Idanha-a-Velha Monsanto Penha-Garcia

Ruta realizada el Miércoles 23/10/2019

Dificultad Física
Dificultad Técnica
155.6 km
3251 m
263 Km Distancia Madrid
9h18'
4h16'
Características Terreno No hay información sobre el terreno

Participantes: Alfredo, Domingo, Félix, Juanlu, Pepe

Mas detalle ruta

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Ruta: turística         

Nos levantamos esperando que los pronósticos no se cumplieran pero no fue así. Desde el primer momento se vio que el cielo no nos iba a ser favorable así que salimos dispuestos a turistear por Portugal un poco. Como el día anterior, y ya chispeando, nos dirigimos al bar para desayunamos unas tostadas con jamón, tomate y aceite en la semioscuridad (sello de identidad del pueblo), acompañados por los jugadores de cartas de la víspera que parecían formar parte del local.

Después nos dirigimos a Portugal en el Volvo de Alfredo, en dirección a nuestro primer destino, Idanha-a-Velha. Llegamos en poco tiempo, a pesar de que erramos el camino la primera vez. En cuanto salimos, arreció la lluvia, pero no estábamos dispuestos a que esto nos amilanara, Así que paraguas en ristre, nos recorrimos este agradable y turístico pueblo, paseando entre sus murallas, los restos del castillo y su catedral visigótica.

Antes de irnos, nos metimos en un pequeño bar donde parecía que estaban reunidos todos los jubilados del pueblo. Nos atendieron muy amablemente con un excelente café y unos bollitos de crema que llamaron la atención a Alfredo. Juan Luis optó por un chocolate que tenía una pinta estupenda

Nuestra siguiente parada fue el pueblo de Monsanto. En cuanto empiezas a recorrerlo te das cuenta de que se trata de un pueblo incrustado en el granito, con casas integradas en unas inmensas moles de piedra que parecen que las van a aplastar. En este pueblo hace su aparición por primera vez un terrible enemigo que nos acompañará durante todo el día: EL VERDÍN. Por suerte, contamos con la experiencia y el asesoramiento de Juan Luis. Sus amplios conocimiento sobre esta amenaza adquiridos durante su reciente estancia en Madeira nos permitieron salir indemnes. Otro grupo de turistas españoles no tuvieron nuestra suerte y cayeron bajo sus garras.

Así es como alcanzamos el castillo que se encuentra en lo alto del pueblo. Lo recorrimos entre la niebla mientras canturreabamos la musiquilla de Brave Heart, de Juego de Tronos o de los Inmortales. Eso si, siempre atentos a las indicaciones de Juan Luis sobre el verdín, por supuesto. No era cuestión de asumir riesgos innecesarios.

Para reponernos de tanta aventura, nos fuimos a comer al restaurante O Raiano en Penha Garcia, nuestro siguiente objetivo. Allí dimos cuenta de un buen bacalao a bras y al horno. No acertamos tanto con la carne de venado que pensamos que, por el nombre del plato, sería un guiso, pero nada más lejos de la realidad. Y para acabar, de postre una serradura y un buen café.

La entrada a Penha Garcia está defendida por un carro de combate que señala un memorial a los caídos en la guerra de ultramar. Como era de esperar, sacó de nosotros el niño que llevamos dentro (sobre todo en algunos casos…).

Y así, con el estómago lleno y cuesta arriba, como debe ser, atravesamos este bonito pueblo para dirigimos hacia su castillo. Subimos a esta atalaya desde la que se aprecia el valle del rio Ponsul. Este valle es famoso por la presencia de fósiles. Así que hacia allá nos dirigimos, bajando del castillo y encontrándonos de nuevo con nuestro terrible enemigo, el verdín. Esto, unido a problemas para encontrar el camino correcto, nos colocó en una situación delicada. Sin embargo, de nuevo y gracias a Juan Luis, pudimos afrontar con éxito esta delicada situación, pudiendo decir sin miedo a equivocarnos, que desde ese momento, el verdín ya no nos supuso ninguna limitación.

Después de recorrer este precioso valle, volvimos a subir al pueblo, donde cogimos el coche para regresar a San Martin. A la llegada, ya había dejado de llover. Nos esperaba una buena ruta en bici al día siguiente y había que estar preparados. Así que volvimos a cenar al bar donde desayunamos, esta vez a base de bocadillos, que nos comimos tranquilamente a la luz de la televisión (era donde mejor se veía). Ya en casa, Pepe preparó unas estupendas castañas (recogidas el día anterior en el Soto) asadas en la chimenea y una magistral queimada, con conjuro y todo. Había sido un día intenso y muy agradable. Y a pesar de no haber montado en bici, tuvimos nuestros peligros.

¡¡¡El verdín siempre acecha!!!

Otras fotos: Link Álbum

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Una respuesta a “Idanha-a-Velha Monsanto Penha-Garcia”

  1. Gracias Domingo. Está genial. Estoy deseando leer el resto. Estuve viendo las fotos en el directorio que nos pasó Alfredo y he añadido alguna, solo para que critiquéis.

    Estoy deseando que llegue la próxima excursión.

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