Miraflores-Canencia-Morcuera-Hoya

Ruta realizada el Jueves 26/12/2019

Dificultad Física
Dificultad Técnica
34 km
796 m
44 Km Distancia Madrid
3h42'
3h01'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix

Mas detalle ruta

Temperatura media: 9.5
Descarga ruta: Miraflores-Canencia-Morcuera-Hoya-1.gpx

Anunciaban un día espléndido, y a pesar de los 4 grados de la llegada a Miraflores, el pronóstico se cumplió sobradamente. Así que, razonablemente abrigados, empezamos a subir en dirección al puerto de Canencia. Esta vez la ruta iba a ser al contrario de lo que es habitual.

La subida fue bastante rápida y no nos pareció dura. Arriba, en la zona de la Fuente de los Tejos, todo estaba anegado de agua.

Una vez hemos llegado al puerto, tomamos la salida a la izquierda que nos lleva al GR10.1 . Éste, subiendo progresivamente, nos metió en uno de los bosques que más me gustan de la Comunidad de Madrid, el Pinar de Canencia.

Como suele ser habitual, el cabronazo de Alfredo nos pilló mingitando. En la foto no se refleja la interesante conversación que manteníamos Félix y yo sobre el tamaño de nuestros pitos en relación a la temperatura, esfuerzo, edad y otras múltiples variables. Si hubiésemos seguido un rato más, habría salido hasta la constante de Planck, pero Alfredo no estaba en disposición de perder tiempo, así que dejamos este interesante tema a medias.

Y seguimos subiendo hasta llegar a un cortafuegos, a la altura del Collado del Hontanar, donde paramos a tomar nuestro platanito.

Teníamos la esperanza de enfrentarnos a la nieve cara a cara, pero como se puede ver en las fotos, quedaba un poco lejos de nuestro alcance. Y como quien no quiere la cosa, llegamos a la M-611 (que viene de Rascafría). Dejamos a la derecha el refugio de la Morcuera que es ya un viejo conocido nuestro y coronamos al puerto de la Morcuera.

Esta vez no fuimos por el camino habitual, siguiendo a la carretera. Decidimos salir por el Camino del Monte Aguirre que surge a la derecha del parking. Por supuesto, no hicimos el menor caso del cartel que indica que nos es un camino permitido para bicicletas. Pronto veremos que, más que una prohibición, se trataba de una recomendación. Pero nuestra juventud nos hace inconscientes.

Al principio parecía que se trataba de un camino mantenido, pero pronto comprobamos que no era así. Rocas sueltas, raíces y ramas caídas eran las dueñas de la pista. Félix casi se traga a una montañera (no era su tipo) y nos dimos de cara con un derrumbe. Se trata del arroyo de Vejiga, que tiene narices el nombre.

Pronto descubrimos que no era el único obstáculo. Todo el bosque estaba repleto de árboles caídos. Debió haber un gran vendaval no hacía demasiado tiempo porque la madera tenía el aspecto de haberse tronchado recientemente.

Después de recorrer este intrincado camino que parecía una yíncana, y del que estaba un poco hasta los mismísimos, como se puede apreciar en la foto, tomamos otro sendero (el Camino del Mostajo). Esto era otra cosa, pero para variar, también estaba prohibido, como podéis ver en la foto, con las cintas que ponen en las pelis cuando no quieren que entres en la escena del crimen. Quizás era por el riesgo de caída de ramas, pero «like it’s usual» no hicimos ni puto caso.

Este camino nos enfilaba ha enfilaba hacia la Hoya de San Blas. Aquí empezamos a ver la luz, nunca mejor dicho. ¡Un sendero sin ramas y con cielo!

Finalmente salimos a la ruta que tomamos habitualmente y que a la derecha nos llevaría a la Hoya, aunque el track nos redirigió en ese punto hacia Miraflores, a tan solo unos 7 kms para completar el track.

Incluso en esta última parte del recorrido, donde la pista es muy ancha y está bastante frecuentada, nos encontramos árboles caídos. Esperemos que limpien toda la zona antes de que llegue el calor, porque tal como está, se convertirá en una mecha en verano si no toman medidas.

Llegamos a Miraflores a las 12:45, un poco pronto para comer. Pero la camarera miró a Alfredo y vio en sus ojos la desesperación, y se apiadó. Así que empezamos con nuestro almuerzo a las 13 horitas, en plan guiri.

Nos hemos controlado. Ha sido una forma estupenda de eliminar los excesos de las fiestas. y encima parecía que estabamos en el invierno austral. Y ya puestos, a ver si alguna vez lo conocemos en directo y hacemos una rutita por Australia. Estaría bien, antes de que los incendios acaben con todo. Como siempre, un auténtico placer.

Otras fotos: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos


4 comentarios en “Miraflores-Canencia-Morcuera-Hoya”

  1. Muy buena crónica cómo siempre.
    Se te ha olvidado mencionar que esta vez no le rayamos la moto a la camarera, según ella porque imaginaba que vendríamos y decidió dejarla en casa.

    1. Pues si Alfredo, se me olvidó, jajaja. La dejaste impresionada la última vez y te estaba esperando. No ha vuelto a traer la moto desde entonces. Y por eso pudimos comer tan pronto. Vas a tener que meter el restaurante con la calificación de «romántico».

  2. Que bien se os ve,quiero decir al final jejeje,a mi se me fue toda la fuerza al WC,espero recuperarme y volver al tajo en 2020, que bonito numero

Los comentarios están cerrados.