Ruta realizada el Viernes 06/11/2020
Participantes: Domingo, Félix, Pepe, Paco Díaz
Reproductor audio crónica:
Toda la semana sin tocar bola porque llueve y llueve. Así que con poca antelación y muchas ganas decidimos que hay que salir porque se atisba un claro que promete dejarnos dar pedales sin mojarnos al menos, hasta después de comer. Pepe decide, con buen criterio, que la zona debe ser por el sur de la Comunidad de Madrid, ya que la sierra tiene una predicción más aciaga y aguada.
Me acuerdo de Paco, al que hace mucho que no le vemos. Esta ruta ya la conoce en su mayor parte y después de alguna duda, se decide a venir.
La noche anterior preparo mi nuevo gadget que en mi cumpleaños me regala mi hija. Una Gopro china que tiene una pinta estupenda. Me parece muy divertido aunque engorroso de usar a primera vista. Monto los artilugios para el casco. Lo más difícil es entender para que sirve tanta pieza.
Salimos del aparcamiento de Tielmes junto a la piscina. Hace un día magnífico de temperatura aunque gris. Vamos despacio y sin prisas por la vía verde, antigua vía de ferrocarril que recorre la ribera del río Tajuña. La vegetación de tonos verdes y amarillos de los distintos árboles y arbustos están muy guapos.
Voy haciendo pruebas con mi «Gopro» y mis guantes nuevos, regalo de mi hijo, que molan un montón porque son táctiles y puedo manejar fácilmente el móvil. En seguida llegamos a Carabaña donde me cuenta Paco que su padre había nacido allí. Le pregunto si conoce un dicho de la zona y me cuenta el de: A los tontos de Carabaña, se los engaña con una caña. Pero al que yo me refería es al de: Carabaña, legaña; Orusco, peste y si te acercas a Ambite, peor gente. Al parecer la gente de estos términos no eran muy buenos vecinos.
Llegamos a Ambite y después de alguna duda, nos encauzamos por un estrecho sendero un poco oculto que desemboca en un pedregal compuesto de pequeñas e incómodas piedras que nos atormentan durante un par de kilómetros de suave pendiente, por la que en algún momento se adivina que transcurrió algún pequeño tren.
Salimos a un camino mucho más cómodo que en breve nos deja a la entrada de Mondejar. No parece gran cosa este pueblo de Guadalajara, lo que nos recuerda que estamos confinados y por lo tanto quebrantando la ley. Ya dispuestos a empezar la vuelta, vemos un cartel con indicaciones de las pocas cosas interesante que ver. Nos llama la atención unas ruinas de una iglesia. Domingo y yo, no nos resistimos a hacer unas fotos y arrastramos a los demás.
La vuelta la hacemos por el otro lado de la carretera. Es un sendero cómodo y muy bonito donde la vegetación son encinas de poco porte. Salimos de nuevo a la vía verde y ya con ganas de llegar, se nos hacen largos los próximos kilómetros donde lo único destacable es el dolor de culo que produce tanto tiempo sentado y dando pedales. Paco se va resintiendo porque no está habituado a estos esfuerzos.
Llegados a Tielmes sólo queda buscar un sitio para comer. La opción fácil es comer en el restaurante de la piscina, pero ya sabemos que nos espera fritanga. Varios intentos buscando un supuesto restaurante Asturiano y finalmente terminamos donde la fritanga. Para colmo, en la terraza cerrada están varios paletos fumando a los que se añade el cojo, que se fuma dos cigarrillos consecutivos a escaso metro y medio nuestro.
Lo voy a poner en grande: NO COMER NUNCA MAS AHI. Se nos olvidará.
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4 comentarios en “De Tielmes a Mondejar. Un día rescatado de la lluvia”
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Fue una ruta divertida por la válvula de escape que supuso. Siempre está bien ver a los amigos y charlar un rato. A Paco hacia tiempo que no le veía. Y a pesar de lo trillada que tengo la zona, conocí sitios nuevos. La nueva GoPro de Félix graba estupendamente. Estos chinos…
Félix, gracias por tu tiempo de trabajo en la preparación del vídeo y de los comentarios, pasé una mañana estupenda con vosotros. A todos gracias.
Gracias. Al final disfrutamos de un tramo que no conocíamos. Siempre se le saca algo a todas las rutas.
Me encanta esta entrada, qué fotos tan bonito y que video tan gracioso (yo también tarareo mientras monto en bici Félix!, solo que lo mio es el estribillo de verano azul)