Ruta realizada el Martes 25/08/2020
Participantes: Domingo, Félix, Pepe, Rufi, Mario
Reproductor audio crónica:
La ruta para hoy es la repetición de la última que hicimos antes del confinamiento de marzo del 2020. En esta ocasión con Rufi y Mario en vez de Alfredo, que sigue con su tabla de windsurf por Estepona.
Aparcamos en La Laguna, junto al restaurante donde posteriormente comeremos, y salimos poco después de las 9. Nos perdemos en el minuto uno. Nos superamos cada día.
Mario me espera a que monte el GPS, mientras los demás buscan sitio precipitadamente para hacer sus necesidades fisiológicas a la sazón y recuerdo de Alfredo. Así que Mario y yo, ignorantes de tal menester arreamos a todo pistón con objeto de alcanzar a los supuestos misiles balísticos por el cordel de Suertes. ¡Mucho correr me parece a mi! Así que al llegar a la ermita del Cerrillo, deduzco que algo pasa y que es probable que anden por detrás, en vez de por delante.
Mis sospechas se acrecientan cuando llegamos al poblado de frikis de Navalquejido. Allí echo las primeras fotos mientras esperamos a los rezagados. Se arrima un globero a preguntar por una manera de dar un rulo volviendo a Villalba y al que le pido que nos inmortalice en la puerta de lo que fue una parroquia. https://castillosdelolvido.com/iglesia-fortificada-de-navalquejigo/
Salimos ya unida la cuadrilla de la Muerte una vez que han soltado lastre. Continuamos la ruta bordeando la población por sendas muy divertidas y reviradas entre matorral y algunos árboles. La bajada es poco pronunciada lo que facilita la conducción y sólo debemos de preocuparnos de algunos ciclistas que vienen de frente y de viandantes que transitan con sus amigos perrunos.
Llegamos al puente que cruza Valmayor y me quedo contemplando los numerosos galápagos que conviven amistosamente con unos peces de considerable tamaño que según Pepe son carpas. Mientras, los demás se hacen fotos haciendo numerosos aspavientos para espantar las impertinentes avispas allí congregadas. Ello acelera la salida de la zona con tal premura que salimos en dirección contraria hasta que Domingo nos rectifica.
Poco más adelante, decidimos que coger la carretera es más práctico que fondear por la ribera del embalse, como hicimos la vez anterior, hasta coger la Cañada Real en dirección a Galapagar. La zona es más árida y algo calurosa sobre todo porque hasta este momento no habíamos hecho ninguna subida.
Cruzamos Galapagar y enfilamos en dirección al puente de Herrera en pronunciada bajada que se hace muy divertida.
No aparecen los ruidos de mi bici. Al fin, Ángel el nuevo mecánico ha dado con el problema. No echo de menos haber quitado los acoples y hasta me siento más cómodo al haber separado los mecanismos en el manillar, ganando unos centímetros de anchura que me permite una conducción más precisa. A todo esto, Pepe va con la bici de su hijo porque la Orbeíta está dando sus últimas bocanadas y coletazos. Una fisura en la bieleta va a permitir a su dueño deshacerse definitivamente de ese engendro. Esperemos que la garantía se materialice y pueda disfrutar en breve de una MTB de verdad. Ya sólo queda que deje de inflar los neumáticos a presiones de fosa atlántica y podrá disfrutar de las trialeras como los demás.
Llegamos al puente de Alcanzorla de origen musulmán, a pesar de que en los mapas figura como Puente Romano, construido entre el siglo IX al XI. https://www.rutasconhistoria.es/loc/puente-de-la-alcanzorla.
Después de las consabidas fotos y vídeo en el que Rufi posa con gracia, elegancia, armonía y desenvoltura; salimos empujando por el mismo camino después de nuevas diatribas de Pepe que acostumbra a despistarnos en cuantas situaciones se brindan.
Una empinada cuesta nos espera poco más adelante. Muy a mi pesar, pongo pie al comprobar que el corazón se me está saliendo por la boca y los pulmones ya no producen el oxígeno que mis piernas demandan. Así que saco mi móvil constatando para la posteridad como Rufi se la sube muy sobradamente y con chulería, como lo definiría Pepe durante la comida.
Ya sólo nos queda llegar al punto donde la bifurcación nos llevaría al Embalse Las Nieves y que queremos evitar. Hace calor, aporta poco y no tiene senderos definidos. La vez anterior se nos hizo un tanto desagradable por tener que pasar varias cercas y arrastrar el culo por alguna de ella. Por lo tanto, agarramos la carretera donde observamos que la rueda trasera de la bici de Pepe va hecha unos zorros. Habrá que centrarla según le advierte Mario que se ofrece a intentarlo, pero que no concreta la acción por temor a no dejarla adecuadamente o simplemente porque le apetece disfrutar del descanso del guerrero en la sobremesa.
Y llegamos al Restaurante La Laguna, a eso de la una. Y como cae en copla, me la sopla. Pedimos unas cervezas mientras hacemos tiempo en animada tertulia hasta que nos echen de comer. El lugar es cómodo y agradable. La comida es escasa para fornidos atletas, alguno de los cuales sobrepasan holgadamente los 80 Kgrs y los 1,85m de estatura y han de recuperar el volúmen perdido. Aún así, no oigo protestas. Alargamos la charleta hasta que a eso de las cuatro y media decidimos poner fin a la aventura de hoy que esperemos no sea el preludio del nuevo confinamiento.
Otras fotos: Link Álbum
Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos
3 comentarios en “Villalba-Puente Alcanzorla”
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Magnífica crónica jefe. Veo que no soy un muñón y que el problema de los vídeos es “pandémico”.
Me encantó la iniciación a la molicie del ocio y el jubileo. Lo voy a repetir tanto como pueda
El IBP de esta ruta engaña. Creo que la sensación de todos es que fue algo más seria de lo que dicen los números. Nos pasó igual con la de El Gasco. También puede ser que los ciclistas estemos cada vez más flojos.
Al final, radio roto en la rueda trasera. Qué rachita llevo.
Estupenda crónica de un día divertido. Que Pepe fue la diana del grupo queda más que claro 🤣