001. Recuerdo mis dos primeros Garmin (Etrex y Legend) que aún no disponían de mapa, que se limitaban a guiarte mediante una línea (track) que debías seguir a pies juntillas y que diseñábamos con Oziexplorer o Mapsource con más voluntad que conocimiento, sobre unos mapas del Ejercito, IGN o de la Tienda Verde que previamente habíamos escaneado y calibrado. Si al error del escaneo-calibrado le añadías la falta de rigor de los mapas de la Tienda Verde, los recorridos que nos salían eran bastante aventurados. Eso sí, un nivel muy superior por encima de cuando salíamos a pecho descubierto con plano y brújula, lo que no nos libraba de percances que se salvaban a base de tesón, afición y músculo para llevar la bici al hombro. ¡Qué tiempos! Y cuántas luchas teníamos con el resto del grupo cuando las cosas se ponían difíciles y empezaban las dudas. ¿Seguro que es por aquí? Alfredo y yo nos mirábamos casi con las mismas interrogantes. Como quedarse parados no era una opción, tirábamos para adelante y el resto nos seguían sin mucho convencimiento. Unos cuantos años tardaron en creer en los GPS y más aún en agenciarse uno.

Y después de esta retrospectiva, vamos al lío. Llegamos puntuales como siempre al punto de partida. Le recuerdo a Juan que en ese mismo punto se quedó «en tierra» hace muchos años por llegar tarde (no más de 15 minutos) al no disponer de móviles aún. Rufi afirma que aquí también fue donde le saquearon el coche a Pepe. Le saco de su error. Fue en el embalse de Picadas. La memoria de este equipo es frágil como veremos a lo largo de esta crónica.

Iniciamos la cuesta en dirección sur hacia el Mondalindo. Hace muchos años que no subimos a este duro pico. La cuesta se empina en algunos puntos hasta un 15% según el GPS de Juan. Ya va sobrando ropa cuando cambiamos de vertiente y oteamos el valle con las cumbres nevadas.

Cruzamos Garganta de los Montes mientras me pregunta Rufi que pueblo es, a lo que contesto con desgana porque acababa de responder a Miki erróneamente que Canencia. Yo también sufro en silencio la demencia senil.

También es cierto que haciendo un alarde memorable les recuerdo a mis queridos colegas los embalses que retienen agua del Lozoya como comentaba en mi anterior crónica. Una vez más demuestran el deterioro cognitivo cuando les comento una anécdota sobre el Azud del Mesto y me dicen que no saben donde está. ¡Jodeeerrrrr, que hemos estado decenas de veces!

Aviso que llega una nueva pendiente. Son otros 2,5 kms, y esta vez con un tramo del 19%. Afortunadamente han arreglado el camino que recordábamos muy pedregoso y técnico. Hacemos otro cambio de vertiente para dejarnos caer hacia Canencia por un sendero muy divertido y unas vistas espectaculares a la sierra que nos separa de Segovia con las cumbres nevadas y algunos claros.

Cruzamos el arroyo Canencia por el puente Canto donde nos hacemos la correspondiente foto.

Enfilamos por pista forestal hacia el río Lozoya para cruzar por el otro puente emblemático de la zona: puente Congosto, donde encontramos un nutrido grupo de senderistas y donde decidimos comer el plátano a orilla del río que discurre con fuerza con el agua que libera el embalse de Pinilla, que se encuentra a un km. más al oeste.

Volvemos en paralelo a la carretera de Lozoya en dirección a Pinilla hasta salirnos en un camino que nos lleva a un pequeño cementerio donde un par de cigüeñas han anidado en la espadaña en ruinas de su antiguo campanario donde ya quitaron las campanas. ¡Qué magnífica foto que habríamos hecho si Juan y Miki no se hubieran acercado tanto como para asustar a las aves! Si queréis ver dicha foto, no tenéis más que buscar la Crónica que relató Pepe en el 2004 y aunque no serán las mismas aves nos hacemos una idea.

Avanzamos por la Cañada de la Cerrada de Garay con bastantes puntos embarrados que los caballos han estropeado aún más. Al llegar al embalse de Ríosequillo nos salimos del camino y saltamos una valla por seguir al GPS. En este punto siempre nos entra la duda. Nos adentramos en la finca de la Retuerta con el sigilo propio de saber que como nos crucemos con el propietario nos va a regañar. Vemos tres corzos que asustados huyen y pasan a otra finca entre alambres de espino roñosos. Seguro que se han hecho cortes porque se han enganchado. Hacemos lo propio por otro lado de la valla, pero con más cuidado. Nuestra piel es más delicada y nuestro equipo más caro. Salimos a un camino que de no habernos desviado, habríamos encontrado sin dificultad. Seguro que dentro de unos años cometeremos el mismo error por seguir el GPS con fe inquebrantable. Y es que nuestra memoria es efímera como decía al principio.

Cruzamos el puente sobre el embalse de Riosequillo y comento aquella vez que vimos con gran sorpresa, como un águila pescadora hacía un vuelo rasante a nuestro lado y sacaba un pez. Afirmo sin temor a equivocarme que era tal, no por mis exiguos conocimientos ornitológicos, sino por su demostración de habilidad. Juan se ha acordado aunque pensaba que ello ocurrió en el embalse de Valmayor. El que está mayor es su cerebro, que no sus piernas como nos ha demostrado en la cuesta final.

Esos cinco últimos kilómetros se me han atragantado y como mi memoria sigue estando intacta para los malos ratos, recordaba un camino pedregoso con mucho calor y pendiente. Así que he subido al tran-tran, a pesar de que este camino también ha sido mejorado y no es tan odioso como lo recordaba.

Y poco más. Limpieza somera de bicis junto a un par de almendros en flor de los que dejo cumplida imagen.

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Cervera de Buitrago. El interior del Atazar

Ruta realizada el Jueves 24/02/2022

Dificultad Física
Dificultad Técnica
35.7 km
738 m
58 Km Distancia Madrid
3h33'
3h33'
Características Terreno Suelo normal (tierra con alguna piedra), sin trialeras, sin obstáculos, no adecuado para temperaturas altas, muchas puertas

Participantes: Domingo, Félix, Juanlu, Pepe

Mas detalle ruta

Descarga ruta: 2022-02-24-Cervera-de-Buitrago.gpx
Reproductor audio crónica:

Nunca habíamos estado en este pueblo tan alejado del mundanal ruido. Su ubicación no pilla de paso de parte alguna, por lo que has de ir intencionadamente a conocer la zona. La forma de «U» de la presa del Atazar, parece proteger su pequeño casco urbano de la afluencia turística madrileña. Hacía tiempo que quería conocer este rincón y me aseguré de que aquí no habíamos hecho rutas a lo largo de los veintitantos años que llevamos dando pedales por los alrededores de Madrid.

Aparcamos junto al restaurante El Lago donde nos esperan ya preparados Juanlu y Pepe. Mientras nos vamos aviando Domingo y yo, un señor mayor sentado en la puerta del bar nos observa con ganas de iniciar una conversación que amaine su aburrimiento matutino. A la menor oportunidad nos cuenta la penosa situación del campo agravada por la pertinaz sequía de este año y la invasión de topillos ratoneros, ratones topillos,… (o algo así) que han sido introducidos, según él, con la maliciosa intención de destruir las pocas huertas que permanecen en la zona. Eso sí, no concreta quién ha sido el que con maquiavélica maldad trata de de joderles la exigua cosecha familiar. Esta actitud es observable en las zonas rurales. Y es que muchos de aquellos que han vivido la dureza de arrancar al campo sus frutos, siguen apesadumbrados, ya que la siguiente generación descuida una tierra que tantas hambres les mitigara en «mejor» época. No han asimilado que ya dejaron de ser rentables tantos esfuerzos y que hay otros medios más cómodos, seguros y sencillos de ganarse el sustento. Ver sus tierras abandonadas después de años de tanto trabajo les produce una nostalgia que descargan en todo aquel que se muestre interesado o no, como es nuestro caso, que le dejamos con la palabra en la boca para salir pitando que ya se hace tarde.

Aquí empezó su negocio un tal Caronte con una sola barca y ya veis que ha prosperado el negocio, moneda a moneda.

Bajamos hacia el embalse del Atazar por su brazo occidental que recoge las aguas del río Lozoya; que dejan escapar del embalse del Villar, que a su vez vienen del embalse de Puentes Viejas; que a su vez dejan escapar del embalse de Riosequillo y que finalmente dejan escapar del embalse de Pinilla. Y es que las necesidades del preciado líquido de Madrid, ha ido en aumento logarítmico desde el siglo XIX cuando apenas era una villa de 200.000 almas.

El fiasco de la Presa del Pontón de la Oliva por la permeabilidad del terreno, obligó a retener las escasas aguas del río Guadalix mediante el asombroso Azud del Mesto para dar agua temporalmente, mientras se construía la Presa del Villar. Todo ello bajo el reinado de la fondona Isabel II que mientras daba rienda suelta a sus instintos carnales y nos proveía de numerosos herederos (hasta doce partos debidos a distintos sementales, todos ellos ajenos a su supuesto padre), sus ministros y allegados se forraban los bolsillos con la imprescindible construcción del Canal que inmerecidamente lleva aún su nombre.

Aún es objeto dicho Canal, de oscuras e intencionadas operaciones por parte del partido político heredero directo de sus tan siniestros como corruptos antecesores, muchos de ellos familiares directos. Ya sabemos quien construyó el mayor embalse de Madrid. Dejo al veredicto e imaginación del lector si la ancestral trayectoria corrupta cambió en esa etapa y sólo les condujo la intención de solventar las necesidades futuras de la gran urbe. Vamos a lo nuestro.

Las vistas del embalse son bellas y a la vez desoladoras. La sequía es manifiesta al ver un puñado de barcas en medio de la ladera que debiera estar cubierta por el agua. Es febrero y todo apunta que vamos a tener un verano de sequía y temperaturas extremadamente altas.

El terreno es de pista forestal en perfecto estado. Tras un tramo por carretera nos adentramos en el pinar de Casasola. Esta zona ya nos es conocida. En vez de tirar directamente hacia Robledillo de la Jara que es el trayecto habitual, cogemos un camino carretero ancho que nos lleva hacia el norte. Por tramos podemos divisar el largo brazo del embalse del Villar. A mí no me suena haber pasado por esta parte, sin embargo, Pepe y Domingo creen lo contrario sobre todo al llegar a varias de las numerosas puertas de cortan el tránsito de coches y también de bicicletas e incluso de caminantes. Los propietarios de terrenos colindantes han decidido cerrar concienzudamente los pasos laterales a las puertas con cuerdas y alambres, suponemos para que sus reses puedan moverse con relativa libertad. Somos más cívicos que ellos y cerramos las puertas para evitar que el ganado, que debiera estar en cercados, se disperse.

Pasamos por un pueblito llamado Serrada de la Fuente donde observo un centenar de ovejas. Mi experiencia me pone en guardia ante el posible perraco mastín que no tarda en aparecer con sus aspavientos y quejumbroso ladrido. Mueve el rabo y el ladrido no es más que un aviso de que está de guardia, pero al aproximarse observo que ha erizado el pelo del lomo y se envalentona. Al pasar a su lado se acerca tanto a Juanlu por detrás, que prefiero hacerle frente para que se acojone. Ya sabemos que pasa si el animal cree que huyes.

Continuamos por el camino hacia Berzosa del Lozoya, pueblo de mayor porte. Aquí me quedo sin batería en el GPS. Seguimos con los demás GPS,s que no van grabando la ruta por economía de medios. Eso me obligará a simular el track mediante el Land.

En vez de seguir el camino que marca el track, hemos llegado por carretera. La entrada está lleno de aparatos nuevos que el Ayuntamiento ha puesto para que sus vecinos hagan gimnasia al aire libre.

Camino de Robledillo de la Jara, recuerdo haber visto en mis desvelos nocturnos, un programa en Telemadrid que se llama Ruta 169 sobre los pueblos de la zona. El programa no estaría mal si no fuera por el empeño de los presentadores de mostrarse sorprendidos por cualquier memez, a la par de querer ser graciosos y falsamente campechanos con las gentes de estos pueblos a los que se dirigen con un irritante volumen de voz, como si todos fueran profundamente sordos.

En dirección sur por pistas y caminos vamos acercándonos al alto de Matachines y su visible antena, que aún siendo uno de los puntos más altos, se llega con relativa facilidad por la carretera de asfalto. Desde ahí observamos buenas vistas del brazo oriental del embalse del Atazar. Ya sólo quedan algunos trechos alternando subidas y bajadas suaves que se atragantan en algunas partes. Nos parece que Cervera está más cerca de lo que realmente lo está. Juanlu ya va acusando el dolor de la muñeca debido a la caída reciente esquiando.

Finalmente llegamos al restaurante donde por unanimidad comemos todos lo mismo. Resulta mejor calidad de lo que esperábamos y sólo nos quedamos con ganas de probar unas migas que han cocinado, pero para venderlas el fin de semana a los turistas que se acerquen por allí. Una torrija compartida y unos cafés amenizan la conversación relajada en la terraza del local donde hemos comido completamente sólos. Muy agradable la tertulia. Cada vez apreciamos más este rato reponedor y de descanso, con una animada charla.

Os dejo una deliciosa música de Dmitri Shostakóvich, que ser ruso no es sinónimo de negativo. Mi admirado Kubrick la incluyó en su última película de 1999, Eyes Wide Shut.

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Un safari por Villa del Prado

Ruta realizada el Jueves 10/02/2022

Dificultad Física
Dificultad Técnica
30.8 km
491 m
53 Km Distancia Madrid
3h31'
2h41'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix, Pepe

Mas detalle ruta

Temperatura media: 13.7
Descarga ruta: Safari-Park20220210.gpx
Reproductor audio crónica:

Hoy nos vamos de safari por el sudoeste madrileño. Hace mucho que no paseamos por aquí, así que he rescatado una ruta de hace años que salía de Aldea del Fresno, pero que tenía un tramo desagradable por carretera y he buscado en Cicloide una alternativa saliendo de Villa del Prado. La ruta es cortita y sólo tiene una dificultad física moderada que es la cuesta inicial, pero que nos sirve para ir calentando los motores ya que al llegar al pueblo marca -2º.

El día es fabuloso. Soleado y sin viento, pronto alcanzaremos los 19 grados. Como dice Pepe, esas diferencias térmicas en pocas horas son propias de las zonas desérticas y lleva razón. Este año se presenta caluroso y seco. Estamos en la primera quincena de febrero y lleva sin llover dos meses, pero a pesar de todo el campo está verde, las yemas de los árboles empiezan a asomar y los almendros están en plena flor al menos quince días antes de lo habitual. Verás qué Julio nos espera.

La primera y única cuesta nos llevará una hora sortearla hasta llegar al Cerro Rojo. Nos quitamos el exceso de ropa y vamos admirando la vegetación de pino, algunos ejemplares de tamaño considerable, y encina joven. La pista es ancha y limpia lo que nos facilita su ascenso. El sol nos acaricia en la mayor parte de la trayectoria, lo que agradecemos porque en las umbrías se nota que hace rasca.

En la lenta bajada podemos divisar El Pantano de San Juan que antecede al Embalse de Picadas. Aquí dejo el enlace para quien tenga curiosidad sobre su historia Monasterio de Pelayos que podemos apreciar su estructura en ruinas desde la lejanía.

Al llegar al cruce de la carretera de San Martín de Valdeiglesias nos damos cuenta de lo peligroso que es recorrer el escaso recorrido para ver el monasterio de Pelayos de la Presa y desistimos de visitarlo. Decidimos comer el plátano junto a unas ocas oportunistas que buscan algún trozo de pan que no les ofrecemos por carecer de él.

Recorremos plácidamente el tranquilo y sorprendentemente repleto de agua embalse Picadas haciendo fotos a sus espejadas aguas. Sólo Alfredo parece tener prisa y es que la putansia se le adelanta como la primavera. Enfilamos la última cuesta del día para salir de las cercanías del embalse y tomar una carretera en bajada que nos lleva a las estribaciones del Safari Park.

Allí observamos y fotografiamos a distintos animales que pacen sin más. Sólo los papiones parecen estar más agitados. Doy varios golpes en la valla para que se acerquen y que Alfredo los deleite con el plátano que ha traído de reserva. Enseguida llegan atraídos por la curiosidad y la golosina. Sólo el más fuerte monopoliza el plátano a pesar de que Alfredo lo trocea y trata de distribuirlo entre los asistentes.

Ya sólo queda matar el hambre y tener una charla distendida. Una vez más elogiamos la vida del jubilado y la ordinariez de salir a dar pedales los fines de semana como el resto de los mortales que aún cargan con la maldición bíblica del trabajo. Mientras nos apretamos un cocido muy cumplidor y otras viandas de lo más aconsejables en el Mesón El Molino, con un vinito de la tierra acorde a la calidad de la comida, nos acordamos de Mario y su reciente desgraciada caída. Quedamos en hacerle una videollamada a los postres, pero se nos olvida finalmente.

Los Papiones Grandes os saludan

Pepe propone hablar con Juan y Miki, únicos especímenes laborales del grupo, para que se aclaren si van a salir los findes a montar ya que se alarga su ausencia últimamente. Verdaderamente la propuesta de Pepe de cambiar la salida del finde por otro laborable es muy digna de ser meditada por sus múltiples ventajas.

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Estrenamos 2022 por Cabanillas de la Sierra

Ruta realizada el Domingo 02/01/2022

Dificultad Física
Dificultad Técnica
30.2 km
712 m
45 Km Distancia Madrid
3h51'
2h48'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Félix, Mario

Mas detalle ruta

Descarga ruta: 2022-01-02-Cabanillas-de-la-Sierra.gpx
Reproductor audio crónica:

A diferencia del año 2021 y su Filomena, el 2022 se presenta muy caluroso inicialmente. Mario me dijo el día de Nochevieja que si pensábamos salir, que contara con él que se apuntaba. Así que planteo la pregunta, pero sin éxito. Que si esquiando, que si en la playa, que si recién vacunado… Y los que no responden, que si pasando el mocho. El caso es que nos vamos Mario y yo a disfrutar de una mañana espléndida y primaveral.

La ruta es de nuestro admirado Nano Flojo, lo que es garantía de diversión. La hemos hecho en varias ocasiones y siempre salimos encantados. Predominan las trialeras por senderos estrechos y con distintos grados de dificultad que hacen nuestras delicias. La humedad de la última lluvia hace que el terreno esté hoy en su punto exacto para que los tacos de las ruedas se agarren y nos permitan ciertas alegrías impensables con el terreno seco.

En el punto de encuentro hay un nutrido grupo de ciclistas donde se impone la madurez. La edad media de este deporte empieza a ser similar a la de la petanca, la brisca y el dominó. Cabalgando e-Bike, eso sí. Sólo un muchacho que podría ser hijo de alguno de los restantes, lleva MTB «muscular» como se dice ahora. Mario se encuentra a varios conocidos y yo me pongo a charlar con uno de ellos. Es el dueño de la tienda de SanFerbike en San Agustín de Guadalix que es donde llevó Domingo a arreglar el carbono de su bici. Saca de su furgoneta una Orbea Rise inmaculada y preciosa, pero que pesa más que un mal matrimonio. Me cuenta muchas cosas interesantes como que se han dado cuenta los fabricantes de que las full-power (así llaman a las más potentes y pesadas e-bikes), son más bien para los enduros y que resultan demasiado heavy para los que venimos de las «musculares» que hacemos más Cross-country con algo de dignidad y cierta forma física. Por ello, se han planteado este otro tipo de MTB más ligeras (aunque a mi me parecen troncos), donde hay que pedalear de vez en cuando. Lo que no sé es como resuelven lo de subir al portabicis los veintitantos kilos. Desde luego me da que saltan pocas vallas y no se comen tantos barrancos como nosotros. De eso estoy seguro.

(Perdón por tanto anglicismo que me repugna. Entre los términos de las bicis, los títulos de las pelis y series en plataformas tipo HBO, Netflix… etc y los gimnasios donde los nombres (Basic Fit, Silver Body, McFit, Anytime Fitness…) y las actividades que está todo en inglés: Bobypump, Cicling, GXR, XCO, Body Combat… hay mucha tontería y va en aumento, inversamente proporcional a la edad de los asistentes. Como decía una tía en la tele cuando le preguntó el monitor del gimnasio cual era su primer objetivo y le respondió: aprender inglés para ver si me entero de algo)

La ruta la conocéis aunque no la ubiquéis a priori. Muy divertida. Poco desnivel y muy técnica pero sin ser peligrosa. En algún punto hay que echar pie a tierra. A destacar los tramos llegando a Valdemanco, el tramo posterior al presidio que baja por unas lanchas de granito, el camino paralelo al Arroyo Albalá y el sendero que sale a la finca de los toros. La hemos hecho varias veces aunque Alfredo diría aquello de: «por aquí no hemos venido nunca».

Aquí os dejo unas fotos.

Un pequeño traspiés y Mario no me ayuda

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