Morcuera-La Perdiguera-Problemas de Micción

Ruta realizada el Jueves 03/06/2021

Dificultad Física
Dificultad Técnica
33.9 km
927 m
44 Km Distancia Madrid
4h11'
2h54'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Domingo, Félix, Pepe, Rufi, Mario

Mas detalle ruta

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La semana pasada insignes y relevantes miembros y miembras de este grupo hacían mención a los problemas de Alzheimer de algún otro componente. Pues como no hay dos sin tres, lo de hoy ha sido de sainete.

En la rutina de elección de ruta que nos caracteriza últimamente, ayer se produjo un cambio. El jefe, ejerciendo de grado y de galones sentó cátedra y sus santísimos diciendo que quedábamos a las 10:00 en Miraflores («donde siempre») para hacer la clásica de las clásicas. Gustavo aportó su grano de arena, señalando una variante que, en su opinión, merecía la pena y no suponía un gran esfuerzo adicional. Dicho y hecho, así quedamos.

La edad no perdona y los problemas de próstata nos afectan ya a muchos de nosotros. Algunos nos levantamos y, una vez aligerados, nos volvemos a la cama. Lo de conseguir dormir o no ya es otra cuestión. El jefe no. El se levanta y, del tirón se marcha a Miraflores, sea la hora que sea. Pues eso, una hora antes de la que habíamos acordado para iniciar la ruta. Ríete tú del Alzheimer.

A Félix no se le ha ocurrido tomarse un café con un suizo para hacer tiempo y esperar al resto del grupo. Se ha calzado el casco y las zapatillas y se ha ido él solo de avanzadilla.

A la hora pactada hemos llegado todos los demás, una vez que Pepe hubiera hecho la correspondiente visita a la gasolinera a la que le ha cogido tanto cariño ultimamente.

La ruta es un clásico entre los clásicos sin ninguna variación que destacar, más allá de que están asfaltando la entrada al camino de Morcuera y hay que dar un pequeño rodeo. Lo que sí era destacable hoy era el verdor del bosque y lo abundante de la naturaleza, que nos ha hecho disfrutar de la subida. Como dice Domingo «que bonitos son los bosques cuando se va cuesta arriba».

Sin demasiado calor, pero acompañados de numerosas moscas del roble, o moscas cojoneras, hemos subido hasta la carretera que corona el puerto de la Morcuera y que a Domingo le da alergia.

Ahí ha empezado lo nuevo de esta ruta, hecho que hemos de agradecer a Gustavo que, una vez más, nos ha hecho de Winetow, descubriéndonos nuevas sendas. Esta, en concreto, salía de Morcuera y subía hasta la Perdiguera por unos parajes inigualables (al menos en esta época del año). La parte inicial del ascenso tiene cierta complejidad, sobre todo porque con tanta vegetación es muy difícil adivinar por dónde va el sendero y ver las piedras y los obstáculos. Transcurridos unos cientos de metros, la cosa se pone más sencilla, pero sigue siendo complicado adivinar por dónde va la senda entre tanta planta y flor que lo invadían todo. A pesar de ser una subida que, en algunos tramos era exigente, el paisaje ha sido inigualable.

En lo alto del collado, cuyo nombre desconozco y tras haber pasado por todos los pantones posibles, del amarillo, verde y ocre, hemos tomado el sendero que sube hasta la Perdiguera. En ese punto hemos disfrutado de los vuelos rasantes de los buitres, de alguna cabra montesa y de un vientecillo estupendo que, si no llega a ser porque todavía tocaba seguir subiendo, invitaba a ponerse una rebequita.

Lo de llegar a la antena y punto geodésico adyacente, era un capricho de Pepe, que se está volviendo un caprichoso, pero hay que reconocer que ha merecido la pena.

Una vez coronada la Perdiguera ya todo era bajada. Primero descendiendo por el cortafuegos y luego por el camino que lleva hasta el refugio. Esta alternativa le pega un buen trasquilón a la bajada tradicional de Canencia, pero, como teníamos a Félix de avanzadilla, hemos decidido no alargar la ruta.

También hemos tomado la decisión de hacer todo el descenso de Canencia por la carretera, en lugar de tomar el desvío del valle porque ya eran las 2 de la tarde y Félix estaba ya por la segunda cerveza, poniendo en riesgo la vacunación que tenía prevista para esa misma tarde. Al final, como buenas personas que somos hemos tirado por la calle de en medio, bajando directamente a Miraflores.

Haciendo buena la maldición de Rufi, y dado que el jefe había pasado olímpicamente de mis indicaciones sobre restaurantes decentes en la noble villa, hemos comido «donde siempre» y, por tanto, como siempre. O sea, como el culo.

La jornada ha merecido la pena, menos la comida, la ruta ha sido llevadera y las vistas impresionantes, Félix ha dejado de ser objetor a la vacuna y el día ha salido redondo.

La próxima vez que alguien se levante antes de tiempo, que se ponga un pañal en lugar del culotte y salir danzando de madrugada. Con todo el cariño

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3 comentarios en “Morcuera-La Perdiguera-Problemas de Micción”

  1. Como siempre Fernando, has descrito «talmente» los acontecimientos. Un día genial para la bici y, en concreto, para subirse la Morcuera, aunque un poco de viento nos habría ayudado a espantar a las puñeteras moscas del roble. Esto de hacer avanzadillas lo podíamos hacer más veces. Nos hacemos la ruta saliendo uno cada media hora y así no nos tenemos que aguantar. Cosas de viejales, jajaja.

  2. Oye, pues muy bien. Fíjate que a mi estas subidas me molan. Su pista de pendiente mantenida, su miajita de asfalto cabrón y el sendero de las flores.
    Nos quedamos sin al guinda final en al bajada pero, oye tú, que me da igual.
    Lo de la comida, como siempre. menú vulgar sin más. Yo me apaño. Que mola más la Anamari, pues sí, pero es que Miraflores nunca ofreció opciones relevantes.

  3. Jajaja, todo muy bien contao Rufi. Con mucho detalle y cariño. Eché de menos la animada charla de Félix, creo que debería quitar las pilas definitivamente a ese despertador que compró en Canarias, jaja
    La variante sugerida por Gustavo le dió un aire novedoso a esta clásica. No la conocía y la disfruté mucho, espectaculares colores.
    Me quedé con las ganas de echarle un poco más de pimienta a la ruta y bajar por el PR-12 desde Canencia, pero mis indirectas no cuajaron. Otro día lo bajaremos, es muy divertido y asequible, os he visto bajar por sitios peores jajaja
    Una jornada estupenda, lástima que acabásemos comiendo «donde siempre» pero ese detalle no empañó lo que hoy he disfrutado. Gracias amigos.

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