Ruta realizada el Domingo 03/11/2019
Participantes: Juan, Miki
Mañana desapacible, amenazadora de lluvia y con mucho viento, de las que si te quedas en casita no pasa nada. Quedamos en Alcobendas, el terreno donde Miguelito te lleva al huerto. A los pocos metros de subirnos en la bici, algún lugareño nos dice:¨¿pero dónde vais con este día, chicos?¨,y es que tienen más razón que un santo, pero como aquí hay que venir llorao, pues iniciamos nuestro recorrido hacia la dehesa apretando los dientes. Atravesamos los sinuosos senderos que nos van acercando hacia el cementerio de Tres Cantos, pero nos sujeta tanto el aire que nos cuesta adelantar a los corredores de la zona.
Llegamos hasta la pasarela que cruza la carretera de Colmenar, y continuamos con un ritmo suave, guardando energías, para afrontar el reto de los toboganes de subida y de bajada que nos vamos a encontrar. Resulta muy duro algún tramo, pero es gratificante conseguir, unos más que otros, no poner mucho los pies en el suelo.
A partir de ahí, el trayecto hasta El Pardo se hace muy hostil por el vientazo de cara que nos comemos. Nos hace imposible mantener conversación y acabamos pidiendo una tregua al dios Eolo.Por fin llegamos a los límites de El Pardo y, como somos dos virtuosos del gps, damos la vuelta al revés de como deberíamos haber interpretado el track.Van pesando en las piernas los kilómetros a estas alturas y la subida desde Somontes hasta la parte alta de El Pardo se nos atraganta un poco. La vuelta es más llevadera porque, aunque parezca mentira, llevamos viento a favor y las 29 se comportan como tractores.
La parte final de la ruta transcurre por el frondoso pinar de Valdelatas. Últimos repechos hasta la urbe y ruta completada.
y para finalizar el video resumen de la ruta:
Trabajo hecho y a descansar.
Abrazos y besos.