Guadalix, Pedrezuela, San Blas, Miraflores

Ruta realizada el Domingo 27/09/2020

Dificultad Física
Dificultad Técnica
49.1 km
852 m
41 Km Distancia Madrid
4h30'
3h31'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Juan, Pepe, Rufi, Mario

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Pues eso, a las 9h en el polideportivo de Guadalix. Parece fácil, te envían la ruta y la ubicación, pero no, Juanito se pega un rulo previo por la sierra madrileña y llama desesperado para finalmente llegar con casi media hora de retraso. Menos mal que le queremos y no se ha quedado en tierra. Claro que, bien podría haber salido un rato después y, aun así, llegar el primero. Qué paliza.

Nos ponemos en marcha con un día estupendo, fresquito y con mucho sol. Mario me deja unas gafas, que las mías las he roto y las amarillas que me quedan dan una imagen entre Bono y Rapel que no encajan con la sobriedad del equipo.

Echamos a rodar, por primeara vez en llano, con un camino estupendo que bordea el embalse de Pedrezuela, también conocido como “El Vellón”, un sitio donde yo iba en primavera a pescar bogas y cachos de chaval. Un recorrido suave que nos deja calentar antes de enfrentarnos a los primeros rampones para separarnos del agua.

Seguimos por monte con árboles de esos duros, de los que lo aguantan todo: encina, espino albar, quejigo, sabina y otros que no me sé el nombre. Se aclara la vegetación un poco, con retamas y dehesa despejada. Sitio típico de ganado vacuno, de reses bravas, de chotos para morderlos según pasas. Vamos lidiando con las cancelas y nos acercamos hacia la hoya por camino entre Soto y Miraflores.

Las pistas cercanas al Jacaranda nos las conocemos bien, con sus cuestas, su grava suelta y el sufrir que conlleva después de haber pasado la mitad de la ruta. La capilla nos pasa desapercibida, nos la saltamos sin más. Eso que teníamos pensado extender allí el reportaje fotográfico, como acto de Fe y devoción cristiana hacia el amigo Blas (al fin y al cabo, el catolicismo también es politeísta, como los griegos y los romanos, solo que sus ídolos eran más divertidos y follaban como conejos), pues eso, que Blas se nos pasa de largo y el esperado momento del plátano se retrasa hasta tener ya subido todo lo que había que superar.

Ahí estamos, en el enlace con la pista que sube a Morcuera, al lado de la barrera colorada que tantas veces hemos pasado en subida. Hoy toca de  bajada.

Nos echamos para Miraflores y cruzamos el pueblo con una perspectiva distinta, con bajada por la asquerosa cuesta de adoquines que siempre tratamos de evitar, claro que hoy no nos hace sufrir, basta ahuecar un poco el esfínter del sillín y lo resuelves en dos patadas, a toda hostia.

Luego cruzas esas vías por las que se olvidaron de enviar trenes y enlazas con un senderito majo, entretenido, con alguna pedalada, pero no muchas ni duras y con algún escalón comprometido que se acepta bien. Solo pesan los km que ya llevamos en las piernas, que te hacen estar un poco más atocinado y comprometen un poco la habilidad en los pasos exigentes.

Con poco más de pista cómoda nos plantamos en el pueblo de Guadalix, animado en los bares a la hora del vermut. Mascarillas al viento y sonrisas descubiertas que ignoran la que nos está cayendo hasta donde sea posible. No queremos más. Es común la voluntad de mirar para otro sitio y cumplir con la profilaxis sanitaria como con el culto a San Blas, de pasada, disimulando, centrados en lo que nos mola: la bici, los amigos, las relaciones…

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Pepe Montalvo

Pepe Montalvo

Listo, guapo, deportista y, sobre todo, humilde.


Una respuesta a “Guadalix, Pedrezuela, San Blas, Miraflores”

  1. Buena crónica Pepe y buena ruta, la verdad. Un día magnífico, bien de temperatura (ni Pepe ni yo nos hemos quitado la rebequita) y bien de diseño porque vas subiendo hasta el camino que enlaza con la subida a Morcuera. Como siempre, nos hemos encendido en una cuesta (culpa de Juan), que parece que acaba, que acaba, y es más larga que un día sin pan.
    Por favor, ayudadme a que en la próxima ruta de fin de semana Pepe no venga y así le pueda arrebatar al primer puesto en la liga de los currantes (en la que, claramente, está de prestado). A ver si le conseguís un papel de monaguillo en la misa del próximo domingo, a algo así.

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