Ruta realizada el Miércoles 04/08/2021
Participantes: Pepe, Otros
ültimo día de asueto antes de lanzar los termómetros. Hay dudas, requiebros y tentativas, pero me agarro a la propuesta en firme de Miguel, que sabedor de la salida del pasado lunes, propone ruta desde la Cabrera a Tomás y a mi. No habiendo más participantes y en segunda convocatoria (como las juntas de vecinos), nos ponemos en marcha a las 930h, según lo anunciado. Luego habrá más protestas de los no participantes (también como en las juntas de vecinos).
Salimos por el camino del camping y el sendero que bordea la carretera, con leve bajada. En cuanto veo cómo se desenvuelve en los medios me digo: este juega en casa, se lo sabe. Dejamos el camino a Cabanillas y elegimos sendero que nos lleva a bordear el pueblo por nuestra derecha. Sobrepasamos el pueblo y seguimos por senderos conocidos. En esa zona abundan tramos con grandes rocas planas y arena suelta. Con este tiempo seco el terreno desluce bastante. Afortunadamente la temperatura es suave y el viento fresco.
En Navalafuente pido parada para hacer foto, que hay que inmortalizar el momento y, si les dejo ir, enhebran hasta el final sin un respiro.
Enseguida cambiamos de dirección y de inclinación. Empezamos la subida continuada por sendero y pista de forma alternativa, en dirección al Medio Celemín. La pista está muy deteriorada y la inclinación inicial es bastante exigente. Hay que emplearse a fondo y reducir la charla. Jadeo hasta coger la altura de la vía y cruzarla por encima del túnel, que se terminó de excavar después de la guerra, con participación de presos, como redención de pena.
Subimos hacia Bustarviejo y pasamos delante de la antigua cárcel, con sus garitas y su patio interior, que hoy parece más para guardar ganado que otra cosa. Miguel nos cuenta que antes había un cartel con detalle de su historia, desde un punto de vista que podía molestar a unos u otros. Hoy solo un panel describe lo que era cada edificio sobre un croquis.
Callejeamos Bustarviejo y ya derechos al puerto. No es mucha altura y lo tenemos casi todo hecho, pero aun así se nota la pendiente.
Bajamos buscando los rincones más frondosos y pasamos junto a la antigua mina de wolframio. Si no te lo cuentan no te enteras de lo que es, pensarías que es una gravera o similar. No sabía yo que por esta sierra pudiera encontrarse el mineral. Eso ya nos dio opción para unirlo a lo del tren excavado con reclusos, lo de la cárcel y todo lo demás. En fin, una visión histórica de un camino que tenemos más que trillado. Siempre hay algo más que saber, si aciertas con quién recorrerlo.
Dudamos varias veces por dónde concluir la ruta y al final nos dejamos caer hasta Sieteglesias. Tomás nos sube en coche a La Cabrera y rematamos con cervecita y amigos en el jardín del Machaco. Todo césped, muy agradable.
Misión cumplida y contada.
¿y mañana dónde vamos?