Ruta realizada el Jueves 29/09/2022
Participantes: Domingo, Pepe, Rufi, Raquel
Reproductor audio crónica:
Llevábamos una semana con un tiempo espectacular, soleado y con la temperatura justa, cuando, hete aquí, que el pronostico nos pinta un jueves apocalíptico. Pero no nos arredramos, que para eso hemos hecho la mili (más o menos…). Mi e-wife tenía fiesta en su trabajo y aprovechando que teníamos que acercarnos al Escorial, plantee al grupo una ruta por la zona. Así de paso Raquel, que lo estaba deseando, se podía venir con nosotros en su montura eléctrica. Buscando, buscando elegí una vieja conocida para disfrutar de las vistas desde el Malagón. La última vez que el grupo abordó esta zona fue un desastre porque triscamos lo que no está escrito gracias al track de un tipo al que pusimos como nombre en clave «el tarado» y que nos llevó por todas las tapias y vallas que había en la zona de Zarzalejo. Por eso, para evitar hacer salto de vallas, he optado por tirar hacia Robledo.
Después de un intercambio de mensajes en la mañana del jueves, llenos de desconfianza sobre las nubes que cubrían la sierra norte de Madrid, quedamos a las 10 en la urbanización Felipe II. Salimos con un ligero retraso y pronto abordamos las cuestas del Tomillar. Ya sabíamos que nos íbamos a tirar así la próxima hora y media. Pepe y yo con calma, Fernando y Raquel, charlando de lo divino y lo humano y cada vez más por delante de nosotros.
Pepe recargó pilas en la Penosilla gracias a una llamada relacionada con la obra que está acometiendo en su casa. Este tipo de comunicaciones generalmente te ponen de una mala lecha que viene muy bien para subir cuestas. De esta guisa, una vez pasado el Arboreto, nos enfrentamos con la parte más desafiante y disruptiva de la ruta, como se diría ahora en cualquier reunión de trabajo. Siguiendo con la nueva nomenclatura, yo diría que, claramente estábamos saliendo de nuestra zona de confort.
Pero todo lo bueno se acaba y finalmente llegamos al Alto de Malagón, unos antes y otros después. Allí nos tomamos el refrigerio, escondidos detrás de unos arbustos, que corría un aire que se llevaba hasta los pensamientos (sólo los buenos, que los malos pesan más). Vagos por naturaleza como somos, aprovechamos que unos cazadores abrían la valla para seguir subiendo, que lo anterior nos había sabido a poco. Cuando llegamos a lo alto del Cerro de la Cabeza se acabó definitivamente el disfrute. ¡Qué faena, ahora todo era bajada!
Esta zona tiene unas vistas espectaculares que hacen la bajada muy disfrutona aunque había que tener cuidado porque el estado el terreno la hacía bastante resbaladiza. En Robledondo tomamos la carretera M-505 para llegar al Puerto de la Cruz Verde que atravesamos en dirección a Zarzalejo por la M-533, dejando el teatro de la Mina a la derecha. Dejamos la carretera y giramos a la derecha para bajar por el Barranco del Santo. Con el nombre está todo dicho. Podría decirse que es una pista, aunque no puede estar más rota y llena de escalones, con un terreno muy resbaladizo. Vamos, el trazado que le gusta a Fernando, que se perdió rápidamente en lontananza. La cosa no mejoró hasta un poco más abajo, que por algo se llama La Quebrada. Cómo esta pista enfila hacia Robledo, se puede apreciar perfectamente el desastre del último incendio en las laderas que se encuentran enfrente.
A la altura del Prado Pellejero (cuanta poesía hay en estos campos…) volvemos a hacer un quiebro para dirigirnos directos a Zarzalejo. Aquí se puede coger el de la izquierda, que nos lleva paralelo al tren por una trialera derrampante estrecha, o por la derecha, que baja a tumba abierta a la pista que une Robledo con Zarzalejo. Nosotros, como somos así, cogimos la de la izquierda y cambiamos de opinión 200 m. después, porque nos gusta el campo a través.
Al salir de Zarzalejo-estación, nos desviamos hacia la izquierda por la pista que lleva a la Silla de Felipe II. A la altura de la Colada (una zona con mucha piedra, donde se ve el origen de una calzada) nos desviamos a la derecha, rodando por senderos entre arboles de lo más agradable.
Después de un canchal, tras un sendero entre vallas, desembocamos a la conocida bajada con escalones de piedras, donde Fernando nos hizo una master class mientras nosotros bajamos a pata. Aún recuperándonos de semejante humillación, tomamos el camino a la Herrería. Nos resistimos pero al final nos tuvimos que poner los chubasqueros aunque la cosa tampoco fue a más.
Estábamos a menos de un kilómetro del final cuando pasamos al lado del restaurante El Tomillar y decidimos que era un buen sitio para comer. La sobremesa la hicimos en la terraza de mi casa, con cafés y tés a discreción. Como siempre, un día estupendo con gente estupenda. Mereció la pena jugárnosla con el tiempo. Luego por la tarde, cayó la del pulpo, pero ésa les pillaría a otros.
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3 comentarios en “San Lorenzo de el Escorial-Robledondo-Zarzalejo Cumbres borrascosas”
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Domingo, buena crónica y buena ruta. Nos libramos de la chupa de agua por los pelos.
Tu e-wife me llevó con el gancho, pero así hice un «entreno de calidad». Ya no se respeta ni el veranillo de San Miguel. No nos podemos quejar, salió un día redondo
Me gustó la ruta y lo pasé bien. El tiempo nublado es genial, pero el viento duro de cara en las últimas curvas del Malagón, se lo podían haber ahorrado los que se encarguen de esto.
Exhibición de Raquel, que tuvo que esperar subiendo… ¡y bajando!
¡Gran crónica, Domingo!
¿Y después os quejáis que no estáis en forma? ¡Pero si hacéis más duras las rutas del jueves que las del domingo! Por lo menos por el desnivel.
Así me gusta, a tope con los entrenos que este 2023 tenemos la vuelta a la sierra de 100kms.
Besos.