Ruta realizada el Jueves 31/10/2019
Participantes: Domingo, Félix, Juanlu, Pepe
Iniciamos la ruta desde la casa de Pepe. El día se presentaba agradable, con sol y nubes y una temperatura perfecta. Es una ruta sencilla, sin apenas desniveles pronunciados, rápida, larga y sin problemas especiales. Atraviesa varias zonas forestales, lo que la hace especialmente disfrutona.
Al tratarse de un recorrido que era un viejo conocido, no llevábamos track. Decidimos dirigirnos primero a la Casa de Campo para poder disfrutar del otoño y no nos equivocamos. Estaba espectacular, parecía mentira que estuviéramos en Madrid. Nos perdimos por entre sus senderos hasta que se acabó lo bueno y salimos por Aluche, en dirección a Colonia Jardín.
Eso de atravesar barrios no es lo nuestro. Por más que intentamos evitar las direcciones prohibidas, no hubo manera, y una vez más, no cogimos el camino óptimo. Acabamos pasando la carretera Caravanchel-Aravaca por debajo, utilizando para ello la estación de metro de Colonia Jardín. Fue la primera empujada de bicicleta del día. Pronto salimos del caos de la ciudad y nos metimos de lleno en ruta siguiendo el arroyo Meaques. En dirección hacia la M40 atravesamos una zona muy despejada que linda con un área militar (seguramente resto de las antiguas instalaciones de Campamento) frecuentada otros jubilados y algún deportista. Hasta había gente buscando setas.
En la Venta de la Rubia atravesamos una hípica llena de chavales. Luego nos enteramos que era festivo en los colegios. Siguiendo la Vereda de Villaviciosa, enfilamos Alcorcón. Pronto nos dimos cuenta que íbamos demasiado tranquilos y empezamos a darle más ritmo al asunto, dejando pronto atrás el polígono industrial de Alcorcón y dirigiéndonos directamente a Villaviciosa.
La entrada en Villaviciosa es un poco complicada. Tanto chalet igual hace un poco difícil orientarse, pero un cuestón nada más llegar te hace recordar que hay que girar hacia el norte. Como somos animales de costumbre, decidimos dirigirnos hacia el Archivo Histórico del Ejercito del Aire para comernos el platanito enfrente de nuestro viejo amigo el Dassault Mirage F1, un caza francés que sirvió en nuestro ejército desde los 80 hasta hace 10 años.
Después, siguiendo nuestra costumbre, visitamos el Palacio de Godoy, un edificio que se construyó en el siglo XVII y que en 1800 pasa a manos de doña Teresa de Borbón y Villabriga (Condesa de Chinchón) y su esposo don Manuel Godoy. Ahora es el Café del Infante, un sitio muy recomendable para cenar en verano.
Ya era patente que, con tanto turisteo, íbamos fatal de tiempo. Así que nos adentramos en una zona de cultivos en dirección a Boadilla. El ir sin track complicaba la selección de los múltiples senderos, pero una vez más, el profesor Montalvo volvió a demostrar que su alias “PPS” estaba totalmente justificado. Después de atravesar zonas arenosas, pasar por en medio de cultivos y subir algún repecho, aparecimos en mitad de una malla de autopistas de las que escapamos entrando de rondón en Boadilla.
Nos llevó un rato atravesar el pueblo, pero finalmente llegamos al palacio del Infante don Luis. Este edificio se ha restaurado por fuera y se utiliza para hacer exposiciones. Una amiga me ha chivado que queda mucho para su restauración (así como la de sus jardines) y que por eso sólo se abre a partir de mayo, cuando deja de hacer en su interior un frío que pela.
La entrada en el monte de Boadilla es siempre una experiencia. Es difícil encontrar un sitio con tantos árboles impresionante. Un auténtico lujo montar en bicicleta por esta zona. Un lugar a tener muy en cuenta para esos días en que no queramos desplazarnos lejos con el coche.
La salida de este fantástico bosque se hace rodeando un campo de golf por un camino revirado con algún repecho que te saca a uno de los parques de Majadahonda. Otro baño de ciudad que, por suerte, apañamos en 10 minutos para salir por el Monte del Pilar, otra zona verde preciosa.
Este bosque es más cerrado que el anterior, más tupido y frondoso. Es un área de 800 hectáreas, antiguo coto real de caza y que ahora pertenece a 10 familiar “nobles” que pretenden hacer una segunda “La Finca”. Esperemos que no lo consigan para poder seguir disfrutando de este enclave. El camino se va cerrando hasta converger en un sendero rodeado con sendas vallas que nos llevó directamente a Pozuelo. Aquí el profesor Montalvo había reservado mesa en el restaurante Barranco, al que ya nos hemos aficionado. Personalmente tengo debilidad por su conejo al horno pero tampoco sus tortillas son moco de pavo.
Acabamos como habíamos empezado, en casa de Pepe, tomando un cafetito y charlando un rato en su jardín. Otro día estupendo y genial, compartiendo deporte, naturaleza y conversaciones con los amigos.
2 comentarios en “Pozuelo-Villaviciosa-Boadilla-Pozuelo”
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Gracias Domingo. La próxima por esa zona tendremos que meter alguna variación al recorrido
Me ha encantado la crónica, Domingo. Me fascina la facilidad que tenéis para recordar tanto dato .