Ruta realizada el Domingo 16/02/2020
Participantes: Domingo, Juan, Miki, Pepe, Rufi
Reproductor audio crónica:
Hay momentos en la vida que se viven a base de recuerdos y esta ruta nos ha evocado, a Miguelito y a mí, seguro, muchos de ellos por ser territorio de nuestra inocente adolescencia.
Quedamos en Guadarrama en un día con inversión térmica, lo cual se agradece, porque tener a las nueve de la mañana un recibimiento con solecito en la sierra es un lujo.
Tras el ritual del acicalamiento y postureo, iniciamos la ruta. Pronto se nos pasa la incipiente sensación de ligero fresquito, porque tras el primer kilómetro empezamos a subir la primera cuesta tendida que nos lleva hasta el embalse de La Jarosa. Descansamos un poquito mientras lo bordeamos y recuperamos pulsaciones para lo venidero. Es el momento de cambio de chaqueta de Fernando, vamos un clásico. Desde el segundo chiringuito iniciamos la tortuosa subida dirección a El alto del león, y Pepe deja claro quién está en mejor forma. Nos lleva a toque de corneta, y Fer y yo vamos haciendo la goma como podemos.
Terminada la primera parte del ascenso al puerto nos reagrupamos, y nos surgen las dudas si podremos continuar con el track porque hay montería. Una vez más, no hacemos caso a las advertencias y proseguimos el camino. La subida final hasta la cima la hacemos apretando de lo lindo porque el porcentaje de las rampas lo requiere.
Lo más difícil ya está hecho. Ahora debemos tener cuidado, porque hasta el giro del camino del Arcipreste de Hita tenemos dos kilómetros muy peligrosos por carretera.
Después de dos horas es el momento del platanito, y de inmortalizar el momento, porque hasta ahora no habíamos sacado ninguna foto y si no hay documento, no hay justificación del día.
Retomamos la marcha y no se nos hace tan tedioso el tramo del falso llano como otras veces. De nuevo, a Pepe le apetece que le veamos el trasero y tensa el ritmo hasta la bajada peligrosa que nos deja en Los Molinos.
Los últimos senderos hasta Guadarrama son vertiginosos y divertidos. Imprimimos un buen ritmo, como si oliéramos los torreznos que nos esperan. ¡Pero nuestro gozo en un pozo! Está cerrado el local y en nuestra segunda intentona para echarnos un refrigerio, ¡también está cerrado! Conclusión, Fer llegará sin problema a casa para aguantar cinco horitas de ópera por la tarde.
Otro día más en la oficina disfrutando de lo lindo y, como siempre, en la mejor compañía.
Besos y abrazos.
Una respuesta a “Guadarrama-Alto del León-Los Molinos”
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Muy bien Juanito. Lo que no pones es que llegando al Puerto del León te dio el apretón y te marcaste el recto por todo lo peor. En una semana el amigo Juan se ha vuelto a poner en forma