Por la Costa de Tapia buscando al Burro

Ruta realizada el Miércoles 28/05/2025

Dificultad Física
Dificultad Técnica
44.7 km
465 m
441 Km Distancia Madrid
7h22'
3h29'
Características Terreno Suelo normal (tierra con alguna piedra), sin trialeras, con dos obstáculos, sin limitaciones de temperatura, 200 metros no ciclable, zona de fotografía interesante

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix, Juanlu

Mas detalle ruta

Temperatura media: 22.3
Descarga ruta: 4-Tapia-Playa-del-Burro-20250528.gpx
Reproductor audio crónica:

El cuarto día empieza con el consabido desayuno en el hotel La Ruta. Se despide Juanlu, porque esta tarde tiene una cita médica ineludible que le privará, quizás, de la mejor ruta de este viaje. Salimos de Tapia en dirección Este y enseguida cogemos un sendero que nos lleva muy cerca de la costa.

Nos cruzamos con un señor paseando un perro que poco más adelante nos volvemos a encontrar y nos avisa con una mueca de que por donde vamos, vamos a tener dificultades. ¡Y qué razón tenía! Una espesura enorme nos sobrepasa la altura de la cabeza. Cuando nos faltaban apenas 50 metros para salir a un bosque con sendero incluido, Domingo y Alfredo se dan la vuelta para comprobar que no queda otra opción que volver, tal como les confirma el señor del perro.

Llegamos a un extraño punto donde algún pirado con ínfulas de artista incomprendido, siembra sobre una explanada una serie de deshechos variopintos sin orden ni concierto. Seguramente lo ha reciclado de algún basurero. Mejor que los deje en su parcela y deje el entorno con el aspecto natural.

Tras atravesar unos sembrados y desestimar algún que otro mirador, llegamos a la Playa de Porcía. Completamente vacía y tentadora decidimos bajar unos escalones para comprobar si la arena está suficientemente dura como para recorrerla con las bicis. Mientras Alfredo saca su dron y nos hace unas tomas preciosas, de las que sólo pondré alguna en esta crónica por razones de espacio, Domingo y yo paseamos entre las piedras disfrutando como niños.

**** ATENCIÓN no existe el video 2025_05_28_11_16_33.mp4 en el álbum de Google de la crónica

El mirador de La Atalaya, poco más adelante nos brinda la posibilidad de hacer unas fotos de nosotros y el entorno bien enmarcadas de azul.

El mirador del Castro de Cabo Blanco en Valdepares es de los rincones más espectaculares de Asturias. Recorrer su senderito verde entre paredes verticales en ligero descenso hasta ese ventanal al borde del acantilado que te asoma a la inmensidad del mar, es un derroche de naturaleza. Una locura de sitio.

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Pero es que inmediatamente está el propio Cabo Blanco, que es el remate. Un magistral vuelo del dron nos muestra la belleza del lugar.

**** ATENCIÓN no existe el video DJI_1603R.MP4 en el álbum de Google de la crónica

Nos gustaría estar más tiempo ahí, pero hay que continuar. El mirador de Viavélez nos descubre un pueblito pesquero con sabor marinero de los de antes. Algunas pequeñas embarcaciones están atracadas en su minúsculo puerto.

Bordeando la costa pasamos sucesivamente por las playas de Permenande, Cambaredo, Castello, Armaza y Del Burro. En algunos puntos es necesario apartarse un poco del acantilado y seguir unos exiguos senderos que el agricultor de la zona va comiéndose con sus arados, sin duda con la intención de dificultar el acceso a caminos ancestrales y poco a poco hacerlos desaparecer. Aquí acaba la ruta y debemos dar la vuelta. No porque no quede costa que recorrer, sino porque al hacer la planificación supuse que a esa hora las tripas de Alfredo ya estarían pidiendo chicha. Y así era.

Vamos a comer en la Taberna de Viavélez. Claramente este restaurante no quiere servir menús. El sitio está muy bien. El menú por 18 euros está entre bien y regular. El pargo mal descongelado. El detalle final del arroz con leche es muy guarro. Te ponen una cucharada sopera de arroz con leche sobre un cristal y ya está. Hay cagadas de gaviota con más volumen. Está muy rico, pero es una vergüenza la escasísima cantidad. Al decírselo a la camarera, me dice «que es que es lo que dan con un menú». Los de al lado han comido lo mismo y a ellos les han puesto un tazón como es lógico. Me dice la camarera que ellos han pedido un arroz con leche de carta aparte del menú (?). Un arroz con leche es algo muy barato y en 18 euros de menú, se puede incluir sin que se arruinen. Es la primera vez que veo que se distinga en la cantidad un postre si es menú o carta.

Cogemos la carretera para volver a Tapia y echar una siesta antes de salir hacia Luarca. Lástima que el cementerio esté cerrado porque se cierra a las 19:00. Se ha hecho célebre y claro… Así que damos una vuelta por el puerto antes de cenar de picoteo en el muelle.

Y os dejo con «Se dejaba llevar por ti», música de Ketama y cantada junto al autor, el gran Antonio Vega.

Otras fotos: Link Álbum

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