Por el Molar, rodando por los caminos del Canal de Isabel II, de momento

Ruta realizada el Jueves 09/01/2025

Dificultad Física
Dificultad Técnica
57.3 km
900 m
37 Km Distancia Madrid
4h16'
3h25'
Características Terreno Suelo normal (tierra con alguna piedra), sin trialeras, sin obstáculos, no adecuado para temperaturas altas, 50 metros no ciclable, zona de cazadores

Participantes: Domingo, Félix

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Descarga ruta: 2025-01-09-El-Molar-Cuchillares-CYII.gpx
Reproductor audio crónica:

Mi primera salida en el 2025 es antecedida por un día lluvioso que hace plantearse si lo de ir con la bici por esos caminos de dios es una opción sensata. El amanecer, con toda la calle mojada, no animaba mucho, pero lo mejor en estos casos es tirar para adelante (lo que sería en británico ‘go ahead’: tira pa’lante leñe), confiando en que los pronósticos no se equivoquen. Al fin y al cabo, tampoco somos griegos, intentando leer en la entrañas de un pobre animal nuestro destino. De momento, tenemos satélites que nos chivan como andan las nubes. A ver si duran, porque hay mucho tonto emperrado en joderlo todo.

Elegimos esta ruta principalmente para evitar el barro. Las pistas del canal y el terreno de esta zona hacen que sea perfecta para los días lluviosos. Como siempre, hemos aparcado cerca del centro del Salud del Molar, enfrente de su polideportivo.

Salimos del Molar por un camino archiconocido. Dejando a la derecha la estación de residuos, nos adentramos en las lomas que rodean el pueblo, hablando de nuestras cosas, que llevamos varias semanas sin vernos. Vamos tranquilos, estas pistas las conocemos bien y estamos convencidos de que esta vez, la bici de Félix no iba a tener el aluvión de problemas de la última salida.

Vamos disfrutando de las sensaciones que da este paisaje, amplio, lleno de luz incluso con nubes. El Vellón está todo el tiempo a nuestra izquierda pero el cerro que vamos rodeando nos impide verlo.

Nubes, claros y aviones aterrizando en Barajas nos acompañan en esta primera etapa. La pista de zamorra se ve atravesada por una carretera, y al otro lado, han instalado una puerta nuevecita de 2 m. de altura. Pasamos por un hueco que queda en un lateral, pero pronto nos encontramos unos operarios instalando otra. Nos informan de que este camino estará cerrado en breve. Es propiedad del Canal y, según ellos, así se evita que llenen sus laterales de basura y escombros (aunque nosotros no hemos vista nada de esto). Con mal sabor de boca, continuamos nuestra marcha. No en vano, prácticamente toda la totalidad de este track transita por caminos propiedad del Canal y si se lían a cerrarlos… Esperemos que mantengan pasos laterales para paseantes y bicis. Un corzo que se nos cruzó por el camino nos alegró la ruta.

Félix me quería enseñar una zona curiosa, donde iba a cazar de pequeño pajaritos con su padre. Por eso nos desviamos del camino y tomamos una pequeña senda que tuvimos que hacer andando por su trazado complicado con piedras húmedas y resbaladizas, que hubiese hecho las delicias de Alfredo. La idea era llegar a la parte baja de Las Cuchilleras, una formación de paredes verticales de piedra muy curiosa. Pero nuestra dicha en un pozo, el camino estaba cortado con un hermoso candado marca Acme, como se puede apreciar en la foto. La pared de piedra, al fondo, quedó fuera de nuestro alcance.

Un pastor de cabras, con el que hablamos un buen rato, nos contó que un notario había comprado la zona para criar caballos y explotarlo como coto de caza. De paso nos enteramos que ya había lobos por la zona, cómo se lo montaba (industrialmente hablando) el pastor con sus cabras, que no iba a llover (nos tuvimos que poner el chubasquero una hora después), etc, etc, etc.

Dejando Redueña a la izquierda y Venturada a la derecha nos dirigimos hacia el desagüe del embalse de Pedrezuela, un viejo conocido nuestro, donde nos encontramos dos aguerridas ciclistas que se dieron la vuelta en cuanto empezó a llover.

Pasado el embalse, observamos que en esta zona ya habían puesto puertas en los caminos de CYII. Por suerte tenían una puerta lateral para los viandantes. Después de cruzar por la M-693, dejando Pedrezuela y su hoya a la izquierda, nos adentramos por la conocida pista que bordea Montenebro.

Pronto nos adentramos en la Dehesa de Moncalvillo, alfombrada con un verde intenso que daba la sensación de estar en un parque. Pero sólo la bordeamos porque, sobre el km. 45, giramos a la izquierda. Parecía que nos dirigíamos de cabeza a San Agustín de Guadalix pero, después de un quiebro, enfilamos en dirección hacia una zona denominada Valdeoliva.

Ya estábamos en la parte final de la ruta. Una breve visual en la Atalaya del Molar nos permite disfrutar de una excelente panorámica.

Entremos al Molar por su parte alta, por el cementerio. Después de un breve callejeo encontramos el restaurante al que vamos, Paraíso Asturies, que nunca nos ha defraudado. Esta vez tampoco, doy fe.

Un día estupendo para olvidarse un poco de las Navidades pasadas y retomar las buenas costumbres con la bici, la naturaleza y los amigos.

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Una respuesta a “Por el Molar, rodando por los caminos del Canal de Isabel II, de momento”

  1. Lástima que ya no se pueda acceder a Las Cuchilleras. Es un sitio peculiar que me trae muchos recuerdos de cuando era niño. Cazábamos pajarillos con ballestas que mi padre ponía con esmero y los menos, con la escopeta de perdigones. Allí disfrutaba del campo con la compañía de mi padre y Oscar, un perrillo de raza pointer de color canela listo y nervioso que correteaba como loco por las peñas. Más mayor, también he acampado con mi mujer y otra pareja de inseparables amigos, en esos ocultos parajes al rumor del arroyo Alfrecho, donde hacíamos noche con algún sobresalto matutino provocado por las curiosas vacas. En fin, que un notario haya decidido comprar y cerrar ese espacio me jode casi tanto como la posibilidad de que las pistas del Canal las cierren como nos dijo un obrero. Me parece que será muy difícil, pero…

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