Ruta realizada el Domingo 14/02/2021
Participantes: Alfredo, Félix, Rufi
Reproductor audio crónica:
Había varias formas de subtitular esta ruta. Una era «nos han dejado solos a los de…..». Una vez más solo hemos ido tres, Alfredo, Félix y yo. Los demás o están confinados (Juan, alguna vuelta con la de carretera nos estamos dando ¿no?), o no podían, o se les calentó la boca y salieron ayer pero hoy se han rajado (Pepe, va por usted).
La otra forma de subtitularla era «Tu déjate, déjate». Una ruta de treinta y pico kilómetros y unos seiscientos de desnivel parece poca cosa ¿no?. Cualquier ruta que venga de Nano el flojo tiene más trampas que una escopeta de feria y esta no ha faltado a la tradición.
Pero el subtítulo que mejor define hoy a esta ruta es el de 100k leguas de viaje submarino. Mother of the beauty love ¡¡¡qué cantidad de agua y de barro que había!!!. Luego dirán que no, que los pantanos no están llenos y, como dice el jefe, nos subirán el precio de la luz pero, a tenor del agua que hemos tragado hoy, es difícil creerlo.
Y yo, a todo esto, con mi preciosa cadena que me ha costado más que esas que llevan los raperos colgadas del cuello.
La ruta empezaba en Cabanillas de la Sierra, no sé si porque estaba desconfinado o porque al jefe le ha salido de los cojones. El caso es que conozco tanto los pueblos de la zona que cuando se pueda les voy a invitar a casa a cenar. Ahora en serio, la ruta merece mucho la pena. Empieza con una curiosa subida, encajonada entre dos cercas que delimitan dos fincas y que, como no, hoy tenía bastante barro.
Es una ruta que pasa por muchos sitios conocidos por los que hemos ido en rutas anteriores, pero tiene la particularidad de que la va componiendo de forma que el resultado es muy divertido, te vas encontrando con los lugares de forma «sorprendente» y evitas las grandes pistas esas que no dicen nada y que son muy aburridas.
No tiene ninguna zona especialmente complicada (de ahí que le haya puesto dificultad media), pero si que hay que estar atento y no puedes dejar de dar pedales casi en ningún momento. Mezcla trialeras de subida, no muy exigentes, con bajadas técnicas que secas serán más sencillas de lo que hoy eran.
Hemos pasado por las vías del tren de la ruta de Bustarviejo, por la trialera de piedra de la ruta de la cabrera que tiene enamorado a Alfredo (y hoy no era para menos) y, como no, por la urbanización de los pitufos, que seguimos sin saber si está habitada o no.
También hemos pasado por la cantera de granito donde nos hemos encontrado con un grupo de motoristas que llevaban verdaderas piezas de museo. Una Montesa Enduro H6, una Ossa de las primeras…. Uno de los susodichos era el amigo Marcos de Quinto, otrora presidente de Coca Cola y, si no lo era, era su hermano gemelo.
El plátano nos lo hemos comido en el punto más alto de la ruta y, siendo el día que es hoy no podía faltar el corazón que nos ha puesto tiernos y a Alfredo con ganas de volver pronto a casa.
Pero antes de llegar a Cabanillas hemos tenido que hacer algunas subidas más, transitar alguna que otra trialera y, como no, bucear un poco más, dado que todavía no habíamos tenido suficiente agua.
En fin, cómo sería la cosa que, casi llegando al pueblo, ya de vuelta, nos hemos encontrado con una pareja de globeros que nos han dicho aquello de «qué valientes, metiéndoos por el barro». ¿Metiéndonos por el barro? Pero si solo hemos salido del barro para meternos en el agua.
Así hemos llegado a Cabanillas, después de un día magnífico, una ruta exigente pero llevadera y echando de menos a los otros componentes del grupo.
En Cabanillas hemos limpiado «en seco» la bici que, para el que no lo sepa, viene siendo como limpiarse el culo con el dedo. nunca te quedará bien.
Buena ruta y divertida. Félix se la ha apuntado para traer a Mario en cuanto se haya repuesto de sus males. Mario. te lo vas a pasar como un enano.
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7 comentarios en “Cabanillas de la Sierra. 100.000 leguas de viaje submarino”
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Enhorabuena muchachos. Un día estupendo para dar pedales (ganas no me han faltado). Nos veremos el jueves, que yo soy más de «ir al tinte» que de ponerme en remojo.
¿Tú también eres entonces de los de «limpieza en seco»?
Hoy ha sido ruta mixta de barro y agua, pero es muy divertida porque es técnica sin pasarse de la raya y muy variada. Parecen pocos kilómetros y desnivel moderado, pero acabas zurrado.
Buena crónica Rufi.
Se te ha olvidado poner como se retorcía Alfredo por el golpe en los huevos que se ha dado cuando se ha clavado en el barro, nada más salir.
Comprobado, los botones shimano son resistentes al agua, pero no sumergibles. Al llegar al coche tuve que quitarme los calcetines y ponerme las zapas a pelo.
Joer Rufi, pareces un overdrive cruzando el rio… y tu bici recién salida de la «peluquería», jajaja
Nosotros hemos optado por terreno sin empapar, subida desde La Jarosa al refugio de La Salamanca para «disfrutar» de cuatro pedroleras trialeras.
A ver si esta primavera nos dejan juntarnos más de seis y montamos un rutón dominguero con Nacho (Nano Flojo) y sus secuaces.
Buena cronica Rufi, a esa bici, no se si cadena pero le hacen falta unos buenos flotadores, visto lo visto, y un curso de crol por si por donde pasas cede a tus pretensiones de llegar cuanto antes a la orilla. Aupa atleti