Ruta realizada el Sábado 03/10/2020
Participantes: Juan, Rufi
Ay ay ay. Una inocente e inofensiva ruta por el Pardo. A estas alturas todos sabemos que el Pardo es cualquier cosa menos inofensivo (tiene más trampas que una película de ¡¡¡putos chinos!!!) pero, si a ese enunciado le añades a Juan, la cosa se convierte en una bomba de relojería.
Kevin, contigo empezó todo (frase que recordarán especialmente los «madrilistas malos vecinos») pero, en este caso, todo empezó con Juan que, nada más proponerle la ruta dijo aquello de «¿y no podemos ir a El Pardo saliendo desde aquí?». Claro que se puede, todo se puede si te cascas 12 Kms de ida y otros 12 de vuelta. Por ello, lo que inicialmente era una inocente (insisto, en el puto Pardo, inocente no hay nada) ruta de 32 Kms, se ha convertido en una de más de 58. ¿Quién dijo miedo?
Hemos salido de Sanchinarro con fresco (yo diría que era frío, pero voy a parecer del Madrid) y no hemos entrado en calor hasta la subida que lleva desde el Filandón hasta el Tambor de El Pardo. Ahí ya hemos enganchado la ruta estándar.
Hay que decir que Juan y yo hemos sido unos hachas leyendo la ruta, que no era nada fácil. Hemos hecho las subidas, las bajadas, los bucles y no nos hemos equivocado ni una vez. Y eso que esta ruta es para navegadores avezados porque tiene más nudos que un encaje de bolillos.
La ruta no la voy a describir porque nos la conocemos de memoria. Es muy divertida y no paras de dar pedales ni en las bajadas. Hoy he ido un poco más despacio porque los dos grandes desastres que he tenido yo han sido siempre en El Pardo.
Ha sido un día de encuentros. Cuando hemos subido al Cristo del Pardo hemos visto unos coches «sospechosos». Juan pensaba que se estaban negociando los términos del cierre de Madrid entre el PP y el PSOE en el restaurante El Torreón. Pero no. Cuando hemos bajado al pueblo, Juan, con su vista de lince, ha reconocido a importante banquero que iba a paso de carga, seguido de cerca por un guardaespaldas que debía ir pensando a quién coño se le habría ocurrido la idea esa de ir andando como si hubieras robado algo y te fueran persiguendo.
Luego, llegando ya al aparcamiento de Somontes (nosotros no habíamos aparcado allí, pero la ruta es la ruta, que diría Alfredo) nos hemos encontrado a Benito Vázquez (Alfredo se acordará de él) que está con el mismo peso que tenía a los 14 años, pero con el pelo más blanco.
Juanito me ha dado un recital de subidas, demostrando su sempiterna pericia con el 1:1. Alfredo, tu famosa subida, aquella que solo hacías tú, ha quedado violada repetidamente. Juan se la ha subido 3 veces con el 1:1 y yo, después de fracasar dos veces, he metido el 1:4 y me la he subido. No he tenido tanta suerte con otro de los hitos clásicos de esta ruta que, sin embargo, Juan sí se ha subido del tirón. A mi me ha patinado la rueda trasera y he tenido que poner pie a tierra.
La vuelta ha sido la leche. Nos habíamos propuesto ir despacio y reservar las pocas fuerzas que nos quedaban, pero los geles que nos hemos tomado nos han hecho efecto y hemos volado.
Moraleja, esconde la mano que viene la vieja. Una ruta «intensa» divertida y a la que tengo que agradecerle a Juan que tenga estas ocurrencias porque, si no, habría salido una ruta gay como la que habrán hecho los putos jubilatas hoy.
Os queremos, besos
3 comentarios en “San Chinarro – El Pardo”
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Como bien dice Juan en el whatsapp del grupo, en el Pardo vimos una leche en toda regla con ambulancia y recogida de herido por procedimiento de urgencia. No vimos la leche in situ, pero si la retirada de la víctima. Y es que, no me cansaré de decirlo, el Pardo las carga el diablo
Creo que fue ese día cuando en Manzanares el Real murió un ciclista por ataque al corazón.
Lo oí mientras me desperezaba en el hotel-alcantarilla.
Tú ya sabes, Fer, que cuando nos juntamos solitos tenemos más peligro que Echenique por las cuestas de El Pardo. Y es que una vez más hacemos honor a esa frase mítica de… » es que no escarmentamos», pero la verdad es que nos pone cachondo estos retos.