Múnich – Jardín Inglés

Ruta realizada el Sábado 01/08/2020

Dificultad Física
Dificultad Técnica
9.8 km
0 m
1483 Km Distancia Madrid
3h50'
0h38'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Ana, Benedikt

Mas detalle ruta

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Primer día de agosto, anunciaban 38 grados en Múnich (que es lo equivalente a 43 en Madrid). Uf, demasiado calor para ir a los Alpes a hacer senderismo, demasiado calor para ir al lago Starnberger en bicicleta, demasiado calor para quedarse en casa… Pero el día perfecto para ir al Jardín Inglés!

Vivir a 5 KM del parque más grande del mundo es maravilloso, en verano no hay más que ponerse el bañador y subirse a la bicicleta. Tenía suficiente comida como para organizar un picnic sin pasar por el supermercado, suficiente cerveza como para invitar a nuestros amigos sin que nos doliese compartir y además tenía pendiente probar la app Strava para grabar rutas de bici y subirlas al blog. No hay excusa!

Salimos de casa con la espalda empapada en sudor, Benedikt ya con una cerveza en la mano y yo peleando con la app nueva para grabar la ruta. La app no es que me encante, pero es gratis!

Los 10 km por carril bici fueron toda una odisea, papá se queja de subir puertos de montaña pero nunca se las ha visto con los hipsters muniqueses que bloquean el carril bici con sus tablas de surf y sus bicis sin frenos, en fin… aquí hay que venir lloraó!

Por suerte la ruta no tenía demasiadas cuesta-arribas, porque Múnich es una ciudad muy planita, pero sí que nos las tuvimos que ver con algún bache del carril bici! No os vayáis a creer que esto es todo coser y cantar! Estamos hablando de toda una hazaña! Un auténtico despliegue de técnica y resistencia!

Pedaleamos sin descanso casi 17 minutos, manteniendo el ritmo respiratorio constante y tratando de controlar las pulsaciones por minuto que marca mi FitBit, siempre con la vista fija en el horizonte, fantaseando ya con el agua fresquita del río y la sombra de los árboles de hoja perenne.

Cuando llegamos al Jardín Inglés a mí ya se me escurrían los muslos en el sillín, es lo que tienen los sillines de plástico, el calor infernal y los pantalones cortos que no absorben el sudor. Por suerte encontramos un trozo de césped vacío y pudimos extender la manta de picnic sin quebrantar las reglas de distanciamiento social (y sin que se nos cuele ningún feo en la foto de Instagram, que el postureo es lo primero)

Jardín Inglés – Amigos sonrientes y marido zampón

No voy a contar los detalles del picnic con amigos, del queso recién traído de la granja de nuestro amigo Hannes, del jamón que me regaló la Yayi cuando estuve en Madrid, ni de las empanadillas recién hechas que había cocinado la noche anterior, que esto no es un club gastronómico!

Río Isar a la altura del Jardín Inglés

Ni voy a hablar de lo que mola bajar el Isar dejándose llevar por la corriente ignorando los carteles de “peligro de muerte”, no se vaya a enterar mi madre y se asuste!

«Peligro de muerte» – Somos unos intrépidos
Surfistas en el Isar – De esos que luego bloquean el carril bici con sus tablas y sus bicis sin frenos

Ni de lo chulísima que es la bicicleta que me regaló papá, La Perla Negra, no les vaya a dar envidia al resto de miembros del grupo, que sé bien que no todos tenemos una quipación tan técnica…

Ana y La Perla Negra en el Jardín Inglés

Así que haré un fast forward a la parte en la que volvimos a subirlos a las bicicletas, ya mucho más fresquitos y con la tripita llena.

La vuelta en bibicleta fue más dura aun si cabe, se acercaba la hora de acostarse de los menores de seis años y las madres con carritos de bicicleta son más lentas que papá explicando matemáticas. Además se forman atascos de abueletes con sus e-bike y hubo que hacer auténticas virguerías con el equilibrio para no poner el pie en el suelo.

Por suerte una vez pasado el puente del Jardín inglés se puede coger velocidad y pedalear casi sin parar hasta llegar a casa, digo “casi” porque a diez minutos de mi casa está la mejor heladería de Múnich y aun no he conseguido pasar por delante sin pararme a por un helado de chocolate y jengibre o uno de vainilla y nuez de macadamia.

Ahí ya paré la app del todo y dejé de grabar la ruta porque me pareció de mal gusto pausar la app dos veces, que esto empieza a parecer una ruta gastronómica.

Vale, me habéis pillado, esta ha sido una ruta de broma, pero os diré que una vez identificada una app que graba bien las rutas, estoy lista para mi primera aventura real la semana que viene!

Que se preparen los que están en el podio de jubiletas, los de los currantes y los de la Champions League, porque Bene y yo estamos de vacaciones y pretendemos pasear todos los caminos de los Alpes (Ya sea cuesta arriba con las botas de senderismo, por los valles llanitos con las bicis de paseo o rio abajo con el bikini y las cangrejeras!).

Cambio y corto compañeros!


3 comentarios en “Múnich – Jardín Inglés”

  1. Ana, magnífica crónica, magnifico sitio y una genuina «bomba». Cero de elevación acumulada? Cero? Pero qué habéis ido, por un aparcamiento?

  2. jajajaja es que Múnich es muy planito! o igual la app que uso es una basura y no mide bien la elevación acumulada? en la próxima ruta busco algo con cuestas a ver qué graba!

  3. Ana refrescantes imagenes y mejor cronica. Por favor yo quiero rutas como esa. Ojala en el Manzanares se pudiera hacer lo que se hace en el Isar, sin riesgo de que pilles el coronavirus.
    Por cierto me gusta tu bici «La Perla Negra», tiene nombre de pirata, con su luz y todo, muy chula.
    Animo Ana y descubrenos los Alpes a traves de la web.

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