Ruta realizada el Jueves 04/06/2020
Participantes: Domingo, Félix, Pepe
Reproductor audio crónica:
Ya teníamos ganas de que nos lloviera encima y hoy lo hemos conseguido. Alguna nenaza que dice que en la OJE se curtió en mil batallas, se ha encogido con las cuatro gotas que anunciaba la AEMET. Para mi que en vez de la OJE, estuvo con Las chicas de la Cruz Roja.
Por la carretera algunas gotitas amenazantes nos acompañan hasta llegar al polideportivo de Tielmes. El sitio elegido no puede estar más concurrido a eso de las 8:30. Todos los servicios municipales se congregan allí para repartirse el curro. Y nosotros que queríamos pasar desapercibidos, no podemos dar más el cante. A toda prisa nos cambiamos, no vaya a ser que l municipal nos haga el interrogatorio para el cual, ya tenía yo preparado mi réplica.
Cómo lo de Pepe no es elegir rutas, estudié con el IBPindex la que había preparado el día anterior. El recorrido tenía una pinta excelente si no fuera porque presenta unas cuestas del 19% de desnivel en algún tramos y otras cuantas que oscilaban entre el 13 y el 18%. Obviamente no era el día apropiado por el terreno embarrado y por el lamentable estado físico que el confinamiento nos ha dejado a los tres osados. Si más, decidimos hacer la ruta propuesta por Domingo.
Empezamos con lluvia apenas llevamos un par de kilómetros y va arreciando según avanzamos a buena velocidad dada la escasa dificultad del terrreno. El campo está guapo. Algunas partes muy verdes y otras más bien secas, lo que nos anuncia que queda poco de la primavera robada. Los pajarillos nos deleitan con sus trinos cada vez que para de llover y asoman claros con algún que otro rayo de sol.
Cuando nos damos cuenta estamos llegando a Estremera después de 22 kms que nos hacemos en un pispás. Ahí decidimos aceptar la oferta de Pepe de tomar un café antes de retornar por el sitio que vinimos. Con muchas reservas y tocando lo menos posible todo, nos tomamos un café después de despojarnos de las mochilas, guantes e impermeables totalmente mojados y llenos de barro a pesar de que hemos ido por la vía de lo que en su día fue de tren y ahora adecuadamente habilitada con asfalto.
En el camino paramos un rato para probar el arma mortífera que Pepe nos ha preparado. Un tirador de tamaño minúsculo hecho con alambre de percha de las que regalan en el tinte y unas gomas de Aliexpress. Nos sorprende lo fuerte que salen las piedras, capaces de llegar a unos 30 o 40 metros. Los primeros 10 con bastante fuerza y rectitud.
Domingo se tatúa el plato grande
Volvemos al cruce donde decidimos seguir hasta el otro ramal que nos lleva a Ambite. A velocidad crucero y a ratos mojándonos; pero menos que al principio, llegamos al final y retornamos hacia el coche.
Llamamos a Juan Carlos que está en Carabaña para decirle que reserve restaurante cerca de su casa. Al llegar a los coches nos cambiamos a toda prisa para no tentar a la suerte y nos dirigimos a casa de J Carlos, que nos recibe efusivamente con unas cervezas. Lavamos las bicis Domingo y yo, porque están hasta arriba de barro y después de descansar con las birras sentados en su porche, nos vamos a comer.
Nos apretamos unas judías asturianas y unas croquetas de espinacas y bacalao muy decentes acompañadas de un vino espantoso, -de los que joden la gaseosa-, su postre y café por sólo 11 euros.
Ya se nos va quitando el miedo del coronavirus aunque evitamos tocar lo que no sea imprescindible. J Carlos nos machaca con su discurso doctrinante a base de conspiraciones judeo-masónicas internacionales que se dedican a jodernos la vida. Todo argumentado con una serie infinita de datos, según el contrastados y que defiende vehementemente. A pesar de intentar varias veces que baje el volúmen y que cambie de tema, no lo conseguimos. Sólo cuando se percata de que ya nos está jodiendo la comida, se va relajando. Un poco conspiranoico el muchacho al que queremos a pesar de todo.
Con las mismas volvemos a su casa donde nos invita a un café que amablemente declino, pues me apetece más volver a casa para quitarme el barro y recoger todo.
En fin, otra mañana salvada del confinamiento a base de parecer unos delincuentes que diría uno que yo me sé.
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3 comentarios en “Hoy llueve a gusto de todos”
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He disfrutado como un gorrino en una charca.
Y me he puesto de barro como si así hubiera sido.
Delincuentes, si habéis pasado por Estremera os teníais que haber quedado dentro y darle recuerdos a Oriol Junqueras. Voy a recopilar las tres últimas crónicas con sus videos respectivos y se los voy a llevar a la Benemérita, Veréis cómo corre el ranking
La verdad es que fue la mar de agradable, a pesar de que lloviera. Llena de olores y buenas sensaciones. Luego en la comida también nos llovió, nos llovió la brasa de Juan Carlos, pero como se le quiere, se aguanta, jajaja