Por varios pueblos del PN de Sierra de Francia

Ruta realizada el Martes 16/04/2024

Dificultad Física
Dificultad Técnica
54.6 km
1202 m
197 Km Distancia Madrid
3h54'
2h16'
Características Terreno Suelo duro (pueden ser de roca o pedregoso), 15% de trialeras, sin obstáculos, sin limitaciones de temperatura, 300 metros no ciclable, zona de fotografía interesante

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix, Juanlu

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Temperatura media: 25.5
Descarga ruta: D2-PN-de-Las-Batuecas-Sierra-de-Francia.gpx
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Hoy es el segundo día en esta Reserva de la Biosfera, que además de serlo desde el 2006, es Espacio Protegido como Parque Natural y Red Natura desde el año 2000. Para recorrerlo, empezamos donde nos alojamos: Sotoserrano. Es el municipio de menor altitud del PN. Eso explica que salgamos en ligero ascenso durante los primeros 25 kms, perfectamente llevaderos gracias a nuestras excelsas monturas.

Por la carretera llegamos a Cepeda. Se trata del primer «Pueblo Mágico» de Salamanca que obtuvo tal calificación. Entenderemos que estas calificaciones tienen el objeto de promocionar el turismo en aquellos pueblos que no han obtenido otra como «Pueblo más bonito de España» o similar; y que gracias a las gestiones de un alcalde espabilado y trabajador hacen destacar su pueblo entre los demás, sin que ello signifique que dicha localidad tenga algo especial o diferenciador a los del resto del entorno. Así lo comprobamos al callejear y encontrar similitud en sus edificaciones con San Martín de Trevejo (Cáceres) y otros muchos pueblos que iremos conociendo posteriormente.

Salimos en dirección norte por una buena pista que se interna en un precioso bosque mixto. Hay partes del camino en que los árboles hacen una cúpula cerrada que le otorgaría un carácter sombrío y hasta truculento si no fuera porque el día es espléndido y soleado. Empezamos a encontrar algunas dificultades técnicas cuando el camino se torna sendero estrecho con abundante piedra gorda, hoja caída y regueros de agua, lo que hace las delicias de Alfredo, pero que al resto nos obliga a pasar al modo empuja-ebike.

El bosque está precioso. Las rocas con musgo verde fosforito y los senderos pedregosos tapizados de hojas de roble y castaño son una delicia, sobre todo en los tramos donde podemos ir montados sobre la bicicleta. Un rumor gutural se oye a los lejos: «Juanluuuu». Es Alfredo que aburrido de esperarnos nos reclama en la lontananza. Hemos enlazado con el famoso Camino del Agua que nos llevará hasta Mogarraz. Cruzamos un puente de piedra sobre el arroyo de Los Milanos de las Tisneras que vierte sus aguas sobre el río Francia un poco más adelante. Escuchamos muchos pajarillos que andan alborotados con esta frondosa primavera.

Ya en Mogarraz podemos contemplar sus calles limpias.

La arquitectura conserva el sabor antiguo de los pueblos de la zona. Sus típicas fachadas están rellenas de cuadros de Francisco Maíllo con las caras de los antiguos vecinos ya fallecidos, lo que por un lado asombra; pero por otro le da un aspecto siniestro y lúgubre. Me imagino lo que será dar un paseo por sus callejas deshabitadas, sin un alma, completamente vacías, en pleno invierno, a media noche con mucho viento helador y escasas luces cetrinas. Todas esas caras mirándote al pasar, necesariamente tienen que producir espanto y escalofríos. Pregunto a un paisano si siguen la tradición de engordar a un cerdo errante por las calles y que luego sortean. Me dice que hace años que ya no. Yo lo vi en el 2013.

Salimos del pueblo otra vez por el precioso Camino del Agua que nos llevará hasta Monforte de la Sierra. De nuevo encontramos tramos de escasa ciclabilidad que nos pone a prueba. Cruzamos otra vez el arroyo de Los Milanos de las Tisneras donde encontramos esculturas de escaso valor estético y gusto, que los aficionados a artistas de la zona se empeñan en colocar en pintorescos lugares donde la naturaleza se sobra con su belleza. Atravesamos Monforte de la Sierra. Es otro pueblo atractivo sin más alicientes. La carretera nos alivia del pedregal y las vistas de los tejados de Mogarraz desde el mirador del Viborero son asombrosas destacando en el frondoso verde del bosque.

Tomamos un precioso sendero que atraviesa un espeso bosque de roble por donde discurre un canal estrecho de piedra musgosa que recoge el agua del arroyo para el pueblo. Muy disfrutona esta parte hasta que llegamos a un punto donde hay que empujar de nuevo para salir de la profundidad y recorrer parte del arroyo por sus aguas.

Nuevas dificultades técnicas nos obligan al empuja-ebike, lo que va mermando nuestra fuerza mientras maldecimos por el peso de nuestras monturas. Por fin, salimos a un camino que se puede ciclar. Llegamos hasta la ermita de Las Majadas Viejas.

En poco tiempo llegamos a La Alberca donde callejeamos para comprobar que a pesar de la época ya empiezan a aparecer algunos turistas, con algunos de cuales establecemos conversación e intercambiamos fotos en la Plaza Mayor.

Salimos de La Alberca por un camino carretero en razonable buen estado para en varios kilómetros de ascenso suave, coger una pista ancha en bajada donde vamos felizmente contemplando un verde y precioso paisaje que recorremos a toda velocidad con un profundo barranco a la izquierda. Antes de llegar a Herguijuela de la Sierra nos desviamos por un sendero bastante inclinado y técnico que se interna en un profundo bosque donde se alternan los pinos, los castaños y los robles.

Nos encontramos una extraña chimenea hecha de anillos de piedra labrada.

Llegamos a Herguijuela y preguntamos donde podemos comer a un señor que se asoma a la puerta de un bar. Nos desanima una y otra vez ante nuestra insistencia de comer, aunque sea un bocadillo. No hay forma. Fuera hay otros dos paisanos que nos dan indicaciones de donde dan de comer y comprobamos que está en la misma dirección que llevamos. Tras varios kilómetros de magnífica pista y carretera en bajada que recorremos a toda máquina llegamos a Rebollosa para poco después de cruzar el río Ladrillar llegar a nuestro destino: Riomalo de Abajo. Allí comeremos en una cómoda terraza al lado del río, un menú cumplidito en el Restaurante del Hostal Riomalo: El Mulero. Nos hacen esperar un buen rato porque no dan de si a pesar de que apenas hay público. Alfredo ya sufre la habitual putansia y comenta la poca efectividad del camarero en sus desplazamientos entre comensales. Al fin nos traen las bebidas cuando estamos al borde de la extenuación hídrica. Ya comidos y sin prisas emprendemos el camino hasta uno de los puntos claves de la ruta.

El Meandro Melero está a varios kilómetros que hacemos sin dificultad por una carretera en leve ascenso que apenas tiene tráfico y que nuestras baterías aportan la fuerza necesaria para que nuestras piernas no sufran lo más mínimo.

Desde el Mirador de la Antigua, el paisaje es cautivador. Se halla el río en su esplendor máximo y el verde del entorno en contraste con el azul del agua y las montañas nevadas de Gredos nos deja perplejos. Juanlu, le repite a Alfredo que no necesita irse a Canadá para ver un espectáculo grandioso y que además se come mejor aquí. De esto último no hay duda, de lo primero sí. A lo que Alfredo contesta que ya lo ha anulado, con cierto retintín. Después de un buen rato admirando el paisaje, hacer innumerables fotos y de rodar unas escenas con el dron, emprendemos el retorno hacia Sotoserrano.

Tras volver a Riomalo de Abajo, recorremos una carretera muy bella a orillas del Río Alagón. La cosa se pone aún más interesante cuando la abandonamos para seguir un sendero por la ribera del río. ¡Qué bonito! Alfredo saca a Retortijón a pasear en modo persecución. Creo que el video resultante va a ser una maravilla.

Poco antes de que las aguas del Río Cuerpo de Hombre vierta las aguas sobre el Alagón, tomamos un sendero en cuesta ascendente suave que nos llevará a Sotoserrano donde llegamos alrededor de las 18:30h.

Una ducha y nos vamos a cenar a La Alberca en el poderoso coche de Juanlu. El restaurante previsto está cerrado, así que improvisamos en un garito llamado El Rincón De Lola, en la Plaza Mayor donde ponen unas tapas sin interés a pesar de haber ganado el primer premio de no sé qué.

Tras un paseo por el pueblo Domingo y yo, compramos un kilo de jamón supuestamente ibérico por 20 euros. Una vez probado en Madrid, puedo decir que, sin ser una 5J’s, está bastante decente. Nos llevamos dos sobres por 10 euros para desayunar con un peso bastante inferior. También picamos en una cara tienda de chocolates para tener un detalle, que nuestras mujeres agradecerán sin duda. Ya dormir que mañana toca senderismo.
Y de música de fondo os pongo a Celtas Cortos y su celebérrimo 20 de Abril, que es la fecha en la que hago la crónica. Puff, se nos escapa el precioso mes de Abril.

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4 comentarios en “Por varios pueblos del PN de Sierra de Francia”

  1. Muy buena crónica y bien ilustrada. La verdad es que fue una ruta preciosa y variada.
    Llegamos a las 18:30 en parte por las conversaciones que establecía Félix con todos los paisanos que nos encontramos.
    Félix, tienes que enviarnos una foto del contenido de 1 kilo de jabugo a 16 euros. Estamos todos expectantes.

    1. Jabugo está en Huelva. Me conformo con que sea simplemente ibérico, aunque el cerdo vio la bellota en un póster que tiene el granjero a la entrada.

  2. Buena crónica, se percibe perfectamente lo bonita que era la ruta a pesar del palizón que supuso. Al pasar por tantos pueblos se hizo muy amena. La gente de esta zona se enrolla como las persianas. La cajita del jamón ya la he abierto. al menos la mía es maciza. Para el precio que tiene está razonablemente bueno aunque está claro que son retales. Nadie da duros a peseta.

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