Ruta realizada el Jueves 13/05/2021
Participantes: Domingo, Félix, Rufi, Mario
Reproductor audio crónica:
De bien nacido es ser agradecido y esta crónica no puede empezar sin darle las gracias a Mario por haberla elegido y haberla preparado. A mi me saca de la zona del Molar que ya me está resultando un dolor de molares.
Esta es, claramente, una ruta para hacer en esta época del año. En verano debe ser insufrible porque no hay ni una sombra y en otoño e invierno el terreno debe estar bastante impracticable. Sin embargo, en primavera el campo está exultante y en pleno esplendor y, gracias a Mario, lo hemos podido disfrutar.
Hemos salido de Olmeda de las Fuentes, pueblo precioso, de menor fama que Nuevo Baztán, pero, probablemente, más atractivo. A este pueblo hemos llegado a pesar de Google Maps, que estaba empeñado en llevarnos a cualquier otro sitio menos a Olmeda. Tanto será así que a las puertas del pueblo el puto google me estaba mandando en dirección contraria. Menos mal que cerca mío venía Mario que, obviamente, no estaba utilizando el mismo asistente. A Domingo, nuestro amigo Google, le mandó por un descampado, un terraplén y un campo a través, a ver si así desistía de ir a Olmeda. Menos mal que estamos curtidos en mil batallas.
Entre pitos y flautas, salimos a las 10:20, algunos más abrigados que otros. Lo primero que hicimos fue meternos una cuesta para reservar en el restaurante donde comeríamos a las 14:30 y del que hablaré más tarde.
Según nos comentaron Domingo y Mario, Olmeda de las Fuentes es un pueblo donde se concentraron, no sé en qué momento, una serie de escritores y gente de letras. El caso es que le han dedicado tiempo, dinero y cariño a la cosa y han dejado el pueblo muy majo. Merece la pena verlo
No voy a hacer una descripción detallada de la ruta. El que quiera saber en detalle cómo es, que se monte en una bici y siga el track
La primera parte de la ruta es, en esta época del año, una preciosidad. Campos de cultivo verdes y frondosos que, con el viento, producían un efecto de mar verde y rojo (solo se me ocurre algo mejor, que es rojiblanco, pero eso es harina de otro costal)
Transitando por estas sendas llegamos a un punto en el que los caminos se hacen más estrechos, avanzar se hacía a veces complicado por los grandes charcos y la vegetación invadía la senda (especialmente ramas con espinas que se agarraban a los brazos y las piernas como si de ello dependiera su salvación). Además, la pendiente empezó a hacerse más fuerte y tuvimos que aplicarnos para subir una potente cuesta que llevaba a las ruinas de una iglesia que, vete tú a saber por qué, se había construido en el medio de la nada. Los designios del Señor son inescrutables, pero construir una iglesia donde estaba esta es, desde luego, una incógnita
Seguimos la ruta, pasando por Nuevo Baztán y por un campo de cultivo de ¿guisantes? ¿garbanzos? ¿alubias?…. El nombre en latín se lo sabe Domingo
Desde Nuevo Baztan seguimos hasta Villar del Olmo por campos de cultivo y viñas. Ahí nos comemos el plátano y Mario se aprieta un compuesto (Félix sic) de «papoya», «mango» y «banana». Si de lo que se come se cría a Mario le van a llamar Sergei Bubka en breve.
Hasta ese momento llevábamos, escasamente, 400 metros de desnivel, pero, a partir de ahí la cosa cambiaba. Saliendo del pueblo nos metemos una cuesta que, durante bastantes metros, se mantiene en el 17% y, en algunos puntos lo sobrepasa de largo. El Garmin tuvo a bien dejar de presentar el porcentaje de pendiente pero, viniendo de donde veníamos, me atrevo a decir que llegaría al 21% o incluso algo más.
El camino nos lleva a lo más alto de la zona, iniciando un camino estrecho y pedregoso que nos conduce, tras algunos errores de navegación, a unas cuevas excavadas en las paredes y un mirador desde el que se ve el pueblo y el valle.
Ya nos había avisado Mario que había una gracia llegados a este punto. Desde el mirador bajamos por una trialera sin demasiada dificultad, pero animada y camuflada por la abundante vegetación.
Una vez completado el descenso enganchamos otro tramo de subida brutal para llegar, desde mi punto de vista, a uno de las partes más bonitas de la ruta por el paisaje del que pudimos disfrutar.
La «joya de la corona» es una encina centenaria que, en medio del campo de cultivo, resulta impresionante
Y los caminos hay que averiguarlos entre los campos de trigo
A las 14:30, como un clavo, nos plantamos en el Mesón el Portón, según habíamos planificado. Según Félix solo comen bien cuando yo no voy. Esto se está cumpliendo al pie de la letra, al menos en lo que a mi corresponde. Ayer elegimos el menú por descarte y, para colmo de males, tuve que comer presenciando una bandera del Real Madrid que, afortunadamente, estaba bien acompañada por otra del Glorioso Atlético. Está claro que estas rutas no se hacen por motivos gastronómicos, vive Dios.
Otras fotos: Link Álbum
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4 comentarios en “Olmeda de las Fuentes – Villar del Olmo”
Los comentarios están cerrados.
Buena crónica, Rufi. Me encanta el video donde se ve al trigo hacer olas al viento. Te pongo una música que va con esos paisajes. Es del ballet de Coppelia, el Vals de Swanilda de Léo Delibes que te sonará de anuncios de la TV.
Cómo es posible que con 35 km y 600mts salga un ibp de 64. Cuando no voy cuentan doble. Quiero el VAR.
Abrazos chavales. Nos vemos.
Buena crónica, vive Dios. A la par que veraz, pardiez.
No sé porque me ha dado en fablar a la medieval manera, pero bueno, serán cosas de atravesar la Alcarria, que siempre me ha sugerido viajar al pasado. Al Cela le pasaba igual, por cierto, según contaba en uno de sus libros.
Como todas las rutas «marianas , bonita y con su sal y picante.
Efectivamente Rufi aqui un paquete de carne y hueso 🤣, que lo soy además del Madrid para mayor gloria. Buena cronica y un abrazo