Ruta realizada el Jueves 08/09/2022
Participantes: Domingo, Félix, Pepe
Reproductor audio crónica:
Nuestro grupo, cada vez más menguado, se tomó un descanso la semana pasada, escapando a latitudes más frescas. Los más chulos a Islandia y los demás a Cantabria, que sí, que es infinita, pero no tanto. Así que teníamos ganas de empalizarnos otra vez y de llenarnos de bosque. ¡Qué le vamos a hacer si tenemos esa mania tan rara! A otros les da por morder esquinas.
Buscando, buscando, me encontré con esta rutita que transcurría por zonas yo nunca había visitado aunque la mayoría del grupo si había estado anteriormente por estos lares. Pintaba pero que muy bien y parecía ideal para estos momentos en los que todavía uno no se puede fiar mucho del astro rey (en general, no te puedes fiar de ningún rey, pero ese esa es otra historia, jajaja…).
Dejamos los coches en el parking de Lozoya (https://maps.app.goo.gl/axP8ZbYMvyDxMZmM7), gratuito entre semana, pero con un coste de 3 € en festivo o fin de semana, siguiendo el espíritu depredador que se ha extendido por la comarca. La llegada lloviendo enfrió un tanto nuestro ardor guerrero. Como es habitual en nuestras escapadas, salimos forrados del pueblo, para quitarnos ropa en los primeras primeras subidas. Esta ruta tiene la característica de empezar con un ascenso que no se detiene hasta la Horizontal de Navafría, lo que supone una bonita subida de más de una hora del tirón. Como punto positivo, te comes casi todo el desnivel al principio. Curiosamente, el negativo es el mismo. ¡Qué cosas!
Dada nuestra avanzada edad, este tipo de subidas conllevan la continua declamación de historias relacionadas con anteriores expediciones heroicas por la zona, siguiendo el modelo narrativo abuelo Cebolleta. En esta ocasión el tema fue el Nevero, el descenso al pueblo de Navafría y no sé si algún hecho relevante de la Guerra Civil o la Iliada, que ya no tengo la memoria de antes. Mientras tanto, como quien no quiere la cosa, subíamos y subíamos, dejando a un lado el Collado del Aguado, el Sestillón de la Gutierra (a saber que hizo allí la tal Gutierra), la Porqueriza (no sé si tiene relación con la susodicha Gutierra) y el Reajo Sastre. Poco después, alcanzamos la Horizontal, que ya era hora.
Si la subida transcurría por un bosque muy agradable, esta parte del recorrido era aún más bonita, seguramente por motivos subjetivos relacionados en la pendiente y otros aspectos de índole gravitatoria. Para disfrutar del entorno, bajamos nuestra velocidad, que no era cuestión de desplegar todo nuestro potencial con semejante paisaje.
Pero todo llega, y alcanzamos el puerto de Navafría, con sus 1774 m. El descenso lo realizamos por un sendero en dirección a Majalvir. Poco después la pista se transforma en un sendero con bastante pendiente y tramos de piedra suelta, recomendado para gente con elevadas capacidades MTB. Vamos, que los pedregales me los hice a pie, aunque solo fueron unos pocos metros.
Llegamos a una zona recreativa llamaba el Mirador desde la que no se podía mirar nada y desde allí comenzamos una vertiginosa bajada entre bosques de roble, muchos de los cuales ya se habían desprendido de sus hojas, dándole al bosque un aspecto totalmente otoñal.
Atravesamos la M-604 como una exhalación y bordeamos Pinilla del Valle para empezar a rodear el embalse. Esta ruta es una vieja conocida, aunque la solemos hacer en el sentido contrario. Después de dejar la zona arqueológica de los Calveros, nos ceñimos más a la orilla del embalse. Este camino está cada vez más deteriorado pero sigue siendo una gozada ciclar por la margen el pantano, con sus playitas llenas de troncos que le dan un aire de isla de naufrago.
Pintaba mal el cielo, así que en la última parte del recorrido, aumentamos más la velocidad si cabe (que sí que cabía…), no fuese que al final la liáramos.
En Lozoya hicimos un intenso análisis de sus capacidades en restauración y finalmente nos metimos en el restaurante Fernando, con una hermosa terraza y apartado de la carretera, donde comimos bastante bien y disfrutamos de una agradable sobremesa.
Como siempre, un día genial. Una ruta sorprendente, muy agradable y con un paisaje precioso, que te deja ganas de volver a visitar en otoño e invierno.
PD: al gpx le falta un pequeño tramo por un tema de pilas.
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Una respuesta a “Lozoya-La Horizontal-Puerto de Navafría Esperando el otoño”
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Gracias Domingo por la crónica de un jornada tan divertida sobre todo a partir de llegar a la Horizontal, porque las cuestacas son de aupa. Alguna del 24% he visto en el informe detallado.