Ruta realizada el Jueves 19/11/2020
Participantes: Alfredo, Domingo, Félix, Pepe, Mario
Reproductor audio crónica:
A la hora convenida y con puntualidad prusiana, llegamos a El Paular con la intención de aparcar. Según el horario canónico son las Tercias y los monjes deben estar aún sobando. Para lo que tienen que hacer… Media vuelta y a aparcar por Rascafría en donde posteriormente comeríamos.
Una reata de Mercenario-Paleto-Cazadores (MPC, en lo sucesivo), vestidos al efecto con ropas de camuflaje, que lejos de camuflar creo que asustan a sus pobres víctimas, andan intercambiando documentos. Nos tememos lo peor. Salimos por la parte alta camino del Calderuelas por la pista forestal con una desnivel más que razonable. Vamos a ritmo lento charlando mientras tomamos altura hasta los distintos miradores donde observaremos un paisaje otoñal del valle.
Los robles andan ya pelones porque la hoja mayoritariamente está en el suelo. Nos van adelantando coches que sospechamos pertenecen al nutrido grupo de MPC (también podría ser Menuda-Panda-Cabrones) que nos atufan con los humos de gasóleo y aceite quemado.
El día es extraordinariamente caluroso para la época. Nos vamos despojando de los atavíos según ascendemos y nuestros cuerpos se calientan al compás del pedaleo. Domingo dice que unos 12 grados. Yo digo que 14. Y 18,5 grados según su GPS, nos dice Alfredo. Amablemente le indico que se lo saque de los huevos, para saber la temperatura ambiente.
Llegamos a un corral donde se separan los caminos y Mario nos enseña un puesto de vigilancia para prevención de incendios desde donde se puede observar de nuevo, el valle del Lozoya en buena parte de su extensión.
Mientras los MPC (Mamarrachos-Pistoleros-Castrados), suben en tropel con sus enormes y apestosos todoterrenos. Hacemos un poco de tiempo para que se disipe el rastro humeante y al arrancar, nos sale el temido coche de los forestales que a golpe de pitido nos avisa para que paremos. Se apea una moza bien plantada y de magníficas hechuras, (escuchimizá según el gusto del que todos sabemos), para decirnos lo que ya sabíamos: que se jodió la ruta por la puñetera cacería de los MPC (Malditos-Putos- Cazadores).
Nos hacen una foto con la excusa de que así justifican que la caza interrumpe otras actividades, pero todos sabemos que es por si nos los encontramos por donde nos han dicho que no vayamos. Así tendrán una prueba y nos puedan emplumar convenientemente. Eso no está permitido sin permiso escrito y no vuelvo a dar autorización verbal a que me hagan fotos. Ni siquiera del culo.
Llegamos a la parte más alta de la ruta donde nos encontramos unos de esos carteles que nos dicen que los MPC (o PMPC en su versión ampliada Puta-Madre-Parió-Capullos), están matando animales y que no podemos seguir. Así que media vuelta y bajada a toda hostia hasta el pueblo. A todo esto ya llevo 4 veces que me quito y/o me pongo ropa. Con estos días no sabe uno que ponerse.
Con pocas ganas empezamos de nuevo a ascender hasta el Monumento al Guarda Forestal. En vez de un monolito de piedra, pienso que les pondría una mierda de vaca de idénticas proporciones para que se la comieran con sus amigos los MPC (Mierda-Para-Cazadores).
Llegamos al puente de la Angostura tantas veces visitado y retratado, donde se inicia el retorno disfrutón en bajada paralela al Lozoya.
El terreno está húmedo y vamos sorteando las piedras y raíces que nos salen por el camino, hasta el único punto donde hay que tener cierto cuidado. Extrañamente Pepe va en cabeza y al entrar en un paso estrecho pedregoso y empinado, le aviso para que tenga cuidado. Hace un amago de bajarlo y al poco se caga plantándose con garbo y tronío en medio de única trayectoria factible, cuando yo ya había empezado el descenso. Intento esquivarlo haciendo alarde de mi depurada técnica y lo sorteo elegantemente con doble mortal y medio con tirabuzón aterrizando con escasa fortuna y ortodoxia. Vamos rodando a la par, la bici y un servidor por la pedregosa trialera, ambos recibiendo golpes como si estuviéramos en una centrifugadora.
Un señor queda sorprendido de tamaña artística figura (propia de Nadia Comaneci) y con la respiración contenida, me hace señas con las cejas, como preguntando si deseo que llame ya a la ambulancia o espera un poco a ver que tal. Mientras me levanto aturdido haciendo balance de daños, Alfredo no tarda en hacer el reportaje gráfico y comentarios que voy a obviar por no cagarme en…
Dolorido y como si nada, muy digno (la dignidad por encima de todo), me subo a la bici y continuamos el resto de recorrido hasta un desvío que sorprendentemente nunca habíamos tomado en estos muchos años de recorrer esta zona, hasta el Bosque Finlandés.
Y ya sólo queda comer. Varios intentos por Rascafría, pero a esas horas está petado por los capitalinos que aún les quedan días de vacaciones y han venido a «turistear». Junto a los coches hay un restaurante que tiene sitio. Pues aquí mismo. Nada destacable la comida, pero «a buen hambre, no hay pan duro».
Otras fotos: Link Álbum
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3 comentarios en “Rascafría-Calderuelas-Río-Bosque Finlandés”
Los comentarios están cerrados.
jajaja, Buena la crónica Félix.
Lástima que los MPC (Macarras-Psicópatas-Carniceros) nos chafasen la visita al Carro del Diablo. Aunque eso nos brindó la oprtunidad de subir un poco más hasta la cumbre de Las Calderuelas, con su impresionante vista del valle. Bueno, ya pasaremos por allí en otra ocasión cuando subamos al Pico del Nevero, que esa es de bocata y bota de vino.
He añadido al álbun las fotos que tomé. En la primera parecemos un grupo de «música moderna» de los ’70 al estilo Miky y Los Tonys, jajaja
Por cierto, la sobremesa que disfrutamos Pepe y yo por la senda hasta Lozoya fué una delicia.
Un placer rular con vosotros, hasta la próxima!!
Menudo día de verano nos salió. Casi toda la ruta en manga corta. Sorprende ver tanta gente en el campo un jueves. Creo que tenemos que dejar de hacer publicidad de nuestras escapadas, que se nos llena todo de envidiosos.
Siguiendo la estela de Juan Carlos, yo creo que los MPC se habían conjugado para estropearnos la ruta y proclamar así su poderío en los montes, en nuestros montes. De todas formas disfruté como un jabalí (como se enteren los MPC igual me pegan un tiro, que no son gente de matices) 🤣