Ruta realizada el Jueves 05/10/2023
Participantes: Domingo, Félix, Juanlu, Mario
Reproductor audio crónica:
Era el 22 de Abril de 2012 cuando estrené mi Top Fuel 9.7. Ya dije entonces que no sabía si esa sería mi última bici; pero que en caso de no serlo, la siguiente sería eléctrica. Y así ha sido. Han sido 11 años y 6 meses gozados con alegría y algunos sufrimientos, incluyendo una fractura de costilla que hace poco me descubrieron en una resonancia magnética. Poco he tardado en venderla. Tan sólo dos días después del estreno de la Cube. Y yo que de sentimental tengo como el cálculo de las probabilidades: entre cero y uno, he sentido un cosquilleo como de nostalgia. Como de despedida de un amigo que se va al otro lado del mundo y al que no vas a volver a ver. En fin, lo que no puedo es seguir almacenando MTB’s que apenas uso y que a partir de ahora por razones físicas y químicas, menos aún.
Vamos a lo que vamos ya con la crónica del día. Mario nos propone tres rutas por Rascafría el día anterior. Como no sabía si me iban a entregar la Cube, decidí que la intermedia sería suficiente. Finalmente me la entregan al medio día del miércoles y Mario se encuentra con el asolador panorama de una Moustache y dos Cubes todas con motor Bosch CX4 de 85Nm. Con su Trek con motor cántabro del 61 (más o menos) y sin tapujos se inclina por la ruta de medio pelo.
Después de ímprobos esfuerzos para sacar las pesadas e-bike de los respectivos coches, nos juntamos en la plaza del pueblo. Empiezo a hacer el book fotográfico a mi Cube para dejar un recuerdo imborrable que espero poder volver a ver dentro de otros 11 años y medio.
No sé como se comportan estos cacharros en las cuestas, pues apenas he hecho unos metros con alguna que brevemente me ha prestado algún amigo. Lo que me sigue sorprendiendo son los 25 kg que pesa y estoy deseando saber como se desenvuelve el motor para mitigar el sobrepeso de la e-bike y el mío propio.
Enfilamos por el margen del río. En las primeras cuestas percibimos un bienestar indescriptible. El día es impropio de la fecha. Parece que estamos a primeros de Junio (de los de antes). Harán unos 23 grados y el recorrido está verde por las copiosas lluvias de Septiembre, que este año ha sido especialmente tormentoso.
Cuando empieza a picar hacia arriba el camino, tan solo con la marcha Eco la bici se desliza suavemente. Apenas necesito hacer esfuerzo. Supongo que mi cerebro después de 25 años acostumbrado a evaluar las cuestas, no comprende lo que está sucediendo. De repente han desaparecido los 25 kg de lastre. Sube con la sensación de que vas llaneando por una cuesta en tierra que tendrá un 5-6%.
Juanlu está exultante. También está casi de estreno con su Moustache, pues es la segunda vez que monta, pero la primera con cuestas de verdad. Ya no habrá que esperarle en los cruces. Al menos en las subidas. Domingo no demuestra su perplejidad porque ya ha montado otras cuantas veces con la e-bike de Raquel y acompaña a Mario algo más atrás.
Subimos despacio y sólo de vez de cuando pongo las otras marchas durante unos metros para comprobar la sensación que transmiten. Esto es un lujo. «El sufrir se va a acabar». Esta será otra nueva frase famosa del grupo, parafraseando aquella del anuncio televisivo de «El fregar se va a acabar». También propongo la frase de «Pedalear es de pobres», pero para añadirla al catálogo, habrá que esperar a que el resto de compañeros amorticen sus «musculares» y anacrónicas MTB’s.
Llegamos en un «sin sufrir» por la GR10-1 al monumento del Guarda forestal. He de decir que siempre los hemos mirado con respeto y agradecimiento por su labor; sin embargo desde que nos multaron en el Cañón del Río Lobos por volar el dron para hacer unas fotos, su imagen se ha deteriorado. No hacíamos nada en contra de la naturaleza y un imbécil se empeñó en jodernos el día. En su recuerdo, echo una meada en el monolito.
Mario nos sorprende con sus inagotables conocimientos sobre todo aquello que tenga que ver con las MTB’s. Un gran aporte al grupo, sin duda.
Tras otras cuestas sin que las piernas lo acusen, llegamos al puente sobre el río de la Angostura donde empieza el descenso. Voy a comprobar como se comportan estas ruedas de 2,60 con horquilla Fox de 140mm. Tras comprobar que los frenos no responden adecuadamente por estar aún nuevos, decido no coger grandes riesgos hasta que se marquen en el disco. Vamos cogiendo velocidad hasta llegar al Puente de La Angostura donde empiezan las divertidas trialeras.
Es una verdadera gozada. Las piedras se las come, literalmente. Sorprende la maniobrabilidad y la seguridad que transmite. Es muy noble y las trazadas son perfectas. Las ruedas que llevo no están tubelizadas y están más infladas de lo que estoy acostumbrado. Sin embargo, no percibo rebotes incómodos. Sólo en las bajadas extremas, me corto y me bajo de la bici porque aún no soy consciente de que llevo una tija telescópica. Prefiero ir descubriendo poco a poco los límites de mi técnica con la nueva adquisición.
Cuando llegamos al pedregal que precede a la presa de Pradillo compruebo el funcionamiento de la marcha Walk. Menos mal que a los señores de Bosch se les iluminó el cerebro porque ahí volvemos a comprobar que son 25 kg de metales varios y otros componentes. Tras un breve descanso, descubre Domingo que se ha dejado la mochila con «toda su vida» según palabras literales, en el último descanso. Parte raudo y azorado en pos de hallar su vida antes de que algún desalmado se la lleve, mientras hago unas fotos, como no, de las nuevas MTB’s, que quedarán como nueva imagen de la web que Alfredo nos está mejorando.
Vuelve Domingo con mejor cara diez minutos después con su preciada carga.
Nos dejamos llevar por la gravedad y las trialeras hasta Las Presillas y enseguida a Rascafría. Allí elegimos erróneamente un restaurante llamado El Río, que Mario conocía de sus anteriores dueños que sin duda lo llevaban bastante mejor que los actuales. La terraza junto al río está muy bien. No nos dejan sentarnos a pesar de que hay mesas libres. Los dueños son extranjeros, quizás rumanos y aún no se han enterado de que va esto porque están agobiados. Mientras nos apretamos unas cervezas celebrando el estreno. Cuando ya nos cansamos de esperar nos sentamos para descubrir que varios de los platos del menú se han acabado. Comemos regular, pero no empaña una mañana fantástica.
Durante la sobremesa comentamos lo felices que nos haría Alfredo añadiendo en la app Aquihayquevenirllorao del móvil, ese botón «Return to home» que tantas veces le reclamo y que ni siquiera con el auge de la AI es capaz de desarrollar.
Nos despedimos y ahora lo más duro es meter la bici en el coche (yo creo que he gastado más energía que pedaleando) y los 90 kms hasta casa.
Os dejo con un video de la ruta que ha hecho Mario y que está muy bien porque sale el relieve en 3D
Otras fotos: Link Álbum
Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos
4 comentarios en “Hoy 5 de Octubre del 2023 estreno mi e-bike Cube por Rascafría”
Los comentarios están cerrados.
Joder, que cosas hacéis, niquelao Mario.
Si yo fuera tu bici, te daría las gracias, por las cosas tan bonitas que le dices. Son unos cuantos años, que te ha acompañado por España ,pero tambien le damos la bienvenida al nuevo futuro prometedor, que está aquí. Ya nunca más subiendo, el modo turbo, acabará con todas esas moscas pesadas, chupando sudor, que quedarán pegadas al cristal de las gafas. Me ha gustado Jefe tu cronica de despedida y bienvenida, muy chula la cronica. Un abrazo a los que vinieron y otro muy fuerte a los que faltaron.
Buena crónica,
Tengo ya ganas de apuntarme al equipo e-bike y disfrutar de la montaña sin reventar.
Nos queda la prueba de fuego de saltar una valla con las eléctricas, pero por lo que decís lo del cambio a una eléctrica es un éxito (sobre todo viniendo de una 26 sin sillín telescópico)
Bien por la crónica-réquiem. Que la Trek de Félix descanse en paz y no le toque un gordo como nuevo dueño. Fue un dia estupendo. Tenía ganas de bosque y ya lo creo que lo tuvimos. Me encanta esa zona. A pesar de ir los demás con eléctricas, Mario tiraba de lo lindo y nos dio una master-class de suspensiones en mitad de la espesura. Es un pozo sin fondo.
Es triste despedirse de un máquina con la que has vivido tantas aventuras, cuando la mía se rompió se me estuvieron saltando las lágrimas hasta el día que, en la tienda de Trek, conocí a «La Sombra». En la primera salida se me curaron las penas y ya nunca la eché de menos, aunque la recuerdo con cariño por las sensaciones y buenos momentos que me regaló.
A ti te pasará lo mismo, dentro de dos semanas rodando con ese maquinón ni la recordarás, jajaja
Eso sí, miedito me dais cuando aparezca Alfredo y, como es habitual en él, se ponga a tirar para arriba y para abajo….no os podréis contener jeje
Si antes sufría ahora veo dolorrrrr
Creo que en la web habría que crear un lugar para nuestras viejas monturas, se lo han ganado.