Ruta realizada el Domingo 06/09/2020
Participantes: Domingo, Miki, Pepe, Rufi
Reproductor audio crónica:
Todo empezó con un mensaje de Fernando: «Os he mandado por correo una ruta que es un clásico de El Escorial. No muy larga y no mucho desnivel. Ya me decís«. Tal como lo decía, por una parte daba la impresión que ya Heródoto había hablado de esta ruta en sus famosos Los nueve libros de la historia, y por otra, que iba a ser una cosa de coser y cantar. Esta impresión la reforzó el acusado, digo Fernando, con un «a las 12:30 estamos en casa» que dijo nada más vernos.
Pero no adelantemos acontecimientos. A las 9 estaba con Pepe y Miki esperando a que Fernando aclarase sus entuertos en la gasolinera que hay cerca del camping del Escorial por unos problemillas con su tarjeta. Esto nos tenía que haber puesto sobre aviso pero somos de natural confiados y buena gente.
Finalmente conseguimos arrancar, subiendo desde el Tomillar por la carretera que lleva al Arboreto. Fernando insistió en las bondades de esta «clásica ruta» pero el desnivel nada más empezar creaba reticencias. Para suavizar la cuestión ofrecí dos alternativas para subir: tirar directamente para arriba por las revueltas que llevan a la Penosilla o seguir por la carretera, que es la ruta más tendida. Hizo gracia lo de tendida (debieron pensar que era una ironía), así que esta ruta quedará para los anales como la ruta clásica y tendida. Por supuesto, tiramos por la más tendida, que Abantos siempre infunde respeto.
Siempre subiendo, llegamos al primer mirador, justo al lado de la barrera y allí nos hicimos la primera foto. Miki todavía sonreía y Pepe iba mohíno y calladito.
El saber que, después de la Penosilla, nos quedaba 2/3 de la subida no anima pero seguimos a lo nuestro. Había muchas bicicletas y bastante gente andando. Esta ruta, de lo clásica y tendida que es, se está convirtiendo en una romería.
Justo antes de la salida al albergue de Los Llanillos se encuentra una curva con dos ejemplares de secuoyas. Éste es el principio de la subida de verdad. Un kilómetro después empiezan los rampones y hay que resignarse a poner el 1:3, el 1:2 o, puff, el 1:1. Fernando, demostrando una forma física envidiable, se perdió entre las curvas consiguiendo evitar que una criança lo adelantara (por más que lo intentó el chaval, pobriño), mientras que nuestro pelotón se estiraba y se estiraba…
En el Malagón nos reagrupamos e hicimos la parada platanera de rigor.
Después de un breve descanso, seguimos subiendo, claro, hacía Abantos. El canchal de entrada al último tramo hacia la cumbre estaba lleno de ciclistas. Nos dio pereza y decidimos acercamos al mirador que hay pasada la Fuente del Cervunal, en dirección al puesto de forestales. Desde allí , despuéss de disfrutar de la vista, optamos por ir por una pequeña pista directos a Abantos, con dos narices. Los últimos 100 metros tuvimos que empujar como unos campeones porque era muy empinado y el terreno tampoco estaba para hacer grandes virguerías.
Allí estaba todo el mundo, pero a pesar de la gente, no hay duda de que es un sitio magnifico.
Salimos de allí por un pequeño sendero. Aquí empezaba la zona que desconocía totalmente y que nos llevaba hacia el refugio de la Naranjera, siguiendo la valla que rodea el Valle de los Caídos, delimitando Cuelgamuros. El terreno se complicaba con piedras, tierra y arena, con un continuo sube y baja.
**** ATENCIÓN no existe el video IMG_5999.MOV en el álbum de Google de la crónicaAlgunas bajadas fueron de narices pero se pudieron hacer más o menos, pero finalmente, a la salida del refugio, tuvimos que poner pie a tierra durante una centena de metros. Pronto alcanzamos un sendero precioso por el bosque que nos llevó hasta la carretera que conduce a Peguerinos. Desde allí, el Malagón estaba a tiro de piedra.
La bajada fue rápida. La hicimos por la carretera porque la trialera que indica el track está muy frecuentada los fines de semana y, además, los forestales están muy activos últimamente. En menos de 20 minutos estabamos tomando una cerveza en la Tomillar.
Otro día genial, sin mucho calor, en buena compañía y disfrutando de la naturaleza. ¡¡¡Vivan las rutas clásicas!!!
Otras fotos: Link Álbum
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5 comentarios en “Tomillar-Abantos-Carretera Peguerinos-2020-09-06”
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Como bien dice Miki, «lo de tendida vale para todo». Chicos, ruta agradable, exigente pero agradable, con su desnivel, sus pequeñas trialeritas (a pesar de no ir por sendas) y, en definitiva, todo un clásico. Yo disfruté mucho, sobre todo con la compañía y, por poner un pero, como bien dice Domingo, había más gente que en una romería, y eso que la romería de El Escorial es el fin de semana que viene.
Es una ruta para repetir.
El culo garbancero dio el do de pecho. Ahí queda la foto para los «anales» (nunca mejor dicho) de la historia
Ese Culo garbancero que no pase hambre…
Bueno. Por fin una nueva ruta publicada. Esta vez la puesta en producción dio su guerra, pero ahí está el documento ¡Gracias!
Hace un puñado de años yendo conmigo y con el Brasas, Juanito se dio una buena hostia cerca del refugio de la Naranjera. Y otra vez también por allí, volviendo de Peguerinos, Alfredo cogió una pájara que estaba pálido como el papel del wáter y con los labios morados. Y pobre del chaval que se vino con nosotros y al que tuve que darle varias veces de mi agua porque se quería beber la de un charco.
Batallitas de hace 15 o más años
La hostia de Juan y el pajarón de Alfredo los recordamos el otro día. La de Juan fue en la bajada hacia el refugio y la de Alfredo fue subiendo la cuesta desde el embalse de Peguerinos.
Si es que, como digo, esta ruta es un clásico