Ruta realizada el Domingo 20/09/2020
Participantes: Félix, Rufi, Mario
Reproductor audio crónica:
Hoy los de la cofradía del mocho anunciaban lluvias copiosas pero, al final, no nos ha caído ni una gota y hemos disfrutado como enanos.
La ruta, que no es ninguna clásica, ya la hemos hecho otra vez (yo, al menos, solo una vez) y merece mucho la pena. Es una ruta muy divertida que tiene de todo, subida, bajada, trialeras, pistas anchas y sendas reviradas e incluso alguna que otra excursionista que te alegra la mañana (siento el comentario sexista, pero la crónica ha de ser fiel a la realidad).
Solo hemos ido Mario, El Jefe (con mayúsculas) y yo porque Pepe andaba por ahí liado, Juan estaba dando cera y puliendo cera y Miki no tengo ni idea de qué estaba haciendo. Alfredo, preparando la temporada y, para poder seguir yendo en paralelo, se ha cascado una cronoescalada al puerto de Casares.
Vuelvo a la ruta, que me voy por los cerros de Úbeda. La ruta sube desde el Boalo hasta el mirador de la Barranca (no sé cómo se llama). Hasta llegar allí hemos disfrutado de sitios súper chulos como el camino que va paralelo al pantano de Navacerrada, con sus piedrecitas y su subidillas técnicas. En el sitio en el que me caí la vez pasada que hicimos la ruta, demostrando mi capacidad de mantener la bici parado en equilibrio, hoy he tenido que dar una clase práctica de «subida a lo cafre por encima de las raíces» que, afortunadamente, me ha salido bien.
En la subida, que se ha hecho más llevadera de lo que me esperaba, destacaría dos acontecimientos. En el primero, hemos parado a comer algo y reponer fuerzas y Mario, haciendo caso omiso de la célebre frase de «Cuidado con el verdín» se ha hecho una estirada en plancha contra una piedra, comprobando, además, que su teléfono móvil no era sumergible. Las frases célebres son por algo y responden a la sabiduría popular. Conviene hacerles caso.
Un poco más adelante estaba el segundo acontecimiento. Parece que hay una cosa que se llama el pino de la cadena http://elviajero-digital.com/?p=1705. Digo que parece, porque el puto pino está en medio de un cuestaco que, cuando uno pasa por allí lo que menos apetece es buscarle la cadena al famoso pino. De hecho, esta cuesta la conocemos todos porque nos la hemos comido varias veces yendo a la cuesta del calvario. Una vez había una carrera y un tío nos adelantó en el arroyo. Iba tan rápido que hacía olas.
Pues, al tran-tran hemos subido hasta el mirador y el punto donde empieza la senda Ortiz. Bueno, al tran-tran yo porque a Mario le faltaban piñones, pero de los pequeños, y el Jefe, cada dos por tres se ponía de pie sobre los pedales, bajando dos o tres piñones y, de esta manera, humillando a sus amigos.
La senda Ortiz, brutal, divertidísima, variada y, por si fuera poco, permitida aunque esté inserta en el parque natural de Guadarrama (al menos eso me han dicho Félix y Mario). La «bajasubida» (tiene un par de tramos de subida súper técnicos en los que hemos tenido que poner pie a tierra) ha sido muy entretenida y, además, más segura de lo que pensábamos porque, aunque el suelo estaba húmedo, las raíces no resbalaban tanto.
La continuación de la senda Ortiz, una vez remontado un trozo de pista, es otra trialera espectacular que nos conduce a los aparcamientos de abajo. Aunque la vez pasada los paseantes nos dijeran que aquello era zona prohibida, si la senda Ortiz no lo es, esto tampoco debería serlo.
Para no cambiar de modalidad, desde los aparcamientos hemos ido por un camino estrecho que también es muy divertido. Al final del mismo había una furgoneta parada en mitad del camino. El menda nos ha dicho que se podía bordear por la derecha, cosa que hemos hecho todos. Cuando me tocaba pasar a mi, justo después del jefe, se ha oído otra frase famosa. En concreto, en el parque de la Pedriza se ha escuchado nítidamente ¡¡¡CUIDADO FER QUE ME HE FOLLADO AL GATO!!!. Uno, que a diferencia de Mario, si hace caso de las frases, ha pasado con extremo cuidado y ha evitado hacerse jirones los brazos y la cara con el gato, que después de haber pasado el jefe, ya estaba resabiado.
Bueno, voy concluyendo, que tengo tendencia a contar las crónicas en escala 1:1 y a la ruta, al final, le han salido más de 44 kms, con lo que la crónica puede llegar a ser Guerra y Paz.
Por ponerle un pero, a mi siempre me acaban sobrando un par de kilómetros al final, pero es por ponerle un pero, que no se lo merece.
Día fantástico, en magnífica compañía y con una ruta muy divertida que hemos de tener en cuenta para repetirla en épocas en las que no haga mucho calor
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5 comentarios en “Boalo-Barranca-Senda Ortiz Ten cuidado con el verdín”
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Siempre es un placer leer tus crónicas. Lo que no has contado, supongo por humildad, es la lección técnica que nos has dado en numerosos puntos donde Mario y yo nos hemos desmontado por «imposibilidad certera» de que por allí no se pasa subido en la bici.
Espero que no pase como la vez anterior que hicimos esta ruta el 10-03-2020, preámbulo del odioso confinamiento.
Alguna cosita hice, pero tampoco me voy a tirar el pisto. Lo que no he contado es que el momento en el que el verdín traiciona al Mario y le tira al rio patas abajo se oye al jefe decir «joder, Mario, estas cosas se avisan». Por poco me da algo
Jefe, las fotos son magníficas. Especialmente las de la senda Ortiz y el embalse del ejército del aire me parecen la leche
JAJAJA «Cuidado con el verdín», que cachondos con las frases «célebres» jajajaja
Por mor del verdín acabé espatarrao y todos se rieron menos yo, que estuve en vilo por el alma de mi celular.
Entretenida y fiel crónica de una estupenda jornada de MTB en la que pudimos disfrutar de la Senda Ortíz casi en exclusiva (habitualmente te encuentras muuuucha gente), la divertida trialera Alakan , el serpenteante y rápido GR-10 y de postre la trialerilla de Mataelpino.
Un placer compartir la mañana con vosotros, sois unos fieras.
PD: Fernando, el mirador al que te refieres es el de Las Canchas.
buena música la que le has puesto a la crónica jefe.