Ruta realizada el Domingo 22/11/2020
Participantes: Alfredo, Pepe, Rufi
Reproductor audio crónica:
Después de dos rutas extremadamente duras , tocaba ya una ruta de relax o verano azul. Dejamos la responsabilidad de la elección a Pepe que no nos defrauda con la ruta pistera sin ninguna complicación.
Sin embargo, sólo éramos tres los que aparecimos en la cita. Antes de detallar la ruta quiero explicar las razones aducidas por los no presentes:
Félix alegaba politraumatismo bicicletal de las dos ultimas rutas. En Torrelodones tuvo 5 caídas adquiriendo el mote del yayo de la jara y en Rascafría descubrió la doble voltereta con tirabuzón. El caso es que prefirió esta vez lamerse sus heridas en casa.
Juan tenía la manifa en coche contra la ‘ley Celaá’ por el derecho a decidir (en este caso el colegio) que no podía faltar porque pasaban lista.
Juanlu sigue confitado en su casa viendo crecer su barriga.
Domingo que se queda en el Escorial, pero que tiene que volver pronto a Madrid, que patatín que patatán.
Miki tenía que llevar su madre al cementerio. De hecho, la ruta sale del cementerio pero creo que no era el que quería ir la madre de Miki.
Al final salimos Pepe, Rufi y el que escribe la crónica (Alfredo).
La ruta Sale del Cementerio del Molar donde se puede aparcar muy bien sobre todo a las 9:00 de la mañana de un Domingo. A diferencia de otras rutas de la zona, esta vez vamos 100% por pistas pasando por la atalaya árabe del Molar que será la referencia visible durante toda la ruta.
Seguidamente nos acercamos a ver la Cascada del Hervidero. Tiene narices que habiendo pasado por esta zona mas de 10 veces nunca nos hemos acercado a la cascada. La verdad es que merece la pena.
**** ATENCIÓN no existe el video IMG_6184.MOV en el álbum de Google de la crónicaEn la foto que nos hicieron unos colegas de bici aparece una chica nostálgica que ni nosotros , ni los que vinieron después la hicieron caso y eso que se ofreció a hacernos una foto a los dos grupos juntos que nos negamos porque no nos hacemos fotos con desconocidos. Rufi , quizá por pena, la ofreció a salir en la foto con nosotros como la famosa «reina» de Félix , pero no cogió el guante.
Por cierto, uno de los colegas tenía una bici que había pintado el mismo y era espectacular.
La ruta sigue hacia el sur por el canal bajo para empalmar por la carretera con el canal alto del Atazar. Fuimos en todo momento por la pista del canal viendo tanto el skyline de Madrid como las dehesas de la zona.
A mitad de la ruta paramos a tomar el plátano (cada uno el suyo) en un paraje muy bonito de la dehesa. La ruta estaba siendo muy rápida y de hecho llegamos al coche sobre las 12:30. Es lo que tiene las pistas del canal.
La ruta prosigue hasta llegar al embalse de Pedrezuela , que por cierto olía como una ciénaga. Aquí aproveche para verificar si Pepe , que tosió varias veces en la ruta, tenía el Covid. Efectivamente pudo oler también el pestazo por lo que tanto Rufi como yo nos sentimos mas tranquilos.
El último tramo de la ruta pasaba por Pedrezuela que estaban de fiestas celebrando el Covid y finalmente nos dirigimos al Molar sin ninguna complicación ni percances. Terminamos a las 12:30 con las bicis impolutas (no pisamos ningún charco ni barro) y con tiempo de sobra para llegar a casa y comer tranquilamente.
Besos a todas y hasta la próxima.
Otras fotos: Link Álbum
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2 comentarios en “El Molar – Dehesa Moncalvillo”
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Buena ruta para desengrasar. Como bien dice Alfredo, pista sin complicaciones. Más desnivel del que ponía Wikilok, pero ni tan mal.
Echamos de menos al resto de los participantes
A destacar que cuando pasábamos al lado de los de la bici que menciona Alfredo, uno de ellos estaba hinchando una rueda y, con el movimiento correspondiente a dicha acción, mi amigo Pepe le preguntó si se la estaba cascando. Uno de estos días alguien no va a entender su agudo sentido del humor
Crónica muy divertida, gracias Alfredo. Andanadas de gente por todos lados. Sorprendente la cantidad de ciclistas en todas direcciones. Después de quejarnos de dónde sale tanto globero, me doy por reflexionar que nos adelantaba más gente de la que pasamos, que nuestro desplazamiento culebrero por la pista no asustaba ni a los paseantes; vamos, dicho en claro, que pasados los años, los globeros somos nosotros, mal que nos pese. En esta zona no se ven tantas eléctricas, prácticamente ninguna. Comentamos que quizá las eléctricas son más para los locos por el descenso.