Ruta realizada el Sábado 29/08/2020
Participantes: Juanlu, Pepe
Reproductor audio crónica:
El día está fresquito como prometieron los del tiempo, y cruzo la Casa de Campo con el windstoper puesto, que es bajada y se agradece.
Había quedado con Juan Luís, por darnos una vuelta en plan paseo, sin más. Como la Casa de Campo se pone a tope, nos salimos por el oeste, buscando el camino a Boadilla. Esta vez lo hacemos un poco distinto y callejeamos por la colonia de Los Angeles, evitando las calles estrechas que siempre pasamos en prohibido. De ahí a la zona comercial del Kinépolis y salida al campo cruzando las vía de MetroLigero Oeste.
Al cambiar el trazado nos encontramos con vistas diferentes de la misma zona. Hay una pequeña laguna, con su puente –más bien un charco grande- en el cauce del arroyo de Valchico, con abundante vegetación de ribera.
Vamos buscando el cruce bajo la M40, que esta vez nos queda hacia la izquierda. Como queremos hacerlo fácil, enfilamos a Boadilla por el camino que discurre próximo al polígono del Ventorro del Cano, bordeamos la Ciudad Financiera y nos metemos ya en el monte de Boadilla. Ni siquiera nos acercamos al palacio.
De ahí a Majadahonda en subida suave, entre encinas y pinos. Por esta zona ya no vamos tan solos, pero nada que ver con la que se monta en Casa de Campo en sábado.
Estamos en el punto más alto de la ruta, que no es mucho. A pesar de llamarse “Majadahonda”, está en una altitud superior a todos los municipios colindantes.
Ya solo falta dejarse caer por el pinar del Plantío y cruzar Pozuelo, con parada en la piscina municipal, para tomar una cerveza en el bar. Completamos nuestro recorrido justos en el final del corredor deportivo de Aravaca (se llama así el parque). A JuanLu todavía le queda bajar hasta el río y superar el parque del Oeste, yo me vuelvo hacia casa derechito. Bueno, no, que se me olvidaba comprar el pan.
Una respuesta a “Casa de Campo – Boadilla”
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Muy buena cronica Pepe. Suscribo lo de deportista, lo otro que te lo diga tu Señora. Ahora se que no me has acompañado hasta la valla de la Casa de Campo, como haces siempre, porque ese culete iba sufridito como tus guisos. Que te mejores Campeón.