Cercedillas-Cotos, ruta navideña

Ruta realizada el Jueves 26/12/2024

Dificultad Física
Dificultad Técnica
46.5 km
1266 m
47 Km Distancia Madrid
4h04'
3h23'
Características Terreno Suelo normal (tierra con alguna piedra), sin trialeras, con dos obstáculos, no adecuado para temperaturas bajas, zona de fotografía interesante

Participantes: Alfredo, Domingo

Mas detalle ruta

Temperatura media: 11.3
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Pues llegó la hora de hacer nuestra última ruta del 2024. Y cómo no podía ser de otra manera, cerramos con una ruta preciosa a través de las montañas de nuestra comunidad.

Antes de la hora prevista, según nuestros estrictos hábitos prusianos, estábamos Alfredo y un servidor en las afueras de Cercedilla, listos para disfrutar de un espléndido y soleado de invierno que nos recibía con los brazos abiertos.

Hacía frio pero era muy asumible, más teniendo en cuenta que íbamos a estar subiendo al menos la próxima hora. Cogimos la senda Purichelli justo por donde habíamos aparcado, por el trasera de Cercedilla, para evitar las escaleras.

A la altura del hospital de la Fuenfría optamos por ir por una vereda que nos llevaría hasta la carretera que circunvala las dehesas, enfilando pronto la subida por la Carretera de la República. Charlando como marujas y subiendo a buen ritmo, pronto llegamos al Mirador del Poeta, donde decidimos parar para sacar el minidron.

Decidimos hacer una circular pero calculamos mal la distancia, Alfredo intentó controlarlo con el móvil pero no dio tiempo y casi nos quedamos con el dron estampado en un árbol. Por suerte, lo atravesó sin mayor problema.

Después, en un toma acercándose casi me afeita la cabeza (bueno, esto es para darle dramatismo porque con el casco…).

Y, por último, al ir a recogerlo, se quedó a dos metros de distancia, flotando encima de la caída, sin posibilidad de poderlo coger. Menos mal que Alfredo pudo tomar control manual y al señorito le dio por hacerle caso.

En el mirador de la Reina nos tomamos el platanito mientras admirábamos el paisaje que nos brindaba el día tan genial que estaba haciendo. ¡Cuántas veces lo único que he visto en este lugar ha sido niebla! Se nos pasó por la cabeza sacar el dron pero parecía que hoy no era el día…

Dejando a la derecha Siete Picos atravesamos el puerto de la Fuenfría, tomando el sendero que va por la izquierda, paralelo al camino. Así llegamos a la Fuente de la Reina, donde saludamos a un grupo de jubilados madrugadores, y doblamos hacia el este, siguiendo el GR-10-1. Esta zona es un bosque realmente espectacular.

En la zona del Puente del Minguete, donde convergen varios arroyos, la temperatura bajó repentinamente y nos encontramos el camino totalmente helado. En poco tiempo llegamos a la CL-601, donde tuvimos que subir 500 m. para tomar un desvío a la izquierda. Pero en el camino nos encontramos una bonita puerta con un diseño salido de una película de Alien. Según indicaba en un cartel (mala cosa es encontrarse un cartel que explica porqué está allí semejante objeto), su objetivo era facilitar el acceso al bosque a las personas en sillas de ruedas (¿?). Alguien se ha forrado.

Detrás de semejante artilugio nos esperaba un bosque mágico, salpicado de vez en cuando por algún acebo, todo tamizado por la luz de la película Excalibur.

Eso si, todo subida, de momento contenida. Alfredo me comentaba que lo peor estaba al final y yo me esperaba una subida apocalíptica. Llegando a un lugar denominado Peña la Cabra (mal augurio) doblamos hacia la derecha, por el Camino Viejo del Paular. La pendiente aumentó pero la pista estaba bien y el bosque nos inspiraba para pedalear. No había nadie, apenas nos encontramos a algún grupo de andarines. Ya hacia el final la pista empeoró apreciablemente, con cantos rodados y barro en cantidades generosas, pero nada que no se pudiese afrontar. Y así, de repente, llegamos a Cotos (bueno, Los Cotos, como ponía en la estación de tren).

Para seguir el track tuvimos que ir por la carretera, pero el tráfico mayoritariamente estaba en el carril contrario. Paralelos a las vías del tren, que están siendo sustituidas por unas nuevas, en menos 15 minutos nos plantamos en Navacerrada, con una solitaria pista con nieve artificial y sin demasiada gente.

Bajando un poco por la M-601, nos dirigimos hacia la estación, doblando justo antes hacia la pista de la Vaqueriza. Alfredo me comentó que el comienzo de esta pista la gente la denominaba El Calvario, y la verdad, visto su estado roto, lleno de piedra suelta, raíces y surcos, no me extraña lo más mínimo. Cogerla de subida debe ser un placer sublime.

En una zona denominada Los Baldíos (joer, con los nombres, que animaos), Alfredo decidió crear, y tomamos un estrecho sendero, que la verdad, fue un acierto, aunque siempre hay algún obstáculo que otro.

En algunos tramos el caminito se las traía por la pendiente, las raíces y los árboles tan juntos que dábamos con este manillar que dios (bueno, venga, Dios) nos ha dado… Hasta tenía un rio de hojas y todo.

Y enseguida llegamos a Cercedilla, para encontrarnos el Maya cerrado y el Chivo Loco sin terraza, así que acabamos en la Taberna Vesubio con menú que estaba bastante bien y un personal italo-argentino muy simpático. Un buen colofón para un día estupendo compartido con Alfredo y sólo comparable a esta magnifica ruta.

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Una respuesta a “Cercedillas-Cotos, ruta navideña”

  1. Buena crónica, la ruta espectacular con un día de escandalo.
    Hemos comprobado que retortijín es capaz de atravesar arboles sin problema gracias a su hélices protegidas. Era curioso que no hubiera nada de nieve excepto en el Telégrafo de Navacerrada donde había un grupo esquiando.

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