Ruta realizada el Sábado 19/10/2024
Participantes: Alfredo, Félix
Reproductor audio crónica:
Basta ya. Hacía un mes justo desde la última vez que salimos juntos. Por unas cosas u otras no coincidimos, así es que Alfredo y yo decidimos aprovechar un intervalo sin lluvia para ir a disfrutar del encanto del húmedo otoño. Esos cielos con nubes de distintos colores que con la luz del sol sesgado por el amanecer hace caprichosas formas.
A la hora exacta llego al punto de partida donde encuentro a Alfredo ya pertrechado y listo para salir. Mientras me preparo me va contando las nuevas adquisiciones que renovarán sus aparejos porque ya se le están quedando anticuados. A saber: super-reloj con GPS Garmin, el novísimo GPS Garmin para la bici, la GoPro con estabilizador de imagen, el mini dron DJI superligero autónomo y el super dron que sustituirá próximamente al irrompible Retortijón.
Subimos por la carretera de la República con nuestras e-bike que aligeran notablemente el esfuerzo y que no dejan de maravillarnos. Hacemos un alto en el mirador de Vicente Aleixandre donde comemos el platanito y me enseña el minidrón. Es una pocholada. Tiene múltiples funciones automáticas además de poderlo manejar con el móvil o con el mando. Pero lo mejor es que permite hacer grabaciones autónomas es decir sin intervención de operador lo que nos facilitará hacer videos en movimiento por ejemplo bajando trialeras. Preveo que nos va a dar mucho juego.
El día no puede estar más bonito. Subiendo la cuesta, nos parece que la temperatura es ideal. Cuando llegamos al puerto de la Fuenfría, hay muy poca gente y hacemos una par de fotos.
Cogemos el Collado de Marichiva bajando a buena velocidad. Hacemos una nueva prueba del minidrón.
Al llegar al desvío para bajar al río Moros vemos que han puesto un cierre que desde fuera parece inexpugnable. Como además hay un cartel que prohíbe expresamente la circulación en bici, decidimos darnos la vuelta y subir hasta la Camorca. Sin embargo, observamos a unos seteros al otro lado de la valla que al vernos dudar nos preguntan si todo va bien. Les decimos que queremos pasar la puerta; pero está cerrada. Nos sacan del error. Desde su parte se ve que se puede abrir sin problema y nos abren. Una breve conversación sobre las setas recolectadas y Alfredo ya ha desaparecido. Al llegar al río Moros saca el minidrón y hacemos pruebas de seguimiento para ver hasta que velocidad aguanta la persecución. Me quedo detrás y compruebo que alrededor de 30 km/h se planta en el sitio con desdén como diciendo: ATPC, ya no corro más. Le enseño mi mano amiga. Desciende mansa y dócilmente.
Esta época tiene algo especial. Ese olor a tierra mojada y el nuevo verdor en las plantas como un renacer primaveral, nos da un gran placer.
Con la humedad de los últimos días las setas proliferan casi tanto como los seteros. Se ven extraordinariamente enormes Macrolepiotas Proceras que no deben ser muy conocidas para el vulgar setero. Son excelentes comestibles y por un momento me dan ganas de coger algunas, pero son muy frágiles y en la mochila se van a hacer migas por lo que desisto. Las dejo en paz para que esporulen y así, en mejor ocasión pueda recoger o al menos volver a verlas. Eso si no las recolecta algún setero que las conozca.
Llegamos al final de la pista y comienza una dura cuesta, bastante técnica y muy pedregosa. Aquí es donde la e-bike demuestra su poderío. Coser y cantar. Donde con las MTB normales habríamos empujado un buen rato, vamos subiendo buscando la mejor trayectoria y sin echar el corazón por la boca. Las ruedas de 2,60, la doble suspensión con 140mm de recorrido y ese motor de 85 Nm hacen su trabajo. Nosotros ponemos el resto sin ese sufrimiento innecesario.
Cruzamos el puerto de El León sin tocar asfalto y por unas trialeras muy divertidas hasta enganchar con la pista que lleva a Los Molinos y en breve a Cercedilla.
Ya en el coche me pongo a limpiar la bici para quitar el poco barro que ha cogido y en un pispás Alfredo ya ha limpiado la suya, la ha metido en el coche, se ha cambiado de calzado y está listo para volver a casa. Es asombroso la rapidez con la que hace todo.
Otras fotos: Usted https://photos.app.goo.gl/iv2MkQwPi7NdqpLD7>Link Álbum
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Una respuesta a “Basta ya. Vamos a Cercedilla y un precioso otoño húmedo.”
Los comentarios están cerrados.
Menos mal que salimos, todavía me duele el culo por haber perdido el callo.
Fijaos en la temperatura como bajaba según subíamos, casi me quedo pajarito.
Al final fue una buena ruta de otoño sin percances reseñables.