Cercedilla-Bola. Este año tampoco me la cuentan

Ruta realizada el Domingo 08/05/2022

Dificultad Física
Dificultad Técnica
27.5 km
1126 m
46 Km Distancia Madrid
3h45'
3h07'
Características Terreno Suelo normal (tierra con alguna piedra), 30% de trialeras, con un obstáculo, no adecuado para temperaturas bajas, 90 metros no ciclable

Participantes: Juan, Rufi

Mas detalle ruta

Temperatura media: 15.3
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Como le pasa a los toreros (no sé si los buenos o los malos), yo, la noche anterior a las grandes gestas, duermo fatal y eso mismo me ha pasado esta noche. Algunos dirán, eufemísticamente, que es respeto pero, como decía un amigo mío de Cádiz, «lo que yo tengo es mieeeo, que es más que miedo». Solo de pensar lo que se me venía por delante me han entrado pesadillas y no he conseguido pegar ojo.

Por ese motivo, a las 8:40 estaba como un clavo en la plaza de toros de Cercedilla, destrozando, con ello, el bulo, propagado maledicentemente por Alfredo, de que siempre llego tarde. A esta salida solo nos hemos apuntado Juan y yo. El resto, cada cuál más cobarde que el otro, han puesto todo tipo de excusas para evitar una ruta que es de obligado cumplimiento, al menos una vez al año. Están los que se han contagiado de Covid para no venir, los que han invitado a la suegra a comer y los que han salido corriendo a Marbella para no tener que subir a Bola.

Y si la ruta es así, que hasta genera pesadillas, alguno se preguntará por qué voy. Pues porque ahí está Juanito, que es capaz de venderle hielo a los esquimales, que es capaz de comprarle una bici a Rubén y que ya nadie más del grupo consiga comprarle una porque lo dejó tieso. Gracias a Juan hacemos cada año esta ruta, eso sí, cada vez con menos integrantes, por lo que parece. Si no fuera por él, esta subida haría años que ya no se haría. Y, claro, Juan es Juan y yo soy yo y me caliento más rápido que un Simca 1000 (cinco plazas y con nervio, como los filetes de carnicería mala) y enseguida le entro al trapo. Menos mal que este año tenía comida en casa y he conseguido negociar que, en lugar de salir desde Guadarrama, saliéramos desde Cercedilla. El desnivel es muy similar, pero la distancia y el tiempo empleado se recortan algo.

Juan, recién llegado, preparando los útiles para iniciar la gesta del día

De camino al punto de reunión he visto un montón de coches con las bicis en el techo, dentro o colgadas del oportuno porta bicis. Se me ha ocurrido pensar con cuántos de ellos coincidiríamos en la cuesta del Calvario o en la subida a la Bola. Los más listos ya sabrán el resultado.

De la ruta, poco hay que comentar que no se sepa ya porque, quien más quien menos, la ha hecho alguna vez. Subida , subida y subida desde que sales de Cercedilla hasta llegar a la Bola. Perfil claro y sin pérdida. Ya hemos destacado varias veces la subida al pino de la cadena y algún que otro cuestaco que hay que comerse hasta llegar al Calvario. Ese momento, el de la cuesta del Calvario es memorable. Nunca he visto un nombre mejor puesto que este. Si se hubiera llamado Cuesta de la Agonía, pero lo de Calvario le viene al pelo.

Hoy la ruta tenía agua, torrenteras, riachuelos y ríos a mares. Hemos pasado, sin mojarnos demasiado, dos riachuelos con mucho caudal, antes de iniciar la subida al Calvario. En esta pendiente el agua estaba presente en muchos tramos, lo cual hacía más complicada la trazada por los resbalones en las piedras y en las raíces. Juan la ha subido limpia, sin poner un pie, pero yo he puesto uno, al haberme quedado encallado y no haber podido salir, por falta de fuerza.

Juan, una vez superada la cuesta del Calvario y con la mente puesta en el próximo objetivo

En la barrera que hay en la estación del Puerto de Navacerrada, haciendo caso a Juan, nos hemos tomado un gel, pero no nos hemos comido el plátano. Yo creo que la decisión ha sido óptima, a pesar de que Juan tenía mal tomados los tiempos (pensaba que, desde allí, tardaríamos unos 40 minutos en coronar Bola), el gel nos ha dado la energía suficiente para subir sin el «empacho» del plátano.

La ascensión a la Bola es otro calvario per se y, en esta ocasión, todavía se complicaba más por los tramos de nieve con los que nos hemos encontrado en distintos puntos. De hecho, uno de esos tramos estaba, precisamente, en las curvas enlazadas que tienen mayor pendiente (24%). Como Juan iba saltarín, se ha salido del cemento, sorteando la nieve a costa de hacernos un trozo «campo a través». En fin, dificultades añadidas al ya difícil reto que implica subir Bola.

Al llegar a la parte más alta hemos tenido que empujar, porque ahí ya sí que era imposible traccionar montados en la bicicleta. Han sido pocos metros, pero hacerlos montados era imposible.

Al final, como no podía ser menos, hemos coronado los dos del Atleti y, como no podía ser menos, lo hemos dejado perfectamente alicatado, enladrillado y el solado como una patena. No hemos visto por allí ningún ingeniero ni arquitecto que nos dijera cómo había que hacer las cosas y poner los ladrillos, así que las hemos hecho nosotros mismos. Pero ha quedado bien. Si no me creéis, subid a verlo.

Obsérvese el colorido y la alegría de las franjas de las barras que jalonan el ascenso. Como no podía ser de otro modo, rojiblancas

En la bajada sí nos hemos encontrado con alguna eléctrica que estaba subiendo (así quién no) y, al llegar abajo, iniciaban el ascenso dos «carreteros». Uno ya había empezado a dar pedales, pero el otro yo creo que, desde donde estaba, se dio la vuelta al oír que había nieve arriba.

Durante la bajada hemos aprovechado para inmortalizar vistas. Subiendo bastante tiene uno con llegar arriba como para cortar el ritmo.

Si la ruta es divertida y exigente por sí, hemos cogido una variante que todavía le añade más atractivo. Se trata de un tramo que hemos hecho algunas veces, la mayoría de bajada, como hoy. Se trata de un sigle track que acaba en una trialera de bajada. Hoy, como íbamos sin track, nos hemos equivocado y lo hemos hecho más largo, descubriendo algunos senderos y bajadas que merecen mucho la pena.

A las 13:00 estábamos en los coches, con los deberes hechos y el orgullo por las nubes. Ruta corta en distancia pero muy exigente. Como decía Juan, en diferentes puntos del trayecto, los descansos se hacían al 10%.

Este año tampoco nos la cuentan.

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3 comentarios en “Cercedilla-Bola. Este año tampoco me la cuentan”

  1. Felicidades a los premiados. Siento no haberos acompañado pero hoy tenia sesión intensa de windsurf en tarifa y en vez de dejar de sentir las piernas como vosotros yo no siento los brazos y todavía me tiemblan (lo que es la vejez y la falta de entrenamiento) .
    La próxima me apunto.

    Campeones !!!

  2. Esta ruta es el test anual que nos mide si hemos hecho buenos entrenamientos previos. Y si se consigue es que seguimos en la pomada. La pena es que quedan lejos los días que subíamos todos a saco.
    ¡Ya vendrán mejores momentos!
    Me ha encantado la crónica, Fer.

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